Alberto Fernández, precandidato a presidente del Frente de Todos, protagonizó una fuerte discusión con el periodista cordobés Mario Pereyra, cuando éste le consulto sobre las causas de corrupción que involucran a funcionarios kirchneristas y su acercamiento con la ex presidenta.
El cruce se produjo mientras Pereyra entrevistaba a Fernández en los estudios de Cadena 3. Visiblemente molesto, el postulante a la presidencia le dijo a Pereyra: "Usted no me quiere, pero disimúlelo".
Y continuó: "No es verdad lo que está diciendo. Está hablando como opositor y lo entiendo, pero lamentablemente tergiversa todo". En esa línea, Fernández le recordó que no está acusado en ninguna causa de corrupción y que los dirigentes que sí lo están deberán responder por sus actos.
"Los que se han corrompido que se hagan cargo de la corrupción. Yo entiendo que usted no me quiere, pero por lo menos disimúlelo", señaló al respecto, y agregó: "Yo no voy a hacer nada para impedir que los corruptos sean juzgados".
"He pasado 65 años por la función pública. He sido crítico de Macri y Cristina pero a mí nunca se me endilgó ni una causa por corrupción. De lo que otros hacen, que se hagan cargo de lo que hicieron. Esos hechos no sucedieron cuando yo era jefe de Gabinete. Yo tuve tres casos de corrupción en mi gestión y a los tres les pedí la renuncia", resaltó.
A su vez, hizo un mea culpa de cuando llamó "patética" a Cristina Kirchner: "Yo he sido muy crítico de ella y sus políticas. Es verdad que la llamaba patética porque fueron años en donde el peronismo sólo obedeció, y si hay algo que detesto es la obediencia, porque este partido es un lugar donde se debate".
"En esos años se instaló un discurso único que siempre critiqué y sigo criticando porque hizo mucho daño. Por consecuencia de la falta de debate, se cometieron muchos errores. Ratifico todo lo que hice y no me rectifico de ninguna de las críticas, y ella lo sabe", admitió.
Consultado acerca de por qué Cristina lo eligió para que encabezara la fórmula, dijo: "Tal vez Cristina piense que en este tiempo hace falta alguien como yo, que se hace cargo críticamente de los problemas (anteriores) y se puede comprometer a no volver a cometerlos".
Y sobre por qué tomó la decisión de acercarse nuevamente a la ex mandataria, explicó: "En algún momento advertí que esas críticas que yo hacía nos distanciaron y facilitaron el triunfo de Macri. En 2017, dije que si seguíamos divididos, el riesgo era muy alto. El riesgo de seguir dejando a los argentinos sin opción y seguir votando esto que es un desastre".
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