"Los camarotes de los nuevos trenes a Córdoba. Lo que Menem privatizó, Cristina se robó y Macri recuperó" dice una publicación que estuvo circulando en Facebook. El texto va acompañado de una imagen de un vagón de tren moderno.
La foto es real y muestra un pasillo con camarotes de los trenes que van de Buenos Aires a Córdoba. Pero, a diferencia de lo que se alude en el texto, esas unidades nuevas fueron puestas en funcionamiento durante la gestión de Cristina Kirchner, en marzo de 2015, tal como se detalla en una investigación realizada por Reverso, un proyecto periodístico colaborativo que abarca a más de 100 empresas de tecnología y medios de comunicación -entre ellos Infobae- que buscan intensificar la lucha contra la desinformación durante la campaña electoral.
En el marco de esta iniciativa, se está realizando un especial trabajo de monitoreo y verificación de contenidos virales para producir y difundir artículos que dejen en evidencia toda la desinformación que está circulando durante el proceso electoral.
Crece la información falsa en tiempos de campaña
El caso que se menciona aquí es apenas uno de tantos. Durante este último mes también circuló por las redes sociales un texto que dice que el gobierno nacional le pide a los empleados del Correo que no vayan a trabajar el día de las elecciones (las Paso son el 11 de agosto y el 27 de octubre, las elecciones generales). Esta información que fue viralizada miles de veces en redes es falsa.
@taricoariel hace una parodia mía. Hasta ahí todo bien. Un humorista haciendo su trabajo. El problema es que después alguien lo recorta y lo distribuye en sus grupos se whatsapp como si el audio lo hubiera grabado yo mismo.
Que campañita sucia nos espera con las Fake News!— Felipe Solá (@felipe_sola) June 24, 2019
Tampoco es real el supuesto audio donde Felipe Solá le pide a sus compañeros que intenten "no mostrar en campaña lo fachos que son". El del audio no es Solá, sino el humorista Ariel Tarico haciendo una parodia. El problema es que ese contenido se hizo circular por WhatsApp como si fuera algo que realmente dijo el diputado, cuando no fue así.
En estos días circuló también un video donde se la ve a Patricia Bullrich hablando con dificultad sobre un operativo. El clip fue manipulado: se ralentizó el video original y se lo hizo circular en las redes como si fuera real.
En el último tiempo volvió a circular en las redes sociales publicaciones donde se dice que Axel Kicillof, ex ministro de Economía y precandidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Frente Todos, cobraba un sobresueldo de USD 420 mil por mes, cuando se desempeñó como director YPF. La verdad es que desempeñó ese cargo (entre 2012 y 2015) ad honorem, es decir que no cobraba un salario. La información es falsa y se desmintió varias veces pero, en tiempos electorales, vuelve a recircular.
Todos estos casos son apenas algunos de la gran cantidad de información falsa que se difunde por medio de redes, blogs y pseudos portales de noticia. Incluso hay plataformas que se presentan como "creadores de bromas", que ofrecen plantillas para fabricar noticias falsas, tal como se denuncia en una investigación de Chequeado.
Cómo se fabrican las noticias falsas
Muchas veces la información falsa o las noticias falsas se fabrican sin recurrir a grandes técnicas: simplemente se aprovechan de la credulidad de la gente o el apuro por compartir cualquier dato alarmante que llega al celular.
Se amplifican mensajes: se toma un dato real y se agranda
"Se suelen emplear títulos muy llamativos o que hacen referencia a hechos que hayan sucedido hace poco, de manera exagerada, para llamar la atención. Por ejemplo, luego del apagón circuló un mensaje que decía que al día siguiente iba a haber otro apagón programado por el gobierno y se hacía circular como que era un comunicado oficial y eso no era verdad", explica Juan Manuel Lucero, líder de News Lab de Google en Argentina, en diálogo con Infobae.
En ese falso mensaje se puede ver un elemento que deja ver que hay, cuanto menos, algo sospechoso: dice que el corte estaba programado por el ya extinto Ministerio de Planificación Federal. Pero los engaños no siempre son tan evidentes, a veces se toman más recaudos: los textos pueden estar bien escritos, mencionar una entidad real y hasta incluir documentos que parecen ser oficiales, pero igual ser parte de una mentira.
Empatía
Muchos mensajes apelan a la empatía de los usuarios. En estos casos, por ejemplo, alguien hace circular información donde se muestra una foto de algún niño o adulto internado con un texto que dice que esa persona es el hermano, padre o algún otro familiar y que está viviendo algún problema. Entonces se publican cosas como "mi abuela está internada y como el municipio cortó los suministros no puede recibir la dosis de su medicamento para el tratamiento que está haciendo".
El apuro por compartir y la confianza en el material porque "me lo mandó un amigo"
"En un estudio de Estados Unidos se comprobó que cuando la gente recibe información de un amigo, familiar o alguien en quien confían ya de por sí toman esa información como válida, sin importar quien produjo esa información o de dónde salió. Y esa confianza hace que se haga recircular esos datos que llegan por las redes, sin dudar", analiza Roxana Morduchowicz, doctora en Comunicación y autora de Ruidos en la web, en diálogo con Infobae.
Y añade: "muchas veces la gente tiende a compartir sin dudar, o sin investigar la procedencia o la fuente de la supuesta noticia o información, y a veces también tienden a creer más en quién le mando la información que en el autor del contenido".
Hacer recircular fotos y videos viejos
"Otras veces se hace circular una foto o video viejo y se lo vincula a un hecho actual", analiza Lucero. Tras el apagón, por ejemplo, se viralizó un video donde se ve un cortocircuito y se lo vinculaba al apagón del último domingo. En realidad se trataba de un incidente ocurrido en abril de 2018 en una planta de una empresa de productos lácteos que nada tenía que ver con los cortes de luz.
Qué son los deep fakes
En el último tiempo se comenzó a hablar de una nueva técnica que permite fabricar contenido audiovisual falso con un realismo asombroso. Se trata de los deep fakes y está basado en un sistema de aprendizaje automático llamado redes generativas antagónicas (GAN, por sus siglas en inglés).
La técnica en sí no apunta a producir noticias falsas sino a producir contenido audiovisual realista que puede tener muchas aplicaciones prácticas en diseño, arquitectura y hasta salud, tal como explicó el año pasado, en una entrevista exclusiva con Infobae, Ian Goodfellow, el cerebro detrás de las redes GAN.
Pero tal como suele ocurrir con la tecnología o con cualquier otro avance científico, siempre se puede utilizar el conocimiento para generar cosas que no siempre son positivas. Así es que esta técnica, que tantos beneficios puede generar, también se puede emplear para producir videos donde se les puede hacer decir a los protagonistas cualquier cosa, tan sólo para difundir engaños.
Con el fin de concientizar sobre el alcance que puede tener esta técnica se han hecho circular falsos clips donde Obama critica a Donald Trump o Mark Zuckerberg habla sobre el control de lo datos personales. En ambos caso se tratan de videos que, desde el mismo momento en que se difundieron, sus autores aclararon que eran falsos y que lo hacían para generar impacto en la audiencia con el objetivo de dejar en claro un mensaje: las técnicas de engaño pueden ser muy sofisticadas. Y por eso es necesario estar más alerta que nunca.
Sin embargo, tal como se vio en la mayoría de los casos analizados en esta nota, muchas veces no se hace uso de estas técnicas deep fake, porque no hace falta. Con un poco de manipulación psicológica y pequeños engaños se logra viralizar cualquier contenido. La falta de cuestionamiento por parte de los lectores y el apuro por compartir todo lo que llega en las redes contribuye a que crezca el fenómeno de la desinformación.
Cómo evitar caer en la trampa de la desinformación y las noticias falsas
Antes de compartir una información o supuesta noticia, es necesario buscar en internet y es necesario verificar de dónde viene ese dato. A veces basta una simple búsqueda para darse cuenta que esos supuestos datos son falsos.
También hay que verificar, en caso de que corresponda, si la información salió en un sitio de noticias conocido y confiable. ¿O acaso viene de un portal que parece sospechoso o tiene un nombre que busca parecerse al de un sitio reconocido pero no es tal? Lucero recuerda que muchas veces basta verificar la URL para darse cuenta de esto juegos de palabras en los nombres. El especialista también comparte otros consejos que ofrece en el marco los training de Información y Democracia de Crecé con Google, que viene dictando en distintas partes del país. Aquí, las recomendaciones:
1. Si se trata de una cadena de un servicio de mensajería sin autoría o sin enlace, desconfiar de la fuente y, preferentemente, no compartir.
2. Si el texto tiene autoría, identificar si pertenece a una fuente legítima y de confianza. Investigar el nombre del medio o del autor en Google para ver qué otros artículos escribió y para qué medios trabaja. Prestar atención a si el sitio que reprodujo la noticia publica cosas solo de un lado político o con algún sesgo ideológico.
3. Si hace referencia a un medio de comunicación, entrar a la página web de ese medio para comprobar si la noticia está efectivamente ahí.
4. Buscar el titular en Google: si es verdadera, es probable que otros medios confiables la hayan reproducido; si es falsa, puede que algunos sitios de verificación de datos hayan averiguado que se trata de un rumor falso.
5. Buscar los datos que se citan: si afirma que alguna autoridad dice algo, verificar si hubo otros medios que reprodujeran lo que dijo.
6. Verificar el contexto, como la fecha de publicación: sacar una noticia de contexto y divulgarla en una fecha diferente también es una forma de desinformación.
7. Corroborar la veracidad de una imagen: se puede hacer una búsqueda "inversa" de imágenes y comprobar si otros sitios la reprodujeron. Solo hay que ingresar a Google Imágenes y elegir el ícono de la cámara: "Buscar por imágenes". Luego, se debe arrastrar la imagen o copiar la URL de la foto sobre la que se desea saber más.
El buscador arrojará una lista de páginas en donde ha sido usada antes la misma imagen, permitiéndole a los usuarios saber cuál es su origen y dónde fue realmente tomada. Gracias a esta herramienta, muchos verificadores han descubierto que, por ejemplo, una supuesta fotografía de la guerra de Siria en realidad fue tomada en otro conflicto bélico del mundo.
8. En relación a los audios o videos, tratar de resumirlos y buscarlos en internet introduciendo las palabras clave y el nombre del servicio de mensajería a través de la cual se haya recibido.
9. Si la noticia cita cifras de investigaciones o de otros datos, buscarlos para ver si esos datos son reales.
Otros consejos para tener en cuenta:
Existen sitios, como Fotoforensics, que ofrecen herramientas para que el usuario deduzca si una foto fue manipulada con alguna herramienta de edición digital.
El sitio First Draft ofrece fuentes de referencia rápida, casos prácticos y recomendaciones para verificar contenido que circula en las redes. El sitio apunta a capacitar a periodistas pero puede ser de utilidad para todos los ciudadanos.
¿Y con todo esto alcanzará? Nada es infalible pero al menos uno se asegura de reducir al mínimo las chances de caer en las trampas. El desafío será mayor cuando las técnicas de deep fake se hagan más extensivas. Pero hoy en día, la mayoría de los engaños recurren al apuro y la falta de chequeo por parte de los usuarios. Y en esos casos, con seguir estos sencillos pasos para verificar la veracidad de una información se reduce, de manera significativa, las posibilidades de ser víctimas de engaño.
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