Tierra del Fuego: el gobernador electo rechazó las acusaciones de abuso sexual en su contra

"Soy gay y usaron mi condición sexual para denunciarme", aseguró Gustavo Melella

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(Carolina Niklison) Melella, electo gobernador el domingo pese a las denuncias (C.Niklison)

El flamante gobernador electo de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, se defendió ante Infobae de las acusaciones en su contra por presunto acoso y abuso sexual, que tres obreros de la construcción hicieron en la Justicia en octubre pasado, y ratificaron ante este medio.

"Todo fue parte de una campaña política. Yo no manejo la Justicia. La gente sabe bien cómo fue y quien estuvo detrás", aseguró.

Cuando Infobae le preguntó si se refiere a la actual gobernadora Rosana Bertone, su contrincante vencida  en la elección del domingo, Melella se negó a identificarla por su nombre. El actual jefe comunal de Río Grande derrotó a Bertone por el 50,9% de los votos, y no hizo falta abrir la instancia del balotaje.

"Si cometí un delito, tendré que pagarlo. Pero si me denunciaron falsamente, tendrán que pagarlos ellos", sostiene con voz calma por el teléfono. "La justicia está avanzando", agrega. Se refiere a la causa judicial que tiene a cargo el juez Raúl Sahade en Tierra del Fuego, quien a nueve meses de la denuncia aún no lo citó a indagatoria ni le secuestró el celular.

Luego de hablar con Infobae esta mañana, Melella sostuvo en declaraciones radiales que las denuncias de abuso se debieron a su homosexualidad, que admitió públicamente. "Soy gay y usaron mi condición sexual para denunciarme por abuso". En ese sentido, agregó: "Sabíamos que por mi condición sexual, las denuncias iban a venir por ese lado. Y justo comenzaron después de que internamente dije que iba a ser candidato a gobernador".

El intendente de Río Grande se presentó en las elecciones del domingo para gobernador por Concertación Forja, una agrupación afín al kirchnerismo, y superó por trece puntos a Bertone, de Unidad Fueguina. De origen peronista, Bertone en los últimos tiempos pasó de abrevar en las aguas de Alternativa Federal, a alinearse detrás de la fórmula presidencial de Alberto Fernández-Cristina Kirchner.

Testimonios y denuncias

Infobae volvió a contactar a dos de los tres denunciantes, quienes ratificaron las situaciones de acoso y abuso sexual que vivieron. Uno de ellos relató ante el juez y este medio, con detalles explícitos, lo que  vivió cuando Melella lo citó en su departamento con la promesa de darle trabajo.

Investigacion al Intendente Melella en Rio Grande Damian (2) Rivas, uno de los denunciantes del intendente de Río Grande(Lihueel Althabe)

"No me dan trabajo porque me reconocen como uno de los que denuncié al intendente. Cuando voy a comprar, se me ríen en la cara. Fue muy difícil para mí hasta ahora. No conseguí más trabajo en la construcción. No puedo ni llevar a mi hijo a ningún lado. Lo alcanzo al centro en el auto y no me puedo bajar, porque me señalan". Quien habla al día siguiente de la elección en Tierra del Fuego es Damián Rivas, de 59 años, oriundo de Formosa, y el primero que se animó a denunciar a Melella. Vive en una humilde casilla de dos ambientes, con su mujer y sus tres hijos en el ventoso barrio Miramar, en las afueras de la Ciudad fueguina de Río Grande.

Rivas fue a la Justicia luego de haber sido acosado sexualmente por Melella cuando fue a verlo a su despacho en la Municipalidad para reclamarle cobrar un trabajo de construcción que había hecho para la intendencia. Asegura que lo rechazó y, desde entonces, por no acceder a su favores sexuales no pudo cobrar lo que le debían, ni volver a trabajar en una obra para el Municipio.

"En los medios de Río Grande, todos apoyan al intendente, y dicen que recibí dinero de la Gobernación para denunciarlo. Es mentira. Me persiguen y no pude volver a trabajar en la construcción, solo alguna changa. Vivo prácticamente escondido. Solo conseguí trabajar de sereno, de ocho de la noche a ocho de la mañana", se lamenta en diálogo con Infobae.

"Es terrible, se burlan de nosotros, en la cara y en las redes sociales. Dicen mentiras de mí en una radio de acá, sin conocerme. Nadie se imagina lo que pasamos todos estos meses", agrega Rivas, apesadumbrado del otro lado de la línea telefónica.

Pocos avances en la causa Judicial

Rivas no fue solo a la Justicia. Lo hizo junto a otros dos obreros de la construcción como él, Alfredo Suasnabar y Mario Lovera, también de origen humilde, mayores de 50 años, y llegados a Tierra del Fuego desde Tucumán y Formosa  con la esperanza de conseguir empleo.

Primero se presentaron como testigos en una denuncia realizada por el abogado de Río Grande Francisco "Paco" Giménez por irregularidades en el manejo de la obra pública desde la intendencia manejada por Melella, que va por segundo período al frente de esa ciudad. En ese marco, contaron las situaciones de abuso de las que habrían sido víctimas, en sus intentos por conseguir empleo en obras para el Municipio, y poder cobrar las tareas realizadas.

