A pesar de los rumores, el kirchnerismo porteño no reveló si finalmente llevará una formula de consenso en la ciudad de Buenos Aires o si Mariano Recalde participará de elecciones primarias junto a la diputada Victoria Donda y al presidente de San Lorenzo Matías Lammens.
"Todos están esperando un anuncio. Hoy vamos a lanzar, pero vamos a lanzar una idea: se puede ganar la Ciudad, métanselo en las cabezas", arengó Recalde al finalizar la presentación del libro Gobernar la Ciudad que hizo las veces de acto inaugural de campaña.
La presencia en el teatro San Martín del diputado y flamante precandidato a gobernador bonaerense Axel Kicillof, de figuras destacadas del kirchnerismo como los ex ministros Carlos Tomada, Nilda Garré, Daniel Filmus y Jorge Taiana, junto al camporista "Wado" de Pedro y el senador Fernando "Pino" Solanas, sumadas a las versiones de una eventual aparición de Alberto Fernández, parecían indicar que finalmente se confirmaría el "gran frente opositor" del que tantos sectores vienen hablando desde hace meses para derrotar al macrismo en el bastión que controla hace casi 12 años.
La presentación comenzó con un mensaje grabado de Alberto Fernández, quien desde la clínica donde siguen en observación "felicitaba" y brindaba su "apoyo" el legislador porteño. Según revelaron fuentes del peronismo a Infobae, el candidato a presidente está participando personalmente de las negociaciones de la fórmula porteña y no se harán anuncios hasta que no retome su agenda de actividades.
En la previa del acto, Recalde reconoció ante Infobae que tomaron "con mucho entusiasmo" las declaraciones de Matías Lammens, que en una entrevista elogió la decisión de Cristina Kirchner de correrse de la candidatura a presidente, criticó con dureza las políticas económicas del macrismo tanto en la Ciudad como a nivel nacional y llamó a la conformación de un amplio frente opositor porque "con el kirchnerismo solo no alcanza" para derrotar a Horacio Rodríguez Larreta.
Finalmente este domingo, tras reunirse una semana antes con Alberto Fernández, el dirigente azulgrana ponía fin a las largas especulaciones sobre su futuro político y anunciaba sus intenciones de jugar junto al kirchnerismo.
La incursión en política del joven abogado amigo de Marcelo Tinelli era esperada con anticipación y varios espacios se lo disputaron (incluso recibió ofrecimientos por parte del macrismo). Lammes tiene una muy buena relación con el socialista santafesino Miguel Lifschitz y hace algunas semanas se había reunido con Roberto Lavagna. Parecía destinado a ser el representante porteño del espacio "anti-grieta". Sin embargo, la indefinición del ex ministro de Economía y la charla con Fernández terminaron de inclinar la balanza.
"Las negociaciones van avanzando, pero todavía tenemos tiempo", se entusiasmó Recalde en la entrada de la sala Casacuberta del teatro San Martín. No obstante, aclaró que no está "enamorado" de ninguna herramienta electoral: lista de unidad o PASO, las dos opciones siguen abiertas. Incluso también continúan las charlas para darle más volumen al armado con Marco Lavagna y Matías Tombolini. Aunque ambos dependen de la estrategia que asuma Sergio Massa a nivel nacional.
El ex presidente de Aerolíneas Argentinas, que ya fue candidato a jefe de Gobierno en 2015 por Unidad Ciudadana, podría competir también contra Victoria Donda. La líder de Somos, que hace tres semanas lanzó el frente Ampliar, cuenta con el apoyo de referentes del progresismo y el peronismo porteño como Fernando Pino Solanas (Proyecto Sur), Víctor Santa María (PJ porteño), Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro), Claudio Lozano y Víctor De Gennaro (Unidad Popular), Ofelia Fernández (Vamos-Frente Patria Grande) y Jonathan Thea (Seamos Libres), entre otros.
Donda había sido la primera en hacer públicas sus intenciones de postularse a jefa de Gobierno pero sin descartar la posibilidad de un acuerdo con el kirchnerismo. En ese sentido, argumentó que el objetivo de derrotar a Cambiemos era más importante que sus diferencias con el kirchnerismo, espacio al que criticó con dureza en más de una oportunidad por los casos de corrupción y algunas políticas económicas.
Desde el punto de vista electoral, la conformación de una alianza que incluya a sectores progresistas y a las diferentes corrientes del peronismo se presenta como la estrategia más razonable tras 12 años de hegemonía amarilla en la ciudad de Buenos Aires, un distrito que ha mostrado cierto rechazo por el peronismo y en el que Elisa Carrió arrasó con el 51% de los votos en las últimas elecciones legislativas de 2017. Además, la aparente decisión del Martín Lousteau de no competir en territorio porteño le permitiría canalizar todo el descontento que genera la difícil situación económica al ser la única opción opositora realmente competitiva.
Duras críticas al macrismo
A continuación del mensaje de Alberto Fernández, tomó la palabra el diputado Axel Kicillof. En claro modo electoral, el candidato bonaerense se concentró en fustigar las políticas económicas de Cambiemos.
"Desde 2004 hasta 2015 la ciudad era cada vez más rica y eso trajo la confusión dramática y trágica de que Macri administraba bien. Parecía que su gestión fue exitosa, pero claramente estaba condicionado por el crecimiento nacional", explicó.
Y agregó: "Este éxito lo catapultó al plano nacional y con sus políticas económicas destruyó el país, y también la ciudad".
El último en hablar fue Recalde. "Tal vez sea Políticamente Incorrecto, pero Sinceramente hoy vamos juntos a Gobernar la Ciudad", bromeó con los títulos de los libros de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
En un clima a "charla TED", llamó a la militancia a desterrar "tres mitos que se han instalado": que "hicieron algo en materia de transporte", que "la sociedad (porteña) es de derecha" y que no se puede derrotar a Cambiemos en su bastión. Según su visión, la confianza de Cambiemos en los efectos positivos que tendrán la inauguración de obras como el Paseo del Bajo y los viaductos del ferrocarril está "muy alejada de la realidad".
"oh le le, oh la la, Axel en Provincia, Recalde en capital", festejó la militancia mientras se despedían los oradores.
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