En Santa Fe, el peronismo unido no pudo ser vencido. Después de 12 años de socialismo, la Casa Gris de la capital de la provincia con forma de bota volverá a ser ocupada por el PJ, representado por Omar Perotti y Alejandra Rodenas. La hazaña del PS de cortar la sucesión que desde 1983 mantuvo Vernet, Reviglio, Reutemann y Obeid será un recuerdo de la historia. Hoy lo que se truncó es el devenir del partido de la rosa que consiguió ver gobernadores a Binner, Bonfatti y Lifschitz.
¿El triunfo debe ser visto con la óptica de la política nacional? Ya se dijo desde estas columnas que tomar solamente esta posición es un grave error. Santa Fe disputaba la gestión local que, esencialmente, debatía temas como la seguridad, el narcotráfico y los servicios esenciales de infraestructura antes que la grieta Macri versus Cristina.
Es más: el Cambiemos de Macri representado por el intendente José Corral apenas cosechó el 19 por ciento de los votos con todas las bendiciones capitalinas del propio presidente o de Elisa Carrió. Mala elección, por cierto. El 80 por ciento de los santafesinos se inclinó por opciones que se oponen a Macri. Omar Perotti, también se afirmó desde estas crónicas, no es el kirchnerismo puro. Agustín Rossi, dentro de la unidad del PJ, es Cristina. Hasta la propia nueva vicegobernadora está más cerca de los K, pero Perotti se esmeró por no pegarse ni separarse demasiado de la gestión 2003/2015. El peronismo le ganó al socialismo. No a Cambiemos.
El socialismo, por su parte, recibió varios duros reveses. No sólo Antonio Bonfatti no pudo volver a la gobernación sino que la principal intendencia, la de la ciudad de Rosario, quedó en manos de un aliado pero no tropa propia. Pablo Javkin, ex radical y ARI, ya le había ganado la interna a la candidata del PS por lo que bien puede decirse que el socialismo perdió todo poder en la provincia que lo vio nacer desde los centros de estudiantes de la Universidad. Si hasta la propia intendenta actual Mónica Fein no pudo ganar en su departamento la senaduría provincial siendo vencida por el periodista del PJ Marcelo Lewandowski.
¿Cansancio en el poder? ¿Desgaste de gestión? Quizá todo eso más una realidad, aquí sí nacional, socioeconómica que puede inclinar a los indecisos a votar en contra de los oficialismo.
Omar Perotti llega a un cargo que deseó y por el que había peleado sin tanta decisión como en este 2019. Deberá enfrentar un urgente pedido de seguridad ciudadana que lo pondrá en el dilema de seguir los postulados del peronismo clásico de garantismo penal y cierta aversión a las fuerzas de seguridad o girar más hacia el conservadurismo en este tema.
Un dato más de color. Amalia Granata cosechó más de 100.000 votos desde el partido Unite por la familia y la vida. Seamos directos. Todos esos ciudadanos la eligieron por su discurso anti aborto. Quizá aquí sea interesante aplicar el prisma nacional y pensar el candidatos como Cynthia Hotton y José Gómez Centurión, que postulan ideas parecidas para los comicios de agosto y octubre.
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