No son demasiados los argentinos que saben que el país cuenta con una fábrica de aviones con más de 90 años de existencia y que de sus entrañas nacieron no solo aeronaves icónicas de la industria aérea nacional, sino también automóviles que marcaron épocas, maquinas viales y hasta motocicletas.
"El Boyero" como así también los "Pulqui", "Chingolo" y "Pampa" se adueñaron del aire en distintos momentos de la historia industrial de la nación. Mientras que el "Justicialista" junto al "Rastrojero", el sedán "Graciela" y el "Frontalito" recorrieron durante varias décadas las calles y rutas del país.
En diálogo con Infobae, su actual presidente, Antonio Beltramone, recuerda el esplendor y ocaso de una empresa estatal que supo ser un orgullo para los cordobeses: "Pasamos de tener 11.000 operarios netamente productivos, a tener una planta virtualmente dormida y tan desprestigiada, que sus operarios se avergonzaban de trabajar en una fábrica que no producía absolutamente nada". "FAdeA es la empresa insignia de Córdoba y una fuente de desarrollo tecnológico", remarca.
Durante los últimos años, el prestigio de FAdeA se fue a pique a fuerza de constantes fracasos y fallidas presentaciones de proyectos nunca concretados. El caso paradigmático en la saga de anuncios incumplidos fue la terminación y entrega de los aviones militares Pampa III. "Se llegó al extremo de descorrer el velo que cubría una mera maqueta a escala real de la aeronave", recuerdan miembros de la Fuerza Aérea Argentina.
"Parecía un sueño cuando llegamos, poder lograr en algún momento, reactivar la empresa. Hoy lo hemos logrado al menos parcialmente. Si bien falta mucho todavía para llevarla al punto ideal de equilibrio, podemos decir que están sentadas las bases para seguir creciendo", detalla Beltramone.
—Realmente hoy usted puede exhibir como logro la entrega de los tres primeros Pampa III a la Fuerza Aérea. ¿Por qué creer que más allá de este hecho puntual, esta vez la cosa va en serio?
—Básicamente, nuestra mejor carta de presentación como conducción empresaria es que, desde que asumimos el control de la empresa hasta el presente, no hemos hecho ningún anuncio antes de la concreción de los hechos. En el pasado, en cambio, era normal que se prometieran cosas que luego no se cumplían.
En este sentido, reiteradamente Beltramone recuerda a quien lo quiera escuchar que solo se anunció la tan dilatada entrega de los aviones Pampa cuando tuvo certeza de que todo estaba listo para que salgan a volar. Hoy muestra como un logro que las aeronaves están en destinos operativos de la aviación militar. Por otra parte, sostiene que ha comenzado la construcción del segundo lote de tres unidades y que tiene en carpeta incluir una cuarta aeronave de la misma serie, eventualmente para satisfacer la demanda de alguno de los interesados que gestionan en el presente la compra de este sistema de armas de diseño nacional.
En 2018 y fiel a esta consigna, el empresario sorprendió a propios y extraños cuando anunció post facto la firma de un convenio con la firma líder mundial en mantenimiento de aeronaves Etihad Engineerting, mediante el cual FAdeA comenzó a brindar servicios de mantenimiento y reparación de aeronaves comerciales de las series Airbus 320 y Boeing 737. A partir del convenio, por los hangares de FAdeA acostumbrados solo a ver material militar proveniente de su hasta entonces único cliente (el Estado Nacional), comenzaron a desfilar aviones de línea de firmas tales como LATAM y Flybondi.
Una y otra vez a lo largo de la entrevista, Beltramone sostiene que es mucho lo que falta hacer para llevar a la empresa a un estado de equilibrio. "Tomamos la empresa con un déficit operativo de mil seiscientos millones de pesos y el año pasado terminamos con trescientos cuarenta. Hay que mirar toda la película y no la foto", suele repetir.
Dentro de la diversificación de negocios con la que el licenciado en administración de empresas cordobés confía sanear las cuentas de la fábrica de aviones, se encuentra la aspiración de incrementar el porcentaje de actividades relacionadas con la industria aeronáutica privada. "Pasamos de un 1% de negocios con particulares en 2016, al 13% en 2018 y proyectamos un 25% para el cierre del ejercicio 2019. Nuestra meta es llegar al 50% en 2021. No debemos perder el carácter estratégico para la defensa que tiene nuestra industria, pero podemos mantener un equilibro entre la producción para la defensa y la generación de negocios con el sector aerocomercial", enfatiza.
