El PJ por primera vez dividido y la atomización de la oferta opositora pronosticaban un resultado incierto. El gobernador Juan Manzur, de hecho, logró un triunfo mucho más holgado que el que preveían tanto él, como sus colaboradores y encuestadores de confianza.
"Quiero enviarle un abrazo bien grande a la fórmula peronista a nivel nacional: Alberto Fernández-Cristina Kirchner", resaltó el gobernador pasadas las 22 cuando la tendencia ya era irreversible. Un rato más tarde, se cruzó en vivo con Alberto Fernández, entrevistado en los estudios del canal C5N, en Buenos Aires. "Alberto, sos un gran amigo, gracias por el apoyo. Van a encaminar el país con Cristina. Lo único que yo quiero es sumar", le ofrendó al ex jefe de Gabinete K y precandidato presidencial.
Con ese contundente apoyo a la fórmula K, Manzur retuvo la gobernación en el sexto distrito electoral del país con el 50% de los votos, en una elección que además arrojó dos datos salientes: la durísima derrota de José Alperovich, el senador que manejó la provincia con mano de hierro durante una década, y el segundo lugar en manos de Silvia Elías de Pérez, la candidata de Cambiemos que a pesar de haberse desmarcado de Mauricio Macri le dio algo de alivio a la Casa Rosada.
En la previa, había sondeos que ubicaban a la senadora en el cuarto lugar. Con el 89,11% de las mesas escrutadas, tenía poco más del 20% del padrón.
Lejos de los triunfos arrolladores de otros años -en el 2007 y en el 2011, Alperovich arrasó con más del 70% de los votos-, la victoria de Manzur le da de todos modos un fuerte envión al kirchnerismo, en una provincia en la que la ex Presidente mantiene una altísima popularidad. Macri, por el contrario, apenas retiene algo más de 10% de imagen positiva.
En los últimos tiempos, los caminos de Manzur y de Alperovich se invirtieron.
El ex gobernador había abandonado el bloque del PJ no K en el Senado, conducido por Miguel Ángel Pichetto, para sellar una suerte de alianza con Cristina Kirchner. En diciembre del año pasado, Alperovich se fotografió con ella en el Instituto Patria. Parecía perfilarse como el candidato K en Tucumán. Alberto Fernández todavía hacía gestiones para evitar la ruptura peronista.
Entrada la noche, en el búnker de Alperovich las caras de derrota eran elocuentes: peleaba el cuarto lugar con Ricardo Bussi.
La vuelta de Manzur al kirchnerismo llegó más tarde. En octubre del 2018 ofició de antitrión de Alternativa Federal en el hipódromo local: recibió a Sergio Massa, a Pichetto y a una decena de dirigentes y sindicalistas enfrentados a la ex Presidenta. El gobernador había sido uno de los primeros en declarar públicamente que el ciclo político de CFK estaba "concluido".
Volvió a abrazarse al kirchnerismo después del verano. Su triunfo fue acompañado por el sindicalista Víctor Santa María, uno de los operadores del ex jefe de Gabinete y precandidato presidencial, que viajó a la provincia.
La performance de Elías de Pérez, en tanto, le dejó anoche al Gobierno un sabor menos amargo del que esperaba: la división del PJ y la candidatura de Bussi -exponente del conservadurismo provincial- habían sembrado inquietud en el búnker de Cambiemos. "Podemos salir segundos o cuartos", resaltaba en la semana un alto funcionario del Gobierno.
Elías de Pérez se desmarcó de Macri toda la campaña. Evitó referencias nacionales. La Casa Rosada no movió ningún resorte de su estructura: "Nada más que apoyo espiritual", remarcaban en la semana en el entorno de la legisladora. Solo se dejó ver con Patricia Bullrich en el último tramo de la campaña, impulsada por la preocupación provincial en torno a la seguridad y el narcotráfico.
Su segundo lugar estuvo fortalecido en buena medida por la capital, que retuvo el intendente Germán Alfaro, un peronista aliado de Cambiemos. "Alfaro la tiró para arriba", explicaban anoche desde Tucumán.
No es poco: el macrismo había acumulado resultados flojos en los principales centros urbanos en los últimos tiempos. Cambiemos retuvo además Concepción y Yerba Buena, los otros dos municipios que gobierna.
El porcentaje objetivo por la senadora, sin embargo, quedó lejos del resultado de José Cano en 2015, de casi el 40%. Elías de Pérez engrosó sus votos con los electores la capital provincial. En el interior del país, en especial en el este -donde fue a hacer campaña el peronista Domingo Amaya-, la influencia del PJ es avasallante.