Aun cuando desde la gobernación cordobesa anticiparon que no habría un apoyo explícito de Juan Schiaretti a Alberto Fernández, sí se tomaron varias fotos conversando en el despacho del Centro Cívico. En cambio no hubo imágenes días atrás con Miguel Ángel Pichetto quien, en el marco de una disertación ante empresarios, había pasado a saludar al gobernador aunque en su caso como precandidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio.
Schiaretti venía charlando con el precandidato a presidente del Frente de Todos por teléfono y a través de intermediarios como el senador Carlos Caserio -titular del PJ local- y el intendente de Villa María, Martín Gill, que acaba de ser reelecto. Los dos pedían hacer campaña para evitar un triunfo de Mauricio Macri en las elecciones nacionales.
Fernández tomó un vuelo después del mediodía de ayer, tras su paso por Comodoro Py donde declaró ante el juez Claudio Bonadio en la causa por el Memorándum con Irán, y a las 16:30 se sentó frente a Schiaretti en el Centro Cívico del Bicentenario, donde funciona el Ejecutivo provincial. Charlaron sin testigos durante una hora mientras afuera de la oficina conversaban su mujer, la diputada nacional Alejandra Vigo, el ministro de Gobierno Juan Carlos Massei y el líder del Movimiento Evita Fernando 'Chino' Navarro. Referentes locales de esa agrupación esperaban al precandidato en el aeropuerto para llevarlo a la reunión.
Tras una larga lista de desencuentros con el kirchnerismo, durante la gestión de Cristina Kirchner, Schiaretti había insistido en su prescindencia respecto de la elección nacional. Planeaba conformar Alternativa Federal con Roberto Lavagna, Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa y Pichetto, pero el espacio se rompió y el cordobés prefirió no optar por ninguno de ellos.
"Hacemos por Córdoba" se presenta en las PASO con una lista corta que lleva precandidatos a diputados nacionales consensuados con los intendentes. Esos mismos intendentes le pidieron al gobernador hacer campaña por la lista corta pero al mismo tiempo pedir el voto por Alberto Fernández, a pesar de que su compañera de fórmula es Cristina Kirchner.
Hasta ahora Schiaretti se mantuvo formal y lejano. Fue desde la oficina de Prensa de la Gobernación desde donde comunicaron el lunes que se haría la reunión como también se hará con todo precandidato que pida audiencia. "Dialoga siempre con todos", recordaron ante Infobae en su entorno, y subrayaron que "su estrategia de campaña sigue siendo la misma, lista corta sin candidato presidencial".
Cuando las visitas se retiraron, también fue formal la comunicación y desde el área respectiva se difundieron varias fotos y se reiteró que la cita tuvo lugar "en el marco de los encuentros que el gobernador mantiene con los candidatos a presidente y vice". La mención, está claro, incluyó a Fernández y a Pichetto.
Los cordobeses calificaron como "un encuentro cordial" la reunión e indicaron que dialogaron sobre temas de interés nacional y "coincidieron en la necesidad de que la Nación mantenga con las provincias una relación correcta y madura, basada en el respeto a la institucionalidad".
Por su parte Alberto Fernández, que al llegar se mostró apurado y no quiso hablar con los medios, tuvo un contacto con la prensa al dejar El Panal. Como al llegar se había chocado con un periodista y había habido entre ellos un cruce de palabras con pedido de disculpas de ambos, bromeó y pidió "que nadie se me caiga encima" mientras que prometió hablar todo lo que le requirieran. Lo primero que hizo fue elogiar a Schiaretti y recordar que en el regreso de la democracia trabajó con el fallecido ex gobernador José Manuel de la Sota.
"Para mí volver a Córdoba a reencontrarme con 'El Gringo' es lindo, es grato. Hablamos de la necesidad de que el país tenga una relación institucional como merece Córdoba. Tenemos una visión bastante parecida sobre lo que está pasando y sobre lo que tenemos que hacer. Córdoba es central", continuó.
El precandidato tomó distancia de las diferencias entre kirchneristas y cordobeses: "Siempre tuve un enorme respeto por Córdoba y por los cordobeses. No entiendo cómo quedé enfrentado a los cordobeses. Quiero que demos vuelta la página". "Yo no sé qué les hice a los cordobeses, si hice algo que les dolió, no soy un necio. Me doy cuenta que en el gobierno de Cristina del que no era parte y yo tenía posiciones críticas, ahí hubo una desinteligencia con Córdoba, y yo no quiero tener más desinteligencias con Córdoba. Es muy importante, quiero que los cordobeses me acompañen y me ayuden".
¿Qué le respondió Schiaretti?, consultó un periodista, a lo que respondió que "todos queremos tener la mejor relación institucional". De todos modos el propio Alberto Fernández dijo, sobre la prescindencia de Schiaretti, que "el gobernador puede creer que eso es lo mejor para Córdoba, entiendo que para él el escenario nacional no está claro y el que tiene que ganar el voto de los cordobeses soy yo, no el gobernador. No le pido a ningún gobernador que haga lo que tengo que hacer yo. Córdoba pensó esto y yo lo respeto".
El PJ cordobés, aunque declaró la prescindencia, también dejó vía libre para que cada referente político peronista cordobés opte por la fórmula que prefiera.