El ex ministro de Economía y actual precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires del Frente de Todos, Axel Kicillof, obtendrá el respaldo de casi 60 intendentes bonaerenses en un encuentro que unirá bajo el mismo techo al kirchnerismo, el peronismo y el massismo.
Después de la alianza entre Alberto Fernández y Sergio Massa, los jefes comunales confluirán para dar una señal de unidad y escuchar, de boca del economista, cuáles son los pasos a seguir en la campaña electoral. La reunión está agendada para el miércoles a las 16. De allí saldrá una foto que deje a la luz la estructura y fortaleza política de la oposición en la provincia.
La de mañana será la primera cumbre de intendentes desde que Kicillof y su compañera de fórmula, Verónica Magario, fueron oficializados para competir frente a la gobernadora María Eugenia Vidal. Hasta el momento el ex ministro solo se había reunido con los jefes comunales durante las recorridas de campaña. Sobre todo, en el interior bonaerense, donde concentró la mayor parte de su actividad.
"Será una reunión de trabajo para alinear el discurso y conocer las necesidades más importantes que haya en cada distrito. También para clarificar cuáles son las prioridades y las propuestas", explicaron a Infobae desde el bunker de Kicillof. El encuentro le servirá al economista K para alinear todas las voluntades y armar un grupo compacto que afronte la campaña con uniformidad.
Kicillof les llevará una propuesta concreta a los intendentes. Les pedirá que sean la cara visible del enfrentamiento diálectico y político con María Eugenia Vidal. Que se encarguen de mostrar en sus localidades lo que entienden que es una mala gestión de la gobernadora de Cambiemos y que dejen expuestas las promesas incumplidas del gobierno provincial.
El precandidato a gobernador apostará a multiplicar las voces contra la gestión de Vidal, mientras él se ocupa de explicar las propuestas de su posible gobierno. Así se dividirán tareas para la campaña frente a una elección que, a priori, parece estar muy pareja y que no tiene balotaje. El que gane, lo hará aunque sea por un voto.
En la mesa chica de Kicillof prefieren ser más cautelosos con los números que marcan las encuestas y apelan a un discurso moderado con respecto al futuro. "La percepción que tenemos es que estamos abajo en las encuestas pero que vamos escalando y mejorando", sostienen. Una buena forma de ser un rival que va de punto a jugar un partido en cancha visitante.
El ex ministro de Economía les planteará a los intendentes armar un doble comando. Él se encargará de mostrar que el peronismo que representa es la mejor alternativa para gobernar la provincia con más habitantes del país, a través de propuestas y reconstrucciones del pasado kirchnerista, mientras los jefes comunales se concentrarán de exponer las deficiencias de la gestión de Vidal en cada una de las localidades que gobiernan.
Los intendentes esperan que Kicillof haga una evaluación de la situación económica y estructural de la provincia, y que escuche sus devoluciones con respecto a las realidades de cada municipio. También pretenden que quede en claro el lugar que ocuparán en la campaña y cuáles serán las políticas públicas que se convertirán las banderas del discurso electoral.
En el cónclave bonaerense habrá diferentes miradas. Hay intendentes que consideran que la campaña se debe nacionalizar y asociar la imagen de Vidal a la de Mauricio Macri. Multiplicar la idea de que "Vidal es Macri" y emparentar los resultados que generó la crisis económica en todo el país con el impacto en la provincia de Buenos Aires.
"Hay que nacionalizar la campaña de la provincia. No nos sirve discutir con Vidal sobre la lucha contra mafias y los puentes que hizo. Hay que discutir la agenda nacional y hablar de la inflación, el empleo y la plata que no alcanza", reflexionó un intendente que gobierna uno de las localidades más grandes del conurbano.
Hay otros que entienden que el mejor camino es aprovechar los conocimientos de Kicillof y pedirle que en sus recorridas lleve al llano las complejas variables de la economía. Es decir, que le explique al ciudadano de a pie los motivos reales por los que su sueldo no le rinde cuando va al supermercado. Creen que el diputado tiene que hacer hincapié en lo que más sabe y en el punto más débil del gobierno de Macri: la economía.
La campaña de Kicillof ya empezó, pero en La Plata tendrá un nuevo impulso dado por los intendentes. Los dirigentes que perdieron poder en el cierre de listas, pero que apuestan a mostrar su poder de fuego para lograr que el peronismo vuelva a gobernar Buenos Aires después de cuatro años. En definitiva, creen que un triunfo en territorio bonaerense será el principio del final de Mauricio Macri. El inicio de la derrota nacional.
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