Vidal se pone al frente del financiamiento de la campaña y contrató a una empresa para ordenar la recaudación de fondos

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María Eugenia Vidal, en abril,
María Eugenia Vidal, en abril, rodeada de empresarios del Cicyp (Maximiliano Luna)

Durante la semana, en medio de las negociaciones por el cierre de listas, María Eugenia Vidal se hizo un hueco en la agenda. En compañía del senador Esteban Bullrich y de Fabián Perechodnik, secretario general bonaerense, la gobernadora se presentó el miércoles ante una docena de empresarios nucleados en una agrupación que tiene sólidos vínculos con la política.

"Esta elección es bisagra", planteó Vidal cómo síntesis de su mensaje ante empresarios de diversos rubros, en un encuentro organizado para empezar a poner en funcionamiento la maquinaria de financiamiento de la campaña bonaerense.

El jueves, durante el feriado, la gobernadora repitió la escena. Esta vez, en la casa del líder de un banco privado de primera línea, que la esperó junto a otros hombres de negocios ansiosos por escuchar a la mandataria antes de manotear la billetera para apostar por su candidatura.

Aclamada por el círculo rojo -a fines de abril tuvo que negar ante los referentes del CICYP que sería candidata a la Presidencia, en el momento de mayor zozobra el gobierno de Mauricio Macri-, Vidal se puso al frente del financiamiento de su campaña. Hace varios meses, Federico Salvai, su jefe de Gabinete y hombre de confianza, le había avisado que no quería volver a exponerse en esos menesteres.

Es que el financiamiento de la campaña bonaerense de Cambiemos del 2017 le pegó a Vidal en su línea de flotación.

"Hubo mucha desprolijidad administrativa. Un error que a mí en lo personal me pesa mucho. Yo puedo tener aciertos o errores de gestión, soy humana y me puede pasar, pero mi honestidad siempre ha sido mi principal capital", le dijo a Infobae a fines del año pasado, un semestre después de que el sitio El Destape revelara que una buena parte de los aportes del 2017 habían sido, cuanto menos, irregulares, y tras la salida de María Fernanda Inza, la tesorera de esas rendiciones.

Después de múltiples gestiones, que ningún dirigente del PRO se quiere atribuir, la causa abierta por esa investigación quedó en manos de la Justicia platense, mucho más permeable al poder político provincial que Comodoro Py.

Esa denuncia apuró al Gobierno a enviar al Congreso la nueva ley de financiamiento de los partidos políticos -aprobada después del verano-, que bancariza los aportes, los hace trazables e impulsa la vuelta de las contribuciones empresarias, prohibidas en el 2009.

María Eugenia Vidal junto a
María Eugenia Vidal junto a los candidatos de Cambiemos del 2017 (Télam)

En ambos encuentros ante el círculo rojo, confirmados a este medio por fuentes oficiales y empresariales, Vidal se presentó junto a Bullrich y Perechodnik, dos dirigentes de fluidos vínculos con sectores del empresariado y del mundo financiero que fueron designados por la gobernadora y su equipo para comandar el fundraising. Esperan recaudar varios cientos de millones de pesos.

La gobernadora, sin embargo, también estuvo acompañada por Ana Garat, una licenciada en relaciones públicas que en el 2008 creó junto a dos colegas la sociedad M&M&A SRL, dedicada al "desarrollo de la filantropía". Garat acaba de ser contratada por el PRO bonaerense para llevar adelante la logística y la administración de la recaudación de la campaña. Su empresa -Phylia, según su nombre de fantasía- trabaja para docenas de asociaciones, organizaciones de la sociedad civil y universidades privadas.

Mario Quintana, el fundador de Farmacity que todavía entra y sale de Olivos sin permiso, también se reúne con empresarios para recolectar donaciones. Según su propio entorno, "para candidatos locales".

En el caso de la campaña nacional, la recaudación de fondos volverá a tener como principal encargado a José Torello, jefe de Asesores de Macri, amigo de la juventud y apoderado del PRO. Ya hizo ese trabajo en el 2017, ante la ausencia de Nicolás Caputo, el más íntimo de los amigos del Presidente, y sus colaboradores, que cumplieron ese rol en el 2015.

Según fuentes del Gobierno, hay un grupo de empresarios que ya comprometieron su aporte ante la aprobación de la nueva ley. Las compañías denominadas "unicornios", como Mercado Libre, que tienen una estrecha relación con la Casa Rosada, ya habrían prometido su donación. Por ejemplo, Marcos Galperín, CEO de esa firma, ya había aportado $1 millón al PRO en el 2017.

El financiamiento de la campaña de Macri recién se pone en marcha. Por lo pronto, el macrismo ya designó al responsable financiero que deberá avalar con su firma la rendición de cuentas del Presidente. Se trata del diputado Ezequiel Fernández Langan, un dirigente de confianza del jefe de ministros, Marcos Peña, y del secretario general, Fernando de Andreis.

Todo un avance: la responsable económica de la campaña presidencial de Cambiemos del 2015 había sido una jubilada de 68 años.

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