En Cambiemos de la provincia de Buenos Aires nadie pierde tiempo y este martes mismo se pudo ver al vicegobernador Daniel Salvador negociando en el hotel que está enfrente a las oficinas porteñas de María Eugenia Vidal. Frente a Salvador estaba Federico Salvai, jefe de Gabinete de la gobernadora Vidal. Ambos políticos -uno del PRO y el otro de la UCR- punteaban nombres, aspiraciones y opciones, asumiendo que ya está confirmada la formula bonaerense que enfrentará a Axel Kiciloff y Verónica Magario, el ticket que negoció Cristina con los barones del conurbano.
En efecto, no hay ninguna duda de que Vidal irá acompañada por Salvador, un dirigente de bajo perfil pero con excepcional capacidad de diálogo, que jugó todo su capital político a defender Cambiemos y la candidatura a presidente de Mauricio Macri. Hasta armó una convención provincial en la localidad de Brandsen, donde hizo votar su postura, para ir más fortalecido a la Convención nacional que se realizó el lunes en Parque Norte.
Igual, nadie lo dirá oficialmente. "Hay que esperar el acuerdo con el radicalismo a nivel nacional, y después anunciar la fórmula Vidal-Salvador", revelaron cerca de la gobernadora.
Sucede que el gobierno nacional no quiere apurar una negociación con el radicalismo. Ahora que lograron lo que querían, que los convencionales radicales votaran masivamente a favor de ratificar Cambiemos, en el despacho de Marcos Peña se tomó la decisión de cobrarse las críticas públicas que le hicieron a Macri, y se está tomando tiempo para pensar cómo domesticar a la ofensiva radical lanzada desde la convención partidaria.
En el PRO bonaerense quieren acompañar los tiempos de la Nación, mientras evalúan otras jugadas posibles para fortalecer la candidatura de María Eugenia, entre las que no habría que descartar que la gobernadora vaya como candidata de dos formulas presidenciales, la que encabece Macri y la de Sergio Massa, si es elegido candidato por Alternativa Federal.
"Es Daniel (Salvador), lo sabemos todos, tenemos todas las conversaciones lanzadas, pero necesitamos tiempo para confirmarlo, no estamos solos en la cancha", dijo uno de los funcionarios dedicados a las negociaciones políticas.
Mientras tanto, la designación de Kicillof no es una sorpresa para el equipo de Vidal. Es el escenario que imaginaron desde el comienzo, porque es el que más favorece al kirchnerismo. Siempre dijeron que era el mejor candidato de la principal oposición en la provincia y cuando medían a la Gobernadora, siempre lo hacían frente a él. "Magario es un intento de arreglar con los intendentes, no mucho más", agregaron hoy.
En las encuestas de imagen que tiene el Gobierno, Vidal está bien posicionada frente Kicillof, aunque la figura de Macri todavía es una carga pesada en algunos distritos, más que nada en la tercera sección electoral. En el interior provincial, la diferencia es muy alta a favor de Cambiemos, y en la primera sección electoral hoy pierden por poco.
En rigor, todas las encuestas y todos los cálculos son prematuros. La campaña electoral está en ciernes y ninguna cifra es definitiva.
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