Sus testimonios derivaron en la apertura de otro expediente en el que Melella fue imputado por presunto abuso sexual, y en el que Giménez pidió ser querellante como abogado de los tres denunciantes.

Esta otra causa -también a cargo del juez Sahade- tuvo muy pocos avances en los nueves meses que lleva en trámite. El magistrado citó a las presuntas víctimas, quienes aportaron  sus propios celulares ya que no le habían sido requeridos por el juez para ser peritados. Pusieron así a disposición de la Justicia mensajes de texto y audio intercambiados con el intendente, varios de los cuales eran de explícito contenido sexual, tal como reveló en octubre del año pasado Infobae.

Investigacion al Intendente Melella en Rio Grande Raul SahadeEl juez de Río Grande Raúl Sahade, a cargo de la causa contra Melella

Hasta ahora, Sahade no citó aún al intendente a indagatoria, ni le secuestró su celular. Según trascendió, el intendente de Río Grande habría cambiado su aparato al enterarse de las denuncias en su contra.

"Pensé en quitarme la vida"

"Lo estoy pasando muy mal, en todo sentido, en lo anímico y económicamente. No se imagina lo que pasé. Dormí en el hospital, en la estación de servicio, en un auto viejo porque no tenía un peso para pagar un alquiler. La gente te señala como el que denunciaste al intendente", relata Suasnabar, de 54 años, con tono pausado.

Alfredo Suasnabar, uno de los más afectados psicológicamente (Lihueel Althabe)
Alfredo Suasnabar, uno de los más afectados psicológicamente (Lihueel Althabe)

Después de contar en la Justicia  el abuso sexual al que -según cuenta sumido en la vergüenza- lo sometió Melella, debió dejar el cuarto que alquilaba, porque el dueño "no quería tener problemas".

"Cuando uno hace algo defendiendo su dignidad, nadie le quiere dar trabajo después. Pasé hambre, sin comer tres o cuatro días, con frío, sufrí mucho por esta causa, doña", le dice a esta cronista Susnabar del otro lado del teléfono.

Al recibir el llamado de Infobae el lunes a la noche, estaba en el cuarto de la pensión donde vive solo, en el centro de Río Grande, muy lejos de su Tucumán natal. Pudo empezar a alquilar ese cuarto hace un tiempo, gracias al dinero que le prestó su abogado Giménez y Rivas, al que considera su amigo. Se lo escucha más entero porque hace poco consiguió trabajar en una obra, por medio de un conocido de este último.

"La madre de mis hijos me mandó mensajes diciéndome que no tenía qué darle de comer a mi hijos (viven en Tucumán) y yo no podía conseguir trabajo después de la denuncia. En enero y febrero estuve muy deprimido y pensé en quitarme la vida. Una vez estaba decidido a tirarme del puente, pero vino Rivas y me sacó. Después me dio algo de dinero para alquilar y mandarle a mi mujer", relata.  La psicóloga que lo visitó como perito de parte, constató el estado depresivo de Suasnabar y  que "corría riesgo de vida".

"Me ametrallaron a preguntas"

El 5 de junio, Suasnabar tenía que declarar ante Sahade por primera vez desde la denuncia presentada el año pasado. Ya había sido citado anteriormente por el magistrado, pero su abogado Giménez se opuso a que declarara para evitar su "revictimización" y hasta que el juez resolviera su recusación. Sahade hasta ahora no lo hizo, pese a lo ordenado por la Cámara de Apelaciones del Distrito Judicial Norte.

Sin embargo, la testimonial fue suspendida por Sahade el día anterior, sin nueva fecha, luego de la extensa audiencia en la que Rivas había estado en el Juzgado por casi seis horas, hasta que se descompensó y su declaración debió postergarse.

Rivas estuvo casi seis horas en el Juzgado para declarar como víctima (Lihueel Althabe)
Rivas estuvo casi seis horas en el Juzgado para declarar como víctima (Lihueel Althabe)

"Primero me interrogó el juez sobre todo lo que yo ya había dicho. Me produjo un dolor muy grande recordar lo que pasó una vez más. Después empezó a hacerme preguntas de mi vida privada, sobre lo que hago actualmente y de qué trabajo. Me quería sacar si tenía conexiones políticas con el gobierno actual (por el de Bertone), o con alguna empresa", recuerda Rivas. El trámite de la testimonial que se extendió desde las 11 de la mañana hasta las 17.30 del último 4 de junio.

Era la segunda vez que declaraba ante el juez. La primera había sido cuando contó el acoso sexual que había sufrido de Melella al ir a reclamarle el pago que le debía la Municipalidad, y derivó en la denuncia por abuso. La segunda, cuando fue a llevar su celular, pero esa vez, no hubo diálogo con el magistrado, según le precisó a Infobae.

