Miguel Ángel Pichetto entró a la Casa Rosada por la explanada, subió hasta el primer piso y fue recibido por Marcos Peña. Era la primera vez que el senador peronista llegaba a Balcarce 50 como candidato a vicepresidente de la coalición Juntos por el Cambio.
El jefe de Gabinete sonrió en la antesala de su despacho y ambos entraron a las oficinas que dan sobre la avenida Colón. Iban a protagonizar la primera reunión de la campaña presidencial, tras el anuncio de su candidatura a vice y el impacto que esto causó en los mercados y el escenario político.
Pichetto llegó con tres asesores de confianza, mientras que Peña había desplegado en su larga mesa ovalada a Jaime Durán Barba, Jorge Grecco, Fernando de Andreis, Gustavo Gómez Repetto y Mora Jozami, el equipo del gobierno que maneja la estrategia de comunicación de Mauricio Macri.
Tras los saludos de ocasión, y una ronda de café, Peña describió cómo trabajaban la comunicación del gobierno y propuso un esquema de coordinación entre los dos equipos políticos. Pichetto es un ajetreado senador peronista que se mueve en los medios al estilo siglo XX, una cultura analógica que será aggiornada por la capacidad técnica y profesional de los funcionarios que trabajan bajo las órdenes del secretario de Comunicación Pública, Jorge Grecco, y Fernando De Andreis, secretario General de la Presidencia.
Durán Barba y Pichetto se conocen muy bien y se tienen respeto mutuo, aunque difieren acerca de la importancia -o no- de la comunicación en medios tradicionales. El analista ecuatoriano se inclina por las redes sociales y la modernidad absoluta, mientras que Pichetto aún no descarta la campaña en papel y los grandes afiches en las rutas nacionales.
Con todo, es sólo una diferencia de procedimiento: Durán Barba y Pichetto saben cómo funciona el poder y todo lo que hay que hacer para que Macri derrote a Alberto Fernández. Y en este punto, el candidato a vice tiene una ventaja estratégica: es peronista y conoce de memoria sus códigos, los pragmáticos y los semióticos.
La reunión duró noventa minutos. Durán Barba ya encara las nuevas encuestas –cualitativas y cuantitativas- para determinar las fortalezas y debilidades de Pichetto como candidato a vicepresidente. Y Grecco junto a De Andreis iniciaron el trabajo silencioso que antecede a todas las campañas electorales que protagonizó Macri.
Pichetto tendrá sus propias oficinas en Balcarce al 400, el laboratorio de campaña y medios que utiliza Peña y su staff. Ese laboratorio es considerado casi un secreto de Estado en la Casa Rosada, y que Pichetto tenga acceso y despachos es una señal política que exhibe la armonía entre los cuadros del Pro y la vieja guardia peronista que sueña con vencer a Fernández y Fernández.
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