Sergio Massa se subió al escenario después de tomarse el último mate en la primera fila del salón Fresno de Parque Norte, donde se llevó a cabo el Congreso Nacional del Frente Renovador. Lo hizo inmediatamente después de obtener el respaldo de su espacio político para negociar un acuerdo amplio con la oposición. La amplitud llegaría de la mano de una alianza con el kirchnerismo, el espacio opositor más grande.
A partir de este jueves Massa afrontará un nuevo camino en medio de la vorágine electoral, atrapado entre la percepción y la conveniencia. Apuesta a cambiar el rumbo del espacio que maneja. Ese solo giro es una dificultad que debe afrontar con cintura política. En el corto plazo formalizará el diálogo con el kirchnerismo y buscará llegar a un acuerdo para que haya un frente opositor ancho, heterogéneo y voluminoso. Un frente para ganarle a Macri.
Si bien hubo uniformidad en el pedido de los congresales de buscar un acuerdo con la oposición, dentro del Frente Renovador conviven dos posturas antagónicas. Están quienes esperan que Massa cierre un acuerdo con el universo K y los que aguardan que, finalmente, el tigrense no acepte quedar debajo del paraguas que sostiene Cristina Kirchner. Estos últimos entienden que aceptar un acuerdo con la ex presidente implicaría destruir la identidad del espacio, que nació en el 2013 para diferenciarse del kirchnerismo.
Graciela Camaño – la reina madre, como fue denomina en el Congreso – dejó en claro su posición dentro del partido. Mirando a Massa a la cara, le dijo: "Nosotros no vemos la foto, vemos la película de la política. Acá Macri y su pésimo gobierno es el emergente de algo. Alguien se equivocó antes para que este energúmeno venga a gobernar el país". La referencia al kirchnerismo fue clara y generó aplausos de todo el auditorio.
En el final de su discurso la legisladora suavizó las críticas y le abrió el juego a Massa. "Tenemos la libertad de poder elegir. Yo no dudo Sergio que cuando decidas no vas a elegir lo mejor para nosotros, vas a elegir lo mejor para la patria", afirmó. Massa lloró. Luego, la abrazó. Hubo diferentes interpretaciones entre los presentes sobre el discurso de la histórica diputada. Para algunos fue una forma de marcar la cancha, para otros el respaldo para que decida por la mejor opción. Una pequeña muestra de las diferentes posturas que conviven dentro del esquema político.
En lo formal, el Frente Renovador le brindó el respaldo a Massa para que negocie una alianza con los diferentes sectores de la oposición. El proyecto de Alternativa Federal parece haber quedado en el olvido, ya que en esa fuerza proponían la ampliación pero con sectores del progresismo, mientras que ahora el tigrense está dispuesto a negociar con el kirchnerismo. Esa apertura implica atravesar un límite que en el esquema federal era inamovible. Negociar con el armado que lidera la ex presidente nunca fue una opción.
En Parque Norte se tejieron diferentes hipótesis después del discurso de Massa y la decisión del Congreso de abrir la negociación. En esa lista entran la posibilidad de que compita en una interna presidencial contra la fórmula que integran Alberto Fernández y Cristina Kirchner dentro un mismo frente electoral; lograr un acuerdo para ser el candidato a gobernador en Buenos Aires de una lista única del peronismo o bajar su candidatura y negociar que sus legisladores e intendentes formen parte del proyecto de unidad.
En el Frente Renovador no evalúan con seriedad la posibilidad de que Massa acepte ser el primer candidato a diputado de la lista K. Incluso, consideran que las negociaciones no implican un acuerdo de antemano. No hay una alianza cerrada con Unidad Ciudadana, pero está la voluntad de acercar posiciones. En el peor de los casos, se quedará en el lugar que estaba parado hasta hace pocas horas.
En el kirchnerismo consideran que la iniciativa para conformar una alianza opositora llega tarde. La fórmula presidencial está cerrada. Fue el propio Alberto Fernández el que marcó límites al asegurar que la dupla con Cristina "es inmodificable". No es una moneda de cambio. No hay lugar para Massa en el vértice de la pirámide.
La puerta que parece quedar abierta es la de gobernación bonaerense. Si bien se confirmó la fórmula Kicillof-Magario, desde el Instituto Patria le aclararon a Infobae que la dupla recién se formalizará cuando cierren las listas. Una forma de dejar un mínimo margen para negociar en las tres semanas que quedan hasta el momento que se presenten las listas de candidatos.
Sin embargo, la primera señal concreta será el 12 de junio, día en que las fuerzas políticas tengan que presentar las alianzas ante a la justicia electoral. Ese día Massa deberá decidir en qué frente incluye a su espacio político. Si lo hace bajo el mismo techo que cobija al PJ y Unidad Ciudadana, el acuerdo llegará inmediatamente después.
La decisión de Massa generó efectos colaterales. Su voluntad de negociar con el kirchnerismo debilitó el armado de Alternativa Federal y el enojo de sus socios políticos, quienes en un cónclave realizado en Córdoba dos días atrás habían acordado hacer una interna en la tercera vía. Su pertenencia al espacio es una de las incógnitas que quedó flotando en el aire luego del congreso en Parque Norte. El espacio que fundó junto a Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto no estuvo presente en su discurso. No los nombró ni hizo referencias. Tal vez fue una forma de decir adiós.
Fotos: Franco Fafasuli
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