El Grupo Lima solo avalará una intervención militar en Venezuela como último recurso

Pese a que el presidente encargado venezolano Juan Guaidó solicitó la ayuda militar del TIAR, los 12 cancilleres del bloque político no hicieron alusión al reclamo en el documento final

Grupo Lima en Buenos Aires: cuestionó la situación en Venezuela, pero rechazó la vía militar para terminar con el régimen de Nicolás Maduro (Foto: Franco Fafasuli)

En un duro documento que exige elevar las denuncias de violación a los derechos humanos en Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU y que impulsó imponer "medidas de presión y sanciones adicionales" contra el régimen de Nicolás Maduro, el Grupo de Lima que integra la Argentina junto a otros 11 países evitó pronunciarse sobre el uso de la fuerza militar como una salida a la crisis que vive el pueblo venezolano.

El documento que presentó hoy el Grupo Lima fue firmado por los gobiernos de la Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú y la Venezuela de Guaidó.

De esta manera, en la reunión del Grupo Lima que se desarrolló hoy en Buenos Aires, los cancilleres de la región insistieron en recurrir a la solución pacífica de la crisis de Venezuela y no emitieron, al menos en el escrito de 15 puntos que firmaron, un acompañamiento a la resolución que lanzó hoy el Parlamento de Venezuela liderado por el presidente interino Juan Guaidó que aprobó la reincorporación de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que suscribe el compromiso de defensa mutua entre naciones ante ataques armados.

Al término del encuentro de ministros del Grupo Lima, que se realizó en el Palacio San Martín, el canciller argentino Jorge Faurie fue tajante cuando se le preguntó por una eventual acción militar externa que dejaba abierta la aprobación del TIAR por parte del Parlamento liderado por Guaidó.

"Respecto al uso de la fuerza debemos decir que todos estamos comprometidos con alcanzar una solución por la vía pacífica de la crisis de Venezuela y la declaración del TIAR que hizo la Asamblea tiene expresiones de todo tipo y ha generado algunas resistencias. Pero siempre el uso de la fuerza será un recurso que se quedará para el momento oportuno como el último recurso", dijo Faurie cuando se le consultó sobre la última decisión política de Guaidó.

Jorge Faurie

Así, el canciller Faurie dio a entender, y lo ratificaron a Infobae varios de los presentes en la reunión del Grupo Lima, que en la sesión de ministros de hoy se debatió y fue eje de análisis la incorporación del TIAR como una salida por la vía militar a la crisis venezolana. Sin embargo, en el documento final no hubo ni una línea sobre este tema.

En cambio, en el texto acordado por el Grupo Lima se respaldó la decisión de Guaidó de buscar "una solución venezolana a la crisis de su país a través de los esfuerzos en curso e instan a la dictadura de Nicolás Maduro a no utilizar dichos procesos para dilatar la convocatoria de elecciones presidenciales con todas las garantías, a la mayor brevedad posible".

El TIAR es una posibilidad que manejan algunos países e incluso Estados Unidos hoy plantearon que "Maduro tiene corto plazo para dejar el poder". Pero esa vía no reunió el aval de todos los países del Grupo Lima.

En este punto, el jefe de la delegación de Guaidó ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Julio Borges, que siguió de cerca los debates en Buenos Aires, dijo a Infobae que "la violencia la escogió Maduro. Lo que queremos es la paz del voto y creemos que lo que aprobó la Asamblea de Venezuela con el TIAR es para volver al sistema americano. El Grupo Lima entiende que debe ser pedido por el país y lo que pienso es que lo peor que puede pasar es que no pase nada".

Así, Borges dejó en claro un impedimento legal que se analizó en la reunión del Grupo Lima y es que el TIAR debe ser convocado por un país y en este caso Venezuela hoy está representado al menos en el plano político por el régimen de Maduro, con lo cual no lo hará.

Julio Borges (Foto: Bloomberg)

En otro de los puntos duros del documento aprobado hoy en Buenos Aires se denunció "la presencia en Venezuela de agentes militares, de seguridad y de inteligencia de países que apoyan al régimen dictatorial" de Maduro. En ese sentido, se instó a esos países a que retiren tales agentes de Venezuela como condición para participar de cualquier diálogo sobre la crisis venezolana.

En rigor, según pudo saber Infobae, entre esos agentes militares o de inteligencia extranjeros que apoyan a Maduro y que están en Venezuela se mencionó a agentes de la Guardia Revolucionaria Iraní o a militares rusos. De hecho, tanto el régimen de Irán como el ruso de Vladimir Putin y la China de Xi Jinping apoyan abiertamente a Maduro desde lo económico hasta lo militar. De allí, el llamado de atención del Grupo Lima en el documento hoy aprobado.

También los cancilleres de este grupo de presión contra el régimen de Maduro decidieron elevar el informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de la ONU, Michele Bachelet, a la discusión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y organismos internacionales.

Este documento denunció hace diez días que en Venezuela hay una sistemática violación a los derechos humanos y alertó sobre la existencia de 5.287 muertes extrajudiciales en Venezuela por "resistencia a la autoridad" durante operaciones policiales en 2018.

También alertó de que entre el 1 de enero y el 19 de mayo del presente año, otras 1.569 personas fueron asesinadas, según las estadísticas del propio gobierno de Maduro, y denuncia también que hay 793 personas privadas arbitrariamente de su libertad.

En el caso de que este informe sea llevado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como pidió hoy el Grupo Lima, se abrirá un debate entre las grandes potencias enfrentadas como China y Rusia por un lado, frente a Estados Unidos y Gran Bretaña por el otro sobre la eventual decisión de la ONU de intervenir en el conflicto venezolano.

(Franco Fafasuli)

Por otra parte, en el documento del Grupo Lima se repudió la candidatura presentada por el régimen de Maduro, en nombre de Venezuela, para un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y requirieron su apoyo a la candidatura de Brasil a dicho Consejo.

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