A las 7.11 de esta mañana, Patricia Bullrich le envió un mensaje al presidente Mauricio Macri para avisarle que Fernando de la Rúa había muerto. Le dio la noticia un minuto después del deceso del ex presidente, cuando el jefe de Estado se aprestaba a subir al avión que lo llevó a los festejos por la independencia en Tucumán.
Bullrich fue alertada por la Policía Federal de la muerte del ex presidente y se lo comunicó de inmediato a Macri, para que el mandatario estuviese al tanto de la situación y evaluara si suspendía el viaje y el desfile militar que esta tarde se hará en Buenos Aires.
El secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, también había estado en contacto con la familia De la Rúa en las últimas horas y le informó a Macri sobre el deceso del ex presidente de la Nación.
Bullrich es la única ministra actual que también fue funcionaria del gobierno de la Alianza, que culminó con una profunda crisis socio-económica y la renuncia del entonces Presidente.
Desde que llegó al poder con Macri, la titular del Ministerio de Seguridad alertó al Presidente sobre la necesidad de mostrar mayor dureza y evitar una monopolización del peronismo en el poder de la Argentina.
Bullrich fue ministra de Trabajo durante un año y renunció al cargo disconforme con la intención de De la Rúa de mantener, en forma paralela, la estructura del Ministerio de Desarrollo Social que dirigía Daniel Sartor.
Su relación con De la Rúa fue muy tensa en los últimos meses de convivencia en el poder. La entonces ministra de Trabajo había mantenido una fuerte puja con el sindicalismo de Hugo Moyano y el resto del peronismo por la idea de investigar el patrimonio de los gremialistas. Además cuestionaba varias medidas del gobierno y mantenía duras discusiones con el entonces presidente.
De todo ello, Bullrich aprendió una lección: para mantenerse en el poder en la Argentina sin ser un gobierno peronista hay que demostrar dureza, aguantar los aprietes de los gremios y evitar que el PJ condicione la gobernabilidad.
No fue casualidad que unos años después escribiera una tesis doctoral sobre todo ello. Es decir, del maleficio de los gobiernos radicales como los de Yrigoyen, Illia, Frondizi, Alfonsín y el propio De la Rúa que no pudieron culminar sus mandatos por golpes de Estado o crisis institucionales.
"Ahora no nos van a voltear", le repitió más de una vez Bullrich a Macri a modo de lección de su paso por el gobierno de la Alianza.