El "otro Alberto" de Cristina Kirchner

Cristina y su abogado, Carlos Alberto Beraldi

Su nombre completo es Carlos Alberto Beraldi. Pero lo llaman Alberto o "Beto". De perfil muy bajo, era, hasta el martes pasado al mediodía, un hombre conocido solo en ciertos ambientes ligados al derecho penal, a la Universidad de Buenos Aires y a Boca Juniors.

Pero el martes, luego de las 12, cuando la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados por un caso de corrupción, Beraldi dejó de ser un desconocido para el gran público. Es que las imágenes del juicio-transmitidas casi en cadena- mostraron a CFK hablando con el hombre canoso de traje azul claro que estaba sentado junto a ella.

Al día siguiente, Beraldi subió a un taxi para ir a los Tribunales de Comodoro Py 2002. Por primera vez desde que trabaja como abogado el taxista lo reconoció y le pidió la clásica selfie. La anécdota se la contó a otros abogados que lo pararon en los pasillos de Tribunales para comentar las alternativas del juicio del día anterior.

De muy bajo perfil y reconocido en el áspero y competitivo mundo de los penalistas, Beraldi habló en profundidad con su defendida más famosa el 7 de diciembre de 2015, apenas unos días antes de que dejara la presidencia de la Nación.

La reunión fue en la Quinta de Olivos. Se habían visto una vez con anterioridad en la Casa Rosada en 2010. Beraldi había encabezado la Comisión que modificó la ley de Migraciones que estaba vigente desde la Dictadura. En el acto de presentación de aquella ley hablaron primero Beraldi y luego la ex presidente. El ministro del Interior por entonces era Florencio Randazzo y el director de Migraciones Martín Arias Duval, integrante del círculo cercano de Beraldi.

A Cristina Kirchner y Beraldi los presentó la hija de Alicia Kirchner, Romina Mercado

Defendida y defensor fueron presentados en 2015 por Romina Mercado, hija de Alicia Kirchner y sobrina de la ex presidente. Beraldi defendía a Mercado en el Caso Hotesur -elevado a juicio oral y público- donde se investiga si se cometió lavado de dinero utilizando la sociedad hotelera de los Kirchner. En aquella causa Beraldi ejercía-según cuentan otros abogados- una especie de coordinación de las defensas de varios de los imputados. Un planteo suyo-en nombre de Mercado- logró en julio de 2015 que el juez Bonadio fuera apartado de la causa por la Cámara Federal luego de haber allanado las oficinas de la empresa y el hotel en Santa Cruz. A la ex presidente le agradó aquella decisión.

En febrero de 2016 el juez Claudio Bonadio citó por primera vez a indagatoria a Cristina Fernández de Kirchner en la causa conocida como dólar futuro. Entre la citación y la indagatoria, que se produjo en abril, la ex presidente le pidió que la representara. Fue en aquella primera indagatoria la presentación oficial de Beraldi como abogado de la hoy pre candidata a la vicepresidencia.

También habían sonado los nombres del ex juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni y Julio Maier para encarar la defensa pero finalmente fue elegido Beraldi. El penalista defiende a la ex presidente en la mayoría de las causas en las que está imputada. No la representa en la causa iniciada por el Memorándum con Irán donde al defensor es Roberto Boico.

Cuando comenzó la relación allá por 2015-reconstruyen conocidos de ambos- no se tuteaban. Casi cinco años después y luego de muchísimas reuniones para definir estrategias en las distintas causas judiciales en las que la ex presidente está involucrada, aquella formalidad inicial quedó atrás. Pasaron de "doctorearse" a llamarse por sus nombres de pila, algo que se complicó en los últimos tiempos.

En el ambiente de los tribunales el apellido de Beraldi siempre estuvo relacionado con León Arslanián, quien como integrante de la Cámara Federal condenó a las Juntas Militares por delitos de lesa humanidad.

Fue Arslanián quien le pidió a la ex jueza federal Amelia Berraz de Vidal que le presentara al joven empleado de su juzgado que había hecho una resolución que le llamó la atención al camarista. Así fue como Arslanián, a principios de 1984, llevó a Beraldi a la Cámara Federal que condenaría a los comandantes de la Dictadura.

Socio vitalicio de Boca, cedió su platea del sector F en la tercera bandeja a una sobrina. Integró la comisión de Seguridad de Boca en 2007 cuando Mauricio Macri había pedido licencia en la presidencia del Club para dedicarse a la campaña como candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad.

Quien quedó a cargo de la presidencia y recibió el asesoramiento de los "judiciales" boquenses fue Pedro Pompillo. Allí estaba junto a Beraldi el juez Ariel Lijo, los fiscales Raúl Pleé, Gerardo Pollicita y Carlos Stornelli y quien por entonces era también juez federal Guillermo Montenegro, hoy diputado por Cambiemos.

Aquella no fue la única coincidencia entre Beraldi y Stornelli. En la década de los 80, luego de su paso como secretario de la Cámara Federal que condenó a los comandantes de la Dictadura, Beraldi fