El empresario Alberto Samid recibió hoy una buena noticia: la Justicia le concedió la prisión domiciliaria por los problemas de salud que padece y que ponen en riesgo su salud en la cárcel de Marcos Paz.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que la decisión fue tomada por el Tribunal Oral en lo Penal Económico 1, que dispuso que Samid continúe la detención en su domicilio de la localidad bonaerense de Ramos Mejía con el uso de una tobillera electrónica que controle sus movimientos.
Samid está preso desde el 6 de abril cuando fue detenido en Belice tras fugarse del juicio oral en el que fue condenado a cuatro años de prisión por asociación ilícita en la evasión de impuestos de la comercialización de carne.
Su defensa pidió la prisión domiciliaria por su estado de salud y, tras las revisiones que le hicieron los peritos forenses, se hicieron la semana pasada dos audiencias con los peritos médicos oficiales.
Allí dijeron que Samid, de 71 años, sufre los problemas propios de la edad: afecciones cardíacas e hipertensión. Pero también diabetes y un severo cuadro de estrés. Los expertos explicaron que cada persona reacciona de manera distinta a la cárcel y que Samid lo hizo de manera negativa.
Los forenses señalaron que el cuadro de salud de Samid se puede agravar por la falta de atención médica en la cárcel de Marcos Paz. Dijeron que de las tres ambulancias que tiene la unidad solo anda una (las otras dos tienen problemas mecánicos) y que se usa para trasladar a detenidos a turnos médicos fuera de la prisión, por lo que ante una emergencia los únicos medios disponibles son camionetas del SPF, que no están acondicionadas para atender a un paciente. A eso agregaron que el hospital de alta complejidad más cercano a la cárcel de Marcos Paz está a una hora de viaje.
Ni la Fiscalía ni la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que es querellante en la causa, se opusieron a la prisión domiciliaria.
Y hoy por mayoría resolvió el tribunal oral. Los jueces José Michilini y Diego García Berro señalaron que la detención desmejoró la salud de Samid y que las reglas internacionales velan por las condiciones de detención en las cárceles.
También explicaron que la condena a Samid no está firme -fue apelada y tiene que ser revisada por la Cámara Federal de Casación Penal- y que los hechos que se juzgaron ocurrieron hace más de 20 años, en 1996.
En disidencia votó el juez Ignacio Fornari por la continuidad de Samid en prisión. Sostuvo que el peligro de fuga del empresario se mantiene y que la pulsera electrónica no es la mejor vía para neutralizar ese riesgo.