Los nuevos Herminio

Las controvertidas declaraciones de importantes referentes kirchneristas pueden complicar la estrategia electoral del Frente de Todos. El recuerdo del ex candidato a gobernador bonaerense

Herminio Iglesias quema el cajón con el nombre de Ricardo Alfonsín. A su lado, Norberto Imbelloni

El 28 de octubre de 1983, Ítalo Argentino Luder cerraba su campaña presidencial representando al peronismo. Luder aparecía rodeado por oscuros sindicalistas y asegurando que no se podía juzgar a los militares acusados de violar los derechos humanos durante la dictadura.

En cambio, el candidato radical Raúl Alfonsín proponía tres niveles de responsabilidad para juzgar a los represores, repetía como un credo el preámbulo de la Constitución cuando cerraba sus actos proselitistas y, a diferencia de Luder, presentaba una plataforma electoral moderna y con fuerte aroma a primavera democrática.

Luder era un abogado aristocrático que fue designado candidato a presidente por presión de Lorenzo Miguel, jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y el sindicalista más poderoso de su época. Luder respondía a sus órdenes, y se dejaba llevar por el entorno de Miguel, que integraban ciertos personajes como Herminio Iglesias y el "Beto" Imbelloni.

Iglesias era candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires, y ya había alcanzado reconocimiento mediático cuando dijo a los periodistas que "conmigo o sinmigo vamos a ganar". A su lado estaba Imbelloni, que sería diputado nacional.

Luder llegó con un zapato menos al palco montado frente al obelisco. Lo perdió en el camino. Los militantes cantaban la Marchita y rugían contra Alfonsín y su programa electoral. Nadie escuchaba al candidato presidencial, que ya estaba perturbado por el calor, el calzado faltante y la creciente posibilidad de perder los comicios.

Al promediar su discurso, trasmitido en vivo y en directo, Herminio Iglesias apareció en televisión junto a un ataúd con el nombre de Raúl Alfonsín y una corona fúnebre, que prendió fuego con una mecha papel enrollado. Al lado de Herminio estaba Imbelloni, y al lado de éste, Carlos Spadone, un empresario peronista que la historia asignará otras vicisitudes.

Cuando terminó su cierre de campaña, Luder comentó a su entorno "la travesura" de Herminio y "El Beto". Sólo con el correr de las horas, Luder asumió el impacto electoral del "Cajón de Herminio", un acontecimiento que es clave para explicar el triunfo de Alfonsín y la derrota del peronismo por primera vez en su historia política.

Dady Brieva, a la sombra de Herminio

Dady Brieva es humorista y reconocido militante kirchnerista. Hace unos días, como en su momento Herminio, cometió un grave error político que afectará la candidatura de Alberto Fernández. Durante una entrevista en C5N, Brieva propuso crear una CONADEP para juzgar el trabajo de los periodistas.

La CONADEP fue una comisión creada por Alfonsín para investigar la violación sistemática de los derechos humanos durante la dictadura militar. Fue esencial para descubrir las atrocidades del régimen castrense, y su trabajo meticuloso y certero, se realizó bajo presión y amenazas constantes. Ernesto Sábato, un clásico de la literatura nacional, presentó el informe final a Alfonsín. Ese informe se conoce como el Nunca Más.

En este contexto, Brieva aparece incendiando su propio ataúd. Los periodistas que escriben u opinan sobre CFK y su administración no han cometido ningún crimen de lesa humanidad. Al contrario, su trabajo está protegido por la Constitución Nacional y es una aporte clave para consolidar el estado de derecho en la Argentina.

CONADEP es un símbolo de lucha contra la represión ilegal, exigir que se abra una similar para investigar a los periodistas, es comparar el derecho de informar con la violación sistemática de los derechos humanos que hicieron los represores que aparecen mencionados en las páginas del informe Nunca Más.

Mempo Giardinelli (foto Télam)

El tándem Giardinelli-Zaffaroni

Mempo Giardinelli es un intelectual argentino que sorprendió durante un reportaje en C5N. Junto a sus compañeros de El Manifiesto Argentino propuso redactar "una nueva Constitución nacional que surja de un referéndum donde el pueblo se manifieste y elabore un nuevo pacto social". Y remató: "El punto central es la eliminación del Poder Judicial para que haya en su lugar un sistema de justicia o un servicio de Justicia".

Alberto Fernández, el candidato presidencial del Frente de Todos, es profesor de derecho penal en la Universidad de Buenos Aires. Fernández no está de acuerdo con la perspectiva ideológica de Giardinelli y su propuesta causó más de un comentario mordaz en el histórico salón de profesores en la facultad de derecho.

Con todo, y pese a no estar de acuerdo, Fernández sabe que la propuesta de Giardinelli le hace daño electoral. La propuesta del intelectual chaqueño es similar al acto incendiario de Herminio: como no estoy de acuerdo con la justicia que investiga los presuntos delitos del kirchnerismo, propongo "la eliminación del Poder Judicial". Herminio, más elemental, como no estaba de acuerdo con Alfonsín, prendió fuego un cajón con los colores del radicalismo.

El ex ministro de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Raúl Zaffaroni

Eugenio Raúl Zaffaroni es intelectual como Giardinelli, pero ejerció una cuota de poder desde la Corte Suprema. En este sentido, Zaffaroni tiene una mirada más cercana a la realpolitik y se cuida de proponer la disolución institucional del Poder Judicial. El ex juez, experto en derecho penal, busca lo mismo que Giardinelli, pero presentado de distinta manera.

"Llegado un gobierno de otro signo habrá que hacer unos parches en cuanto a la estructura del Poder Judicial en la medida que lo permita nuestra Constitución", señaló Zaffaroni. Y añadió: "Constitucionalmente hay formas. Creo que se podría hacer una ley de revisión extraordinaria ante una cámara y de ahí a la Corte. Habrá que pensar si vale la pena mantener la estructura de la Corte, si hay que cambiarla un poco. Son cosas institucionalmente que son posibles de hacer".

Zaffaroni habla muchos idiomas, y jamás usaría el terminó "sinmigo". No obstantes, pese a sus sutilezas lingüísticas, el ex magistrado repite la misma lógica que Iglesias: pretende anular por la fuerza lo que no gusta, molesta, o se cree que puede poner en jaque el poder que supuestamente se posee.

Cúneo y Kirchner, dos buenos amigos

Cúneo, acusado de antisemita

Mauricio Macri viajaba a Israel, y Santiago Cúneo -candidato peronista a gobernador bonaerense- lo acusó de ser "socio político del sionismo internacional", una típica declaración antisemita, que era furor en Alemania durante el ascenso de Adolfo Hitler. Cúneo fue denunciado por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), y la causa que investiga su antisemitismo y misoginia, avanza sin pausa en los tribunales porteños.

Máximo Kirchner es amigo de Cúneo y apoya su carrera política. Hace unos días posteó una foto junto al líder de la Cámpora, anunciando su apoyo a la fórmula Fernández-Fernández. El candidato a presidente del Frente de Todos, salió al cruce de esa foto, pero el daño ya estaba hecho.

"Estoy enfrentado con los nazis y antisemitas", opinó, seco, Fernández.

Cuando ya estaba alejado del poder, Alfonsín invitó a un puñado de periodistas a cenar. Le encantaba hablar de política, pronosticar sobre el futuro, y hacer comentarios sobre ciertos hechos del pasado. A los postres, pregunté:

-¿El cajón de Herminio, pesó en el resultado electoral?

-Sí. Fue una ráfaga, apenas dos días de comentarios, en los diarios. Pero influyó, no tengo dudas, explicó el ex presidente radical.

Las declaraciones de Dady, Giardinelli y Zaffaroni, y la foto de Cúneo junto a Máximo tienen impacto electoral, aunque todavía no se puede medir. Alberto Fernández lo sabe, pero no tiene el control total de la campaña electoral.

Como Luder, en 1983.

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