La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal está enfrentada con el presidente de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo de Lazzari, por sus opiniones realizadas durante la quinta jornada de la Red de Jueces Federales. De Lazzari describió una supuesta operación política oficialista ejecutada a través del Poder Judicial, y esa denuncia fue posteada por Cristina Fernández de Kirchner, candidata a vicepresidente del Frente de Todos.
Para la gobernadora Vidal, el juez De Lazzari fue un instrumento político de Cristina, que está en jaque procesal por las causas sobre corrupción que tiene abiertas en Comodoro Py: 13 procesamientos, 7 pedidos de prisión preventiva, cuatro juicios orales pendientes y uno en desarrollo.
Trama política
"Estoy hablando de causas armadas artificialmente, estoy hablando de abusos de testigos de identidad reservada, de arrepentidos, de factores de presión que inducen, fomentados y fogoneados por ciertos medios de prensa, a dictar condenas mediáticas y que llevan a un panorama sinceramente deplorable, en donde influyentes de todo tipo, espías, traficantes de escuchas telefónicas, con ciertas complicidades de algunos magistrados y miembros del Ministerio Público, terminan por generar un panorama que es absolutamente preocupante", afirmó De Lazzari en un foro que reunió a más de cien jueces.
Las declaraciones del presidente de la Corte bonaerense habían pasado desapercibidas en el fragor de la campaña electoral. Pero CFK le dio entidad y visibilidad a través de un tuit que tuvo muchísima repercusión pública.
"Por favor, escuchalo atentamente. El que habla no es un político. No es oficialista. Tampoco es opositor. Es el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires. Imperdibles 2 minutos 56 segundos para entender lo que pasa en el Poder Judicial de tu país", publicó Cristina Kirchner en sus redes sociales.
Vidal no cree en las casualidades mediáticas y menos aún en plena campaña electoral. De Lazzari resistió la llegada de Sergio Torres a la Suprema Corte bonaerense, una propuesta judicial que fue empujada por Vidal y su Ministro de Justicia, Gustavo Ferrari. Torres llegó desde Comodoro Py, y De Lazzari resistió su nombramiento hasta minutos antes de su juramento oficial.
En este contexto, la gobernadora cree que no fue casualidad que De Lazzari afirmara que hay operaciones judiciales y que a continuación Cristina ratificara sus opiniones a través de su cuenta en Twitter.
Las declaraciones del juez de la Suprema Corte sirvieron para que CFK insistiera con su tesis personal respecto a los juicios que tiene abiertos en Comodoro Py. Para la ex presidente, todo se trata de una conspiración mediática-judicial destinada a facilitar su destierro político.
Vidal decidió enfrentar a De Lazzari aunque implicara un tácito conflicto de poderes. Y lo hizo a través de dos instancias diferentes, que se cruzan en un mismo punto: instar a que el juez de la Suprema Corte ratifique o descarte sus afirmaciones en sede judicial
"Si hay un delito de corrupción en mi gobierno, tengo que denunciar a quien sea si no yo soy cómplice. Si el presidente de la Corte sabe que hay persecución y causas armadas, lo tiene que denunciar. Cuando uno tiene estos niveles de responsabilidad tiene que ser consecuente con lo que dice en la acción judicial", dijo Vidal en América TV.
Asimismo, el procurador general de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, pidió una copia de las declaraciones del juez De Lazzari para que sean remitidas al fiscal general del Departamento judicial de La Plata, Héctor Vogliolo, quien abrirá una causa para determinar eventuales responsabilidades penales.
En este marco procesal, Vogliolo deberá decidir la citación del titular de la Suprema Corte para que ratifique -o no- sus dichos ante los magistrados que participaron de las 5 Jornada de la Red de Jueces Federales.
No era intención de Vidal iniciar una batalla institucional contra De Lazzari. Pero la gobernadora desconfía de Cristina Fernández de Kirchner y no cederá un centímetro frente a lo que considera una operación política en contra. Aunque ello implique debatir en público con el presidente de la Suprema Corte bonaerense.
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