La residencia Presidencial de Olivos se transformará hoy en el centro de las noticias políticas, con la llegada de los gobernadores de la comisión de acción política de los radicales a una reunión con Mauricio Macri y la mesa política de la coalición que todavía se llama Cambiemos. El encuentro está convocado para las 10 de la mañana y está prevista la presencia Ernesto Sanz y del presidente del PRO, Humberto Schiavoni, además de los gobernadores Alfredo Cornejo y Gerardo Morales.
Allí se oficializará la alianza electoral que ya tiene escrito un programa de gobierno que fue trabajado entre los grupos profesionales del PRO, la UCR y la CC, y que deberá presentarse antes de las 12 de la noche en la justicia para cumplir con los plazos establecidos.
Pero más tarde, a las 11.30, se incorporará al encuentro el designado candidato a la vicepresidencia, el peronista Miguel Angel Pichetto, a quien ayer el Presidente le ofreció la postulación que aceptó inmediatamente, tal como él mismo reveló en la conferencia de prensa que ayer por la tarde realizó en el Congreso. El senador irá acompañado por su mano derecha en política, el abogado Jorge Franco, hijo de quien fuera gobernador de Río Negro entre 1973 y 1976, y virtual jefe campaña.
La llegada de Pichetto a la coalición conmocionó al mundo político, incluyendo al peronismo que gobierna la mayoría de las provincias argentinas, y existe la expectativa de que el hasta ayer presidente del bloque Alternativa Federal en el Senado atraiga a algunos de sus compañeros, lo que todavía no pudo ser confirmado. Se hablaba anoche de que los gobernadores de Córdoba, Neuquén y Río Negro podrían llevar la fórmula Macri-Pichetto como boleta corta. En ese caso, lo más probable es que Cambiemos lleve otro nombre, que podría ser Cambio Federal.
La aceleración que tomaron los acontecimientos en la coalición oficialista en las últimas horas no permite procesar la información que discurre en las huestes del Gobierno. En principio, hay "un 70%" de probabilidades de que Cambiemos se constituya por primera vez en CABA y de que Martín Lousteau será el candidato a senador. También se confirmó que María Eugenia Vidal será acompañada por el radical Daniel Salvador y que Horacio Rodríguez Larreta por Diego Santilli, aunque en ambas administraciones se le bajó el perfil a la noticia para que el protagonismo lo tenga la confirmación de la fórmula presidencial.
Concluida la reunión entre la mesa nacional de Cambiemos y el peronista Pichetto, el grupo se dividirá en dos. Macri y su candidato a vice viajarán a Vaca Muerta, en lo que se constituirá la primera presentación en público de la fórmula que ya buen recibida por el círculo rojo representado en los inversores financieros que promovieron una importante caída del riesgo país y una suba de los bonos argentinos y las acciones en Wall Street.
La reunión empresaria que se está desarrollando en la formación geológica de shale oil asentada mayormente en la cuenca que comparten Neuquén, Río Negro y Mendoza, el pasaporte al futuro energético de la Argentina, es el escenario ideal para esa foto que muchos reclamaban y pocos creían posible: una señal de amplitud hacia fuerzas democráticas que garanticen gobernabilidad y largo plazo en la Argentina.
El resto del grupo se quedará en Olivos almorzando con Marcos Peña, quien expondrá los lineamientos de la nueva estrategia de campaña, que mostrará una oferta electoral que muestre apertura y vocación de diálogo, apuntando a la negociación y al consenso con las fuerzas políticas que compartan una visión democrática y de integración al mundo. Franco, el asesor político de Pichetto, se quedaría en esa reunión, participando por primera vez en una reunión de comunicación de la coalición.
Macri cerrará el primer precoloquio de IDEA, que hoy será abierto por el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y donde después hablarán el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, y el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek.
Ayer, el Presidente tenía previsto realizar varias entrevistas en Neuquén, pero la confirmación del candidato a vice lo obligó a cambiar parte de su agenda para concentrarse en Olivos como centro del poder que busca ordenar la escena política con vistas a las reformas que necesita la Argentina para iniciar una etapa de crecimiento con bases sólidas y de largo plazo.
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