Beltramone se ilusiona con captar una buena porción del mercado de la reparación de aviones comerciales. "Por ahora realizamos entre el 2 y el 3% de lo que LATAM terceriza en materia de reparaciones, y aspiramos a tomar alrededor de entre el 10 al 15% de un volumen que representa unos 100 millones de dólares al año", explica.
Si bien FAdeA comenzó con reparaciones muy menores en virtud de carecer de certificación internacional para intervenir en el mantenimiento de partes sensibles de las grandes aeronaves, en estos meses se ha realizado una fuerte apuesta a la capacitación del personal y se han incrementado las certificaciones. Esto permite -según detalla Beltramone- que la empresa está en condiciones técnico-operativas de realizar el mantenimiento profundo de aviones, llamado en la jerga aeronáutica "Check C".
—Sorprende en la entrevista al afirmar que en realidad ya se ha realizado la primera de estas reparaciones profundas, hace apenas un par de días atrás. ¿El presidente Macri les ordenó a los titulares de empresas del área de defensa que generaran ganancias si querían que las mismas continuaran operando?
—Cuando nos hicimos cargo de la gestión, la indicación que se nos dio fue la de agotar los medios para achicar el rojo lo antes posible. Esto es mas que justo ya que no podemos seguir permitiendo que el déficit del sector público lo terminemos pagando todos los ciudadanos. También es cierto que tanto desde la Presidencia como desde el Ministerio de Defensa tenemos todo el apoyo para llegar a la meta. Mas allá de los objetivos políticos y de los vaivenes de la política, la única carta de presentación que permitirá que los clientes confíen en nosotros es cumplir con ellos tanto en la calidad de los trabajos como en el tiempo de ejecución de las tareas. Eso es lo que estamos logrando día tras día.
—FAdeA, contaba con una plantilla de personal un tanto abultada para su nivel operativo, ¿cómo operó la reducción del elenco estable sin generar una ola de conflictos sindicales?
—Sí, es verdad, cuando nos hicimos cargo de la gestión la planta estaba sobredimensionada no solo en personal sino además en puestos jerárquicos. Comenzamos de arriba hacia abajo, redujimos a la mitad la cantidad de directores, achicamos la plantilla de gerentes y encargados y luego procedimos a desvinculaciones de personal. Mayoritariamente lo hicimos implementando planes de retiro voluntario o jubilación anticipada. En estos días acabamos de firmar paritarias con los tres gremios que representan al personal de la planta en un marco de absoluta cordialidad. No hay ni tensión sindical ni conflictos laborales en FAdeA.
—Hace pocos días recibieron nuevamente la visita del Presidente de la Nación. ¿Qué fue a hacer concretamente?
—Hace algunos meses, en total reserva, firmamos un contrato con la firma Nordex (empresa de capitales alemanes y españoles) para instalar dentro de nuestro predio industrial una ensambladora de Nacelles para generadores eólicos. Se cumplimentaron todas las exigencias contractuales y, cuando tuvimos 3 unidades montadas, invitamos al primer mandatario a inaugurar las instalaciones. El nacell es la parte del aerogenerador que se proyecta por detrás de las aspas, mide unos 12 metros de largo por 4 de alto y 4 e ancho. En su interior se aloja el generador de corriente que se une a través de ciertos mecanismos con las palas a las que el viento hace girar. Arrancamos con el montaje de las partes que nos son provista y aspiramos a en algún momento poder fabricar alguna pieza e incluso más adelante proveer el servicio de mantenimiento de parques eólicos.
Sobre el final de la entrevista, el CEO de FAdeA remarca que más allá de la transitoriedad de su cargo -el que obviamente está atado al futuro de la gestión del actual gobierno- la empresa no debería volver atrás. "Se deben arbitrar los medios para que esta firma pionera en diseños y desarrollos industriales complejos, no pierda nada de lo que ha conseguido a fuerza de gestión y esfuerzo de su personal en los últimos tres años. Tenemos una firma de pie y caminando, la clave de los éxitos obtenidos más que de la gestión, es del excelente equipo de trabajo que posee la empresa. Hay un talento increíble y trabajadores que están nuevamente orgullosos de pertenecer al elenco laboral. No es una opción retroceder, ellos no se lo merecen", concluye.