Mauricio Macri tiene trazada su hoja de ruta electoral: recuperar el voto frustrado con el incentivo al consumo, demostrar que se pueden hacer obras públicas en tiempo y sin sobrecostos ficticios, y ratificar la inserción de la Argentina en la agenda global.
Macri juega su reelección presidencial con esta estrategia y apuesta a que los mercados financieros y la incertidumbre política no conviertan en papel picado su plan de campaña diseñado sólo para derrotar a la fórmula Fernández-Cristina Kirchner.
Góndolas y urnas
Los sondeos de opinión que se hacen bajo las instrucciones del jefe de Gabinete, Marcos Peña, exhiben una correlación directa entre el votante frustrado con Macri y la caída vertical del consumo cotidiano. Ese voto de Macri, que entiende su propuesta institucional, se corre al segmento de indeciso o analiza la posibilidad de votar Alternativa Federal, porque perdió la batalla contra las góndolas.
Esos votantes indecisos (de clase media y sin preconceptos ideológicos) pueden regresar a Cambiemos y dar una nueva oportunidad a Macri, explicaron los estrategas de Macri a Infobae. En este contexto, el Gobierno tiene previsto profundizar sus acciones para incentivar el consumo, al margen del corset impuesto por Christine Lagarde al gasto público.
Macri anunció en Salta que se renovaba el programa Ahora 12 y 18 usando las redes sociales, una demostración exacta de la estrategia electoral que desplegará para vencer a la fórmula kirchnerista.
Junto al lanzamiento de Ahora 12 y 18, el Presidente anunció anoche un nuevo programa para el sector automotriz que "consiste en grandes descuentos en la venta al público", precisó Macri en su cuenta de Twitter. Y añadió: "También redujimos los aranceles de importaciones a más de 200 autopartes que no se producen acá, mejorando los costos locales de producción".
En los dos anuncios presidenciales se repite su hoja de ruta electoral. Medidas orientadas a recuperar el voto frustrado por la crisis económica, que rechaza al kirchnerismo soft y que piensa en apoyar a la propuesta peronista de Alternativa Federal.
La estrategia electoral de Macri tiene su lógica interna: recuperar el voto frustrado y explicitar la matriz de corrupción del kirchnerismo que está bajo investigación de la Justicia federal. En este escenario, el Presidente participará en todas las inauguraciones de obras públicas que se hagan durante la campaña e insistirá en que se completaron a tiempo y que no se pagaron sobreprecios.
Cada vez que sube el dólar, la inflación y el riesgo país, la imagen política de Macri cae en términos proporcionales. Y cada vez que el Presidente inaugura una obra o anuncia cierta medida económica a favor del consumo, su intención de voto crece frente a la quietud que exhiben los últimos sondeos realizados sobre la fórmula Fernández-Kirchner.
El Gobierno esconde las encuestas y se niega a comentarlas en público, pero tras los anuncios de Ahora 12, de la industria automotriz y la difusión oficial del impacto urbano del Paseo del Bajo, Macri recortó la distancia contra Alberto Fernández: está a cinco puntos, una distancia que le permitiría llegar al balotaje sin problemas.
Relaciones exteriores
El Gobierno también buscará contrastar su gestión con Cristina Kirchner a través de la agenda internacional. Macri insistirá una y otra vez sobre la compleja situación económica en Venezuela, y recordará que la ex presidente privilegió las relaciones bilaterales con Venezuela, Irán, China, Rusia y Cuba.
Para cumplir este objetivo de campaña, Macri tiene cargada su agenda internacional: mañana arribará Jair Bolsonaro, presidente del Brasil, y el domingo aterrizará Iván Duque, titular del gobierno colombiano. Bolsonaro y Duque son críticos del régimen populista de Nicolás Maduro, y sus declaraciones públicas sostendrán la posición global de la Argentina y "la necesidad regional" de un eventual triunfo de Macri frente a Fernández.
Pero el apoyo al presidente argentino no concluirá con las visitas de Bolsonaro y Duque. Macri viajará a Osaka para participar en el G20, será protagonista principal de la Cumbre del Mercosur en Santa Fe, y aguarda con muchísima expectativa ciertas noticias que pueden llegar desde la Unión Europea.
En todos los casos, la agenda diplomática apuntalará las expectativas electorales de Macri y dejará al descubierto la estrategia aislacionista de Cristina Kirchner, que en su último libro exuda un mirada geopolítica que pertenece a la post Guerra Fría.
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