En plena cuenta regresiva, Sergio Massa usa el menguante tiempo electoral para definir su futuro político. Massa exhibe cuatro certezas: desea suceder a Mauricio Macri, pretende construir una "gran coalición opositora", tiene un "Programa de Gobierno" y no regalará el aparato partidario que construyó en los últimos años.
Pero esas certezas estructurales no le alcanzan al ex jefe de gabinete de Cristina Kirchner para definir su rol en los comicios generales. Massa enfrenta cuatro dilemas políticos que determinaran su protagonismo electoral cuando el próximo 11 de agosto cerca de 30 millones de argentinos participen de las PASO para elegir a los candidatos presidenciales.
1. Precandidato presidencial con "colectora" Vidal
Massa presentó su Programa de Gobierno hace dos meses –que reiteró hoy vía su cuenta de Twitter- y tiene un mandato del Congreso del Frente Renovador (FR) que ratificó su designación como precandidato a presidente. Ese mandato consiste en crear una "gran coalición opositora" para derrotar en las urnas a Mauricio Macri. Massa no respeta a Macri. Y viceversa.
En este contexto, el ex intendente de Tigre negoció con María Eugenia Vidal un peculiar acuerdo político que beneficiaba a ambas partes: Massa tenía en "colectora" a Vidal como candidata a gobernadora bonaerense y podía intercalar a sus legisladores y concejales en las listas de Cambiemos; mientars tanto, Vidal sumaba con el candidato a presidente del FR casi 2 millones de votos muy necesarios para vencer a la fórmula kirchnerista Kicillof-Magario.
Pero las negociaciones se enfriaron y ahora agonizan. Vidal está de viaje en Colombia y Massa se refugió en el Tigre para cavilar sobre sus próximos pasos políticos.
2. Precandidato en Alternativa Federal
Massa hizo una apuesta política en Alternativa Federal, que aún es una coalición del peronismo que rechaza los planteos ideológicos y el estilo de gestión administrativa que caracterizó a la familia Kirchner en Balcarce 50.
En esta coalición conviven Juan Manuel Urtubey, Miguel Ángel Piccheto, Juan Schiaretti y el propio Massa. Alternativa Federal intentó sumar a Roberto Lavagna, a los socialistas de Santa Fe y a Margarita Stolbizer, que en su momento cerró un pacto electoral con Massa y el Frente Renovador.
Tras semanas de negociaciones y acercamientos, Lavagna decidió suspender los contactos, los socialistas y Stolbizer se corrieron a un limbo electoral, y Massa inició un diálogo reservado con Máximo Kirchner y Eduardo 'Wado' De Pedro para encontrar su destino en los comicios generales.
A su vez, Schiaretti, Pichetto y Urtubey eran recibidos por Mauricio Macri, que necesita a Alternativa Federal para debilitar la capacidad electoral de la fórmula Fernández-Fernández. Los tres peronistas reiteraron que son opositores a Cambiemos, pero Macri sabe que esos tres dirigentes justicialistas jamás apoyarán a Cristina Kirchner y su candidato presidencial.
Con la tácita implosión de Alternativa Federal, Massa se quedó sin una palanca política para construir su coalición opositora y consolidar su candidatura presidencial en representación del Frente Renovador.
Sólo Urtubey tiene intenciones de jugar allí como precandidato a presidente, mientras que Pichetto mirará la escena electoral y Schiaretti se concentrará en su segundo mandato como gobernador de Córdoba.
3. Lavagna y Consenso 19
Massa y Lavagna se conocen de memoria. El ex jefe de Gabinete le tolera el ego al ex ministro de Economía y ambos conversaron muchas veces acerca de las posibilidad de construir una coalición para derrotar a Macri.
Sin embargo, la relación política se complicó cuando Lavagna asumió que Massa no descartaba negociar con la familia Kirchner y subir a Daniel Scioli y Marcelo Tinelli a una eventual alianza electoral para ganar las elecciones presidenciales de 2019.
Lavagna no quiere acuerdos con el kirchnerismo, no tolera el perfil mediático de Tinelli y detesta las capacidades intelectuales de Scioli. Estas razones del antiguo asesor de Raúl Alfonsín terminaron por archivar las negociaciones que emprendía con Massa y Alternativa Federal.
Lavagna jugará sólo, y hasta es probable que baje su candidatura presidencial si su principal aliado (el socialismo santafesino), pierde frente al peronismo en las elecciones a gobernador del próximo 16 de junio.
4. Máximo y una oferta tentadora
Massa ya negocia con Máximo Kirchner y De Pedro. Es amigo personal de Alberto Fernández y nunca perdonará a Cristina Kirchner por haber puesto en jaque la seguridad de su familia. Massa tiene origen italiano, y esas situaciones jamás se borrarán de su inconsciente personal. Pero tiene un sueño presidencial, y cree que la política es el arte de lo posible: entonces, se sentó con Máximo y De Pedro para articular un pacto electoral que le permita preservar a los legisladores e intendentes del Frente Renovador y abrir un espacio de poder a su imagen y semejanza.
El ex jefe de Gabinete sabe que la maquinaria kirchnerista lo triturará si compite en las PASO contra Fernández-Fernández, y no tiene intenciones de dirimir fuerzas con Kicillof-Magario, que intentarán derrotar a la fórmula Vidal-Salvador en el distrito bonaerense.
A Massa sólo le quedaría encabezar la lista de diputados nacionales que se eligen en la provincia de Buenos Aires. Iría de número 1, y abajo, de 3, Máximo Kirchner. El segundo lugar debe quedar para una mujer.
Si finalmente acepta la propuesta, lo lógico sería que el líder del Frente Renovador ocupe la presidencia de la Cámara de diputados, en caso de que la fórmula Fernández y Fernández derrote a Macri.
Tiene plazo hasta el 12 de junio, a las 23.59.
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