La denuncia de Nicolás Gallo, el mejor amigo que acompañó a De la Rúa hasta la terraza de la Rosada

El ex secretario general de la Presidencia acusó a Duhalde y a un sector del empresariado por la caída del ex presidente

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El helicóptero presidencial que sacó a Fernando de la Rúa de la Casa Rosada, mientras las fuerzas de seguridad reprimían en la Plaza de Mayo
El helicóptero presidencial que sacó a Fernando de la Rúa de la Casa Rosada, mientras las fuerzas de seguridad reprimían en la Plaza de Mayo

Nicolás Gallo fue uno de los pocos dirigentes que acompañó hasta el final a Fernando de la Rúa: estuvo en la terraza de la Casa Rosada ese 20 de diciembre cuando el político vencido subía al helicóptero y, luego, fue el amigo que acompañó hasta las últimas horas al ex presidente en su lecho muerte

Gallo fue ministro de Infraestructura y luego secretario general de la Presidencia hasta el último día de renuncia de De la Rúa, y es por ello que hoy destacó sin tapujos: "A Fernando le armaron un complot los empresarios que estaban atados a endeudamientos en dólares junto con el brazo político de Eduardo Duhalde".

Al ex secretario general de la Presidencia se le nota la voz quebrada cuando habla con Infobae. Ha pasado los últimos días al lado de la familia de De la Rúa y sólo tiene imágenes imborrables de su paso por el gobierno en el 2001.

"Fernando era un hombre que siempre luchó por los consensos y que tenía una pasión por la democracia. Fue uno de los pocos jefes de Estado que luchó hasta el final por la integridad de una Argentina democrática", expresó Gallo.

Fernando de la Rúa llegó al poder con un Alianza político y al final se quedó solo con algunos dirigentes radicales
Fernando de la Rúa llegó al poder con un Alianza político y al final se quedó solo con algunos dirigentes radicales

Gallo no tuvo una gestión serena en el gobierno de la Alianza. Pasó por momentos de tensión cuando tuvo que renunciar al Ministerio de Infraestructura enfrentado duramente con el ex ministro de Economía, José Luis Machinea. Tenían miradas diferentes para enfrentar las consecuencias de la Convertibilidad heredada de Carlos Menem.

Pero también vivió momentos de gloria como su designación como secretario general de la Presidencia, cargo que ocupó hasta el minuto final del gobierno de De la Rúa. De hecho, Gallo fue quien acompañó hasta la terraza de la Casa Rosada al ex presidente para subirse al helicóptero que lo llevaría a la quinta de Olivos.

A Gallo le quedó un sabor amargo de todo ese proceso y lo expuso sin eufemismos ante Infobae: "La crisis del gobierno de De la Rúa fue un complot liso y llano. Nadie duda de eso", dijo uno de los más entrañables amigos de De la Rúa y de toda su familia. Es casi como un padre para los hijos del fallecido presidente.

Antes que De la Rúa cayera, hubo una fuerte represión en la Plaza de Mayo y en los alrededores del Obelisco.
Antes que De la Rúa cayera, hubo una fuerte represión en la Plaza de Mayo y en los alrededores del Obelisco.

Para el ex secretario general de la Presidencia fueron los empresarios endeudados en dólares que impedían el quiebre de la convertibilidad y el brazo político de Duhalde, quienes llevaron a De la Rúa a abandonar el poder de manera obligada.

"Todo este complot está comprobado en la causa judicial y en los testimonios de quienes estuvimos allí", recordó Gallo hoy tras enterarse de la muerte de su amigo y ex presidente.

Para el ex funcionario delarruista los 39 muertos que hubo en el estallido social de diciembre del 2001 no respondieron sólo a la represión en la Plaza de Mayo, sino también que fueron fruto de los saqueos en todo el país.

Hay un dato más que añade Gallo para culpar a los responsables de la caída de De la Rúa en el 2001. "La actitud pasiva del radicalismo bonaerense y el silencio de Raúl Alfonsín contribuyeron mucho a la grave situación institucional que tuvo que enfrentar Fernando", recordó el ex secretario general de la Presidencia.

Y añadió con sutileza: "hubo silencios como el de Alfonsín que fueron gritos".

A Gallo no le quedan más palabras que agradecimiento a su amigo De la Rúa y el recuerdo amargo de un gobierno que no fue. O mejor dicho que culminó tras "un complot explícito hasta en las consignas de sus conspiradores", como definió Gallo ante Infobae.

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