"Esta vez, en la audiencia el juez me apretó, me dijo que no mienta, sino iba a ir preso. Yo le dije que quería contar la verdad, todo lo que sabía, que quizás no me acordaba de alguna fecha, pero que no estaba ahí para mentir", relata. "El fiscal, en cambio (por Guillermo Quadrini) fue más compasivo. Pidió ver la documentación que yo había aportado en la causa, las facturas que la había presentado a la contadora de la Municipalidad para intentar cobrar".

A continuación, comenzó el interrogatorio del abogado de Melella, Francisco Ibarra, y de los abogados de las otras dos empresas denunciadas en la causa de la obra pública: Patagonia Construcciones SRL, vinculada a la secretaria del intendente, y Luis Vaquera.

"Comenzaron a ametrallarme con preguntas sobre cuándo vine a vivir a la isla, a qué me dedicaba, si era monotributista, cuántos trabajos hice para la Municipalidad, cuando yo ya había aportado la factura del único trabajo que hice para la Municipalidad. También cómo me contactaba con Melella. Trataban todo el tiempo de desviarme del tema del acoso sexual y hacerme quedar como que estaba mintiendo", recuerda Rivas, aún molesto por la situación que vivió en el Juzgado.

Todo el procedimiento fue calificado por Giménez como "tortuoso". "Hacer declarar nuevamente a las víctimas de abuso sexual en el proceso de instrucción no es necesario. Luego lo hacen en el juicio oral. Ellos ya lo habían hecho y hay pruebas que corroban su relato", le dijo el abogado de los denunciantes a Infobae.

Francisco Giménez, el abogado de los denunciantes (Lihueel Althabe)
Francisco Giménez, el abogado de los denunciantes (Lihueel Althabe)

El tono de las preguntas de los abogados derivó en una serie de quejas y cuestionamientos procesales por parte del representante de Rivas, que hicieron aún más extensa la audiencia por los reiterados cruces entre los letrados de ambas partes.

"Hasta que me empecé a sentir mareado y me descompuse. Tengo presión baja y estaba sin desayunar ni almorzar después de varias horas. Le dije al juez que no estaba en condiciones de seguir con ese interrogatorio, porque no me sentía bien. Era mucha la presión, lo viví como una tortura. El juez suspendió la audiencia y llamaron a una ambulancia. Me revisó un médico y me encontró mal. No pude manejar de regreso a mi casa, me tuvo que traer mi abogado", sostiene Rivas.

"Someter a una víctima a este tipo de interrogatorios donde se la trata de manera hostil es absolutamente irregular, donde además se buscaba encontrar contradicciones en su testimonio y se la amenazó con un proceso penal en caso de falso testimonio", agrega Giménez al comentar lo sucedido con su cliente.

Tras la situación vivida por Rivas,  el juez Sahade le adelantó en forma telefónica a Giménez que había suspendió la testimonial de Suasnabar prevista para el día siguiente..

En cuanto a Lovera, se volvió a Formosa poco después de hacer la denuncia por abuso en octubre pasado. Infobae lo contactó en ese momento y no quiso hacer comentarios. Su abogado Giménez le dijo a este medio que "estaba muy avergonzado por los comentarios cuando se enteraron en su barrio" luego de que trascendiera su declaración. Ayer este medio intentó hablar nuevamente con él, pero no atendió los llamados.

Como el juez Sahade no pudo notificar a Lovera de la citación a testimonial, por un error en el domicilio consignado por Giménez, el magistrado lo denunció a este letrado por obstrucción de justicia. Lo hizo tanto en sede penal como ante el Colegio de Abogados de Río Grande.

"No sabemos lo que nos espera"

"Yo quiero que la Justicia avance, pero es lenta. Ahora que Melella va a ser el próximo gobernador no sé qué va a pasar con la causa. Muchos dijeron que nuestra denuncia fue política, pero no es así. Si hubiera sido como dijeron, no estaríamos peor como estamos, sin plata, y tendríamos trabajo", se lamenta Suasnabar con voz pausada.

Rivas, en tanto, no oculta el impacto que le produjo saber del triunfo de Melella en las elecciones del domingo: "Me cuesta entender cómo la gente igual -a pesar de las denuncias- lo apoyó. Y pese a la cantidad de plata que puse el gobierno provincial en Río Grande para ganarle".

"Anoche (por el domingo) fue como si me hubieran dado una cachetada. Ahora que Melella ganó la elección, va a tener aún más poder. No sabemos lo que nos espera", sostiene con la voz casi quebrada, antes de pedir terminar la conversación.

Suasnabar no oculta su temor: "Si siendo intendente hizo cosas de estas tan feas, no sé que hará cuando sea gobernador. Melella va a tener mucho poder y va a estar cubierto. Nosotros no. Vi autos siguiéndome, las últimas veces, un Honda Fit gris. Yo hablé para que no le vuelva a pasar a otro hombre lo que yo tuve que vivir. No me quiero tirar atrás. Tuve vergüenza al hablar y ahora tengo miedo".

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