El retorno de Sergio Massa al kirchnerismo y las tensas negociaciones del cierre de listas a últimas horas del sábado, configuraron un nuevo escenario político en la Legislatura bonaerense pese a que recién en diciembre asumirán los nuevos diputados y senadores.
Los recientes movimientos políticos podrían condicionar la gobernabilidad de María Eugenia Vidal y su margen de negociación con la oposición, que busca cualquier artilugio institucional para erosionar la candidatura de la actual gobernadora.
La Cámara Baja bonaerense comenzó el año legislativo con 44 diputados de Cambiemos, 22 de Unidad Ciudadana – PJ, 12 del Frente Renovador, 7 del PJ- Unidad y Renovación, 4 del Frente Amplio Justicialista y 3 monobloques (Frente de Izquierda y de los Trabajadores, Integrar y Movimiento Evita).
Desde la asunción de Vidal en 2015, el massismo actuó como garante de gobernabilidad al ofrecer sus votos para la resolución de arduas discusiones -como la Ley de Prespuesto provincial, de endeudamiento y fiscal impositiva- que presentaban el inexorable rechazo de los legisladores kirchneristas.
De hecho, en su primer año de gestión, la presidencia de Diputados estuvo a cargo de Jorge Sarghini, referente del Frente Renovador y ex secretario de Hacienda de la presidencia de Eduardo Duhalde. Luego asumiría Manuel Mosca en su reemplazo, que actualmente está bajo la mira de la Justicia.
En este contexto, tras los comicios de 2017, donde Vidal saldría fortalecida por la contundente victoria de Cambiemos, Massa pagó su derrota electoral en la representación parlamentaria bonaerense.
Hoy, a casi 4 años, el escenario es muy diferente al del 2015 y al de apenas tres meses atrás. La conformación del Frente de Todos, que incluyó el regreso del líder del Frente Renovador al kirchnerismo, estableció una nueva distribución de la Cámara Baja.
Sumados Unidad Ciudadana, el massismo, el PJ – Unidad y Renovación que responde a los intendentes, el Frente Amplio Justicialista y el Movimiento Evita, el peronismo ya posee un total de 46 diputados sobre 92, superando a los 44 de Cambiemos .cuyo número total de integrantes es relativo si se tienen en cuenta los heridos que dejó el cierre de listas el último sábado.
Emilio Monzó resultó ser uno de los grandes derrotados, tras las firmas de los candidatos de Juntos Somos el Cambio. El presidente de la Cámara de Diputados Nacional no logró sumar a nadie en provincia de Buenos Aires, ni tampoco consiguió la renovación de los actuales legisladores de su entorno.
Tras ser marginado, la especulación se centra en cómo responderán de ahora en más los diputados monzonistas, Marcelo Daletto y Oscar Sánchez que terminan su mandato este año, y Guillermo Bardón a quien le quedan dos años de gestión.
En la última apertura de sesiones de la Legislatura bonaerense Emilio Monzó y Cristian Ritondo habían dado la nota política al estrecharse las manos entre risas para despejar dudas sobre el supuesto malestar que había en Cambiemos para con quien preside Diputados a nivel nacional. Hoy la foto es otra, con Monzó relegado y el ministro de Seguridad de Vidal encabezando la lista por Buenos Aires.
En la Cámara de Diputados provincial, además Cambiemos sufrió la fuga de otros dos legisladores. Guillermo Castello, ex Coalición Cívica, firmó como precandidato a gobernador por el Frente Despertar de José Luis Espert. Y Fernando Pérez, quien ingresó representando al oficialismo, hoy compite por la intendencia de Quilmes representando a Consenso Federal.
Por estos motivos es relativo el número de 44 legisladores de Cambiemos en Diputados considerando que podría llegar a perder 4 bancas, frente a las 46 que logró la unidad entre el justicialismo, el kirchnerismo y el massismo.
Otro dato significativo para la gobernabilidad de Vidal en la Cámara Baja es que su presidente, Manuel Mosca, está de licencia hasta que se esclarezca una denuncia de abuso en su contra. Mientras tanto, la conducción también quedó en manos del peronismo con Marisol Merquel y Carlos "Cuto" Moreno.
En el Senado bonaerense la situación de Vidal presenta un escenario más optimista. Sin contar la situación de Monzó y la unidad peronista, el año comenzó con 29 legisladores de Cambiemos sobre un total de 46; Unidad Ciudadana – FPV con 11; el Frente Renovador 2; y el PJ – Unidad y Renovación 4.
En Senadores, Vidal cuenta con quórum propio, y la unión de todos los bloques opositores alcanzaría las 17 bancas. Lejos de generarle una situación similar a la de la Cámara Baja, el escenario para el oficialismo puede deteriorarse dependiendo de la respuesta del monzonismo, ya que Gabriel Monzó -hermano de Emilio-, Eduardo Schiavo y Marcelo Pacífico culminan sus mandatos este 2019. De trasladarse el malestar del cierre de listas al ámbito de la Cámara Alta, Vidal podría quedarse con 26 senadores.
En estas elecciones, Diputados renueva 46 bancas y el Senado 23. Quien más arriesga es Cambiemos con 19 escaños en juego en la Cámara Baja, y 13 en la Alta. Teniendo en cuenta los espacios que confluyeron en el Frente de Todos, la oposición unida pone en juego 27 diputados (17 de Unidad Ciudadana y 10 del Frente Renovador), y 10 senadores (8 de UC y 2 del FR).
Con la mira puesta en fortalecerse en un eventual segundo mandato, frente a esta nueva configuración legislativa, Vidal apostó en el armado de las listas a referentes de peso a nivel provincial: Alex Campbell, actual Subsecretario de Asuntos Municipales, quien suena como futuro presidente de la Cámara encabezará la lista de la primera sección, secundado por Verónica Barbieri quien responde al intendente de Vicente López, Jorge Macri. Entre otros nombres figuran el de Lorena Petrovich, Walter Lanaro, Laura Riccini, Mauricio Viviani, todos del PRO. También competirá a nivel provincial Daniel Lipovetzky, quien quedó relegado del Congreso Nacional.
Por parte de la oposición, en el Frente de Todos participarán pesos pesados como Omar Plaini, del sindicato de canillitas, la esposa de Sergio Massa, Malena Galmarini, el intendente del partido de La Costa, Juan Pablo de Jesús, y Adrián Grana, entre otros. Por parte de Consenso Federal, Roberto Lavagna llevará de candidata a senadora provincial a Hilda "Chiche" Duhalde.
Los años electorales denotan una escasa actividad legislativa por lo que si bien este nuevo escenario puede comprometer las iniciativas del oficialismo, la gobernabilidad de María Eugenia Vidal se vería realmente condicionada -si triunfa frente a Axel Kicillof- cuando suceda el último gran debate del año: el Presupuesto 2020.
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