La CGT, las dos CTA y los Moyano realizan un paro general contra el gobierno de Mauricio Macri. Es el quinto en cuatro años (o el sexto si se contabiliza el del último 30 de abril) en el marco de las negociaciones en el PJ que busca consensuar una fórmula para competir en las elecciones presidenciales de octubre.
Pasadas las 11 de la mañana, los primeros manifestantes empezaron a instalarse en los alrededores del Obelisco, donde este mediodía se realizará el acto central de la protesta.
La huelga se siente en las calles porque no hay transporte. La UTA garantizó que no funcionen colectivos, trenes ni subtes. Tampoco hay aviones, a excepción de algunos pocos servicios de aerolíneas Low Cost o de servicios internacionales que aterrizaron esta mañana.
Por la participación del gremio de Camioneros, no hubo recolección de residuos ni distribución de alimentos. No se puede cargar saldo en la tarjeta SUBE. Las escuelas, los bancos y las oficinas públicas están cerradas. En los hospitales solo hay atención de guardia.
En su mayoría, las calles ofrecen una imagen similar a la de los fines de semana. Los pocos taxis que están trabajando están repletos. Colapsaron aplicaciones como Cabify y Uber.
A diferencia de lo sucedido el 30 de abril, el gobierno porteño habilitó el estacionamiento en las avenidas durante las 24 horas. Tampoco se cobra el parquímetro ni rigen las restricciones para ingresar al microcentro porteño y a Tribunales. Las barreras de los peajes están levantadas y el sistema de EcoBici está operativo.
A la par, la izquierda colaboró con la efectividad de la medida de fuerza con cortes en accesos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, protestas en el centro porteño y el anuncio de protestas y movilizaciones.
A la espera del acto que encabezará Mauricio Macri por el Día del Ejército, la primera en referirse a la huelga fue Patricia Bullrich. Dijo que están hartos de los paros y que garantizarán la libre circulación durante toda la jornada.
En algunos puntos, como Panamericana y 197, el operativo fue exitoso y no hubo piquetes. En otros no hubo mucho para hacer. El tránsito en avenida Corrientes (altura 9 de julio) está cortado desde las 7. Cruzar por el Puente Pueyrredón es muy complejo, principalmente por la instalación de una supervalla que el propio Ministerio de Seguridad utilizó para evitar manifestaciones sobre el cruce. En Puente La Noria la circulación está interrumpida desde las primeras horas diurnas.
En las primeras horas de este miércoles 29 de mayo, la protesta se realizó sin incidentes pero con muchas complicaciones para movilizarse. De ahí que se hace muy difícil distinguir quiénes no fueron a trabajar como símbolo de protesta y quiénes simplemente no pudieron porque no tenían cómo hacerlo.
"Este paro visualiza un rechazo absoluto al trazado económico vigente desde 2015. Fue un desacierto detrás del otro y no aparecieron los resultados que se esperaban. Estamos pidiendo otro tipo de creatividad ante los problemas", planteó el sindicalista Juan Carlos Schmid.
Hugo Yasky -CTA- fue más allá y calificó el paro como el más importante de la era Macri. "La Argentina se convirtió en un país que castiga a los que trabajan, queremos que el FMI vea el absoluto rechazo de la sociedad a su política de ajuste".
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