Rogelio Frigerio, Miguel Angel Pichetto y Mario Negri coincidieron este martes por la noche en la reunión mensual del Club Político Argentino, que los convocó para hablar de "los acuerdos políticos y los futuros desafíos parlamentarios", en una charla que llenó la sala D del Centro Cultural San Martín, al punto que no quedó ni una silla libre.
No era la primera vez que los tres expositores estaban en el CPA, pero sí la primera que lo hacían juntos, mostrando la sintonía de este tiempo donde radicales y peronistas parecen no tener diferencias históricas, sobre todo si de lo que se trata es de derrotar al kirchnerismo.
"Democracia vs autocracia", "república o populismo", "transparencia vs oscurantismo", son algunos de las líneas con la que sintetizaron los tres dirigentes el pensamiento compartido, cada uno con una historia política distinta.
Entre los socios del CPA parecía haber satisfacción con la recientemente conformada coalición, ya que en las preguntas que se hicieron tras sus ponencias no se escuchó ninguna de las habituales críticas, normales en este agrupamiento de intelectuales.
Frigerio no ahorró la autocrítica, al resaltar que "creímos que sería más fácil resolver situaciones que se mostraron difíciles, pensamos más sencilla la salida de asuntos estructurales que no pudimos ni siquiera abordar, no tuvimos conciencia de la debilidad del Gobierno en el Congreso". Y sorprendió definiendo como "una de las cuestiones pendientes de nuestro primer Gobierno es unir a los argentinos, es encontrarnos a pesar de las diferencias".
Pichetto volvió a elogiar la política internacional de Mauricio Macri, "una política presidencial que recuperó el diálogo con las principales potencias del mundo, que no dudan en respaldarlo porque saben que es la garantía para que no vuelva el populismo a la Argentina".
Negri se concentró en criticar a la fórmula Fernández-Fernández, "solo un cambio del lugar de los actores para acumular poder, pero no atisba ningún cambio en la forma de pensar el país, porque mira el pasado reciente con nostalgia". El presidente del interbloque Cambiemos, que va por la reelección como primer candidato a diputado nacional por Córdoba, también dijo que "se debe romper con dos creencias que conviven en la Argentina: la idea de que un acuerdo global es sinónimo de debilidad par el gobierno que convoca y la idea de que ese acuerdo implica complicidad para los opositores que acompañan". "Si no se entierran esos dos prejuicios, el país no avanzará", agregó.
En un escenario donde el ala política del Gobierno fue marginada de la conformación de las listas, las palabras de Negri resonaron como una crítica lateral a la estrategia oficialista. Sin embargo, ni Pichetto ni Frigerio se refirieron al asunto, a pesar de que -junto al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó- serían los más perjudicados.
Por el contrario, Pichetto valoró la apertura con la que fue recibido por los principales miembros del Gobierno. Y Frigerio destacó la importancia de profundizar el camino del diálogo iniciado con los gobernadores, más allá de la ideología política que profesan, como forma de garantizar la gobernabilidad y la calidad de vida de los ciudadanos.
Desde el público, los escuchaban la presidente del Club Político, Graciela Fernández Meijide, además de los diputados Eduardo Amadeo y Facundo Suárez Lastra, el historiador Jorge Ossona, el dirigente social David González, el embajador Mariano Caucino, el director del Archivo General de la Nación Emilio Perina, el dirigente peronista "Chicho" Basile, el periodista Gustavo Noriega, el politólogo Alex Guvenel y el ex secretario de Medios Públicos Jorge Sigal, entre unas 200 personas que colmaron el salón.