"Vamos a sacar todos los votos necesarios para que Axel sea gobernador". La frase fue la respuesta de Fernando Espinoza a una periodista que le preguntó cuál es su pronóstico en votos para La Matanza, donde el diputado es precandidato a intendente. No es un dato menor: tanto él como la intendenta Verónica Magario querían el primer lugar en la fórmula por la gobernación.
La definición de Espinoza marcó el tono amigable que se percibió en el salón donde se realizó el encuentro entre el precandidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández; la fórmula para la gobernación, Axel Kicillof y Verónica Magario; el primer precandidato a diputado nacional Sergio Massa y medio centenar de intendentes entre los del PJ y los "primos hermanos", como llaman tras la unidad a los representantes del Frente Renovador.
Los dos últimos en llegar fueron Kicillof, que acababa de dar una extensa entrevista radial y se acercó caminando por la calle México, y luego Massa, que se quedó hasta el final y se retiró sin hacer declaraciones, apurado por llegar a sus recorridas previstas en Dolores y General Lavalle.
Fue la primera vez que todos estuvieron juntos. Del encuentro que días atrás tuvo lugar en La Plata, participaron los bonaerenses sin su precandidato presidencial. Ya ese día habían dejado atrás las asperezas por el cierre de listas.
Poco después de las 11, Fernando Gray arrancó el intercambio en su calidad de presidente del PJ provincial. Dio la bienvenida y ofició de moderador. Fernández pidió que todos hablaran, les dijo que quería escuchar las propuestas y realidades de cada uno. El pedido puso de buen ánimo a los jefes comunales que suelen quejarse de quedar marginados de las decisiones, especialmente los del interior.
La misma estrategia que Cambiemos
La necesidad de alinear el discurso fue una moción aprobada en sucesivas reuniones de mesa chica bonaerense y de voceros y candidatos la semana pasada. Por eso en esta ocasión fueron un poco más allá y coincidieron en la necesidad de hacer campaña por la boleta completa en respuesta al posible corte que en favor de María Eugenia Vidal podría darse si se cumplen algunas encuestas. Los peronistas no hablan sobre los sondeos pero sí los manejan.
Entonces, mientras en el macrismo piden que quien quiera a Vidal también vote por Macri-Pichetto y Cristian Ritondo para diputado nacional, en el neokirchnerismo pedirán que quien quiera a su intendente vote también a Fernández-Fernández, Kicillof-Magario y el tramo de Sergio Massa. Hay datos de varios municipios donde el jefe comunal supera en más de 5 puntos a la fórmula nacional. Prometieron todos imprimir el triple de boletas y salir a repartirlas, enteras.
Mucho se habló en el Salón Garage de San Telmo sobre la dificultad de subir el porcentaje de votos allí donde no son gobierno y también sobre la diferencia a favor de muchos intendentes por sobre la fórmula para la gobernación o la presidencial.
"Ningún intendente favorece el corte de boleta", afirmaron unas cuantas voces antes, durante y después de la reunión. La aclaración vale porque hubo otros turnos electorales donde primó la salvación local, táctica que llevó a Mario Ishii, de José C. Paz, a prometer venganza con los "traidores". A propósito, Ishii fue uno de los pocos ausentes en San Telmo, aunque no suele ser adepto a esta modalidad de encuentros.
El apoyo a los "sin tierra"
Otro ítem que compartieron los presentes fue no mencionar sondeos, ni siquiera aquellos que los dan ganadores. El segundo tema, planteado por Massa y que encontró eco en varios intendentes, fue la necesidad de apoyar a municipios donde el PJ es oposición y coordinar allí donde el Frente de Todos tiene más de un precandidato.
Se dieron ejemplos: Mar del Plata y Bahía Blanca, dos de las grandes ciudades donde se ven con chances de ganar, dos ciudades complicadas por la pérdida de empleo y el cierre de pymes. Se mencionó el caso La Plata, donde por la fuerte interna del Frente, el trabajo se profundizará después del 11 de agosto cuando vía elección se definirá el o la candidata.
Acordaron que el apoyo a los "sin tierra" (candidatos en distritos que son opositores) se coordinará entre el PJ provincial (Gray), los intendentes más cercanos al municipio en cuestión y los equipos de campaña de la Provincia (la mesa chica se reúne semanalmente) y el equipo de campaña de la fórmula nacional.
El rol de Cristina Fernández ya fue varias veces consensuado con ella y no fue tema de discusión: seguirá presentando su libro como este viernes en Mar del Plata. "Todos queremos que venga a presentar Sinceramente", aseguró a Infobae un jefe comunal que está seguro de cuánto suma ella en el Conurbano, pero también que no puede haber sobredosis cristinista.
Discurso para el interior y segmentado
Para ordenar el evento habló un intendente por sección. Por la Primera fue Gustavo Menéndez, de Merlo, quien ofició de orador, pero fueron los representantes del interior los que más tuvieron para contar. Para sumar más allá del núcleo duro propusieron incluir en el discurso de campaña, segmentado, al sector rural. Representan un tercio de los votos bonaerenses, recordaron.
"Hay que diversificar el mensaje", advirtieron jefes comunales que mencionaron como problemas, además del económico, las universidades del interior, las carencias de hábitat, entre otros.
Una presencia que ya no llama la atención fue la de Alejandro Granados, de Ezeiza, que después de coquetear con María Eugenia Vidal y sus funcionarios se quedó en el peronismo. De hecho, en San Telmo, se comentaban detalles de la recorrida que por su distrito haría Massa.
De los ausentes, varios estuvieron justificados. Patricio Mussi de Berazategui fue reemplazado por su histórico padre, Juan José Mussi, quien se postula para sucederlo. En San Fernando será al revés: el renovador Luis Andreotti (que anticipó su ausencia) le quiere dejar su lugar a su hijo, Juan Andreotti. Tampoco fueron los intendentes de General Las Heras, Necochea y General Pintos, en todos los casos también con aviso se apuraron a contar los organizadores.
Entre los que sí fueron, Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, fue de los primeros en llegar. En la extensa lista estuvieron también Juan Zabaleta (Hurlingham), Julio Zamora (Tigre), Gabriel Katopodis (San Martín), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Julio Pereyra (Florencio Varela), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa), Ariel Sujarchuk (Escobar), Alfredo Fisher (Laprida), Paco Durañona (San Antonio de Areco), y hasta Walter Festa que en Moreno tiene habilitada una interna. Como en cada reunión, hubo pocas mujeres: Magario, la precandidata a diputada Cristina Álvarez Rodríguez y la presidenta del PJ de Cañuelas, Marisa Fassi.
Los ejes del discurso
De los 135 municipios de Buenos Aires, 57 son del PJ y 8 del Frente Renovador. A esos intendentes se les pidieron dos cosas: multiplicar el trabajo de campaña y traccionar a favor de la fórmula presidencial y la que va por la gobernación.
El ida y vuelta llevó más de dos horas y media. Alberto Fernández dio cifras de desempleo, pobreza y cierre de pymes. Mostró los próximos spots publicitarios, que fueron del agrado de la mayoría, con la idea de que todos repliquen la misma línea discursiva.
Kicillof enumeró las "deficiencias de la provincia en empleo, producción, salud y educación" y como unos cuantos en la reunión apuntó a la figura de Vidal, a quien no temen como en la última elección.
Massa desgranó la estrategia de campaña y aconsejó aprovechar el potencial de cada uno. En ese sentido también coincidieron en que el ex intendente de Tigre aporta más en el interior o en algunos municipios puntuales, Magario en el Conurbano y Kicillof en el interior, aunque en el tramo final también se enfocará en los municipios más populosos.
Además de reflejar las realidades locales y la segmentación de los mensajes, se volvió a plantear como objetivo contrastar lo que hace cada intendente con el aporte de la Gobernación. Y no dejar de hablar de las políticas tanto de Mauricio Macri como de María Eugenia Vidal, hasta no hace mucho una 'intocable'.
"No tenemos que caer en los temas del Gobierno. Eluden los temas como empleo y los datos de la realidad, hay que discutir el desastre que hicieron Macri y Vidal, hablar del acuerdo del Fondo y de lo que vendrá si ellos ganan, como la vuelta a las AFJP y la reforma laboral", fue parte de lo que se propuso en línea con el discurso que Juan Courel explicó a voceros y precandidatos la semana pasada.
Al mismo tiempo reiteraron que la campaña debe ser "propositiva" y que deben discutir "los problemas de la gente".
Sobre la metodología territorial, los intendentes funcionarán casi como punteros. Deberán, dijeron, replicar ciudad por ciudad, puerta a puerta, las propuestas y mensajes. "Ellos (por Cambiemos) entran a nuestros municipios a través de las redes sociales, pero nosotros tenemos que mostrar la realidad y somo nosotros los que acompañamos a los vecinos a diario", arengó Fernando Gray.
Otra vez se planteó que deben hacer una campaña con "humildad", "austera", y hacer "autocrítica". Ex profeso evitarán las gigantografías y los grandes actos y gastos, y priorizarán recorridas en barrios, pymes y empresas.
"Por primera vez hay alineamiento en el mensaje", se alegraba casi exultante un dirigente que bregó por la unidad y que terció entre los distintos sectores durante el último año. Y celebró sin animarse a asegurar el triunfo: "Hace un año llorábamos, hoy estamos competitivos y conformamos una unidad entre el peronismo y el campo nacional y popular que nos da potencia electoral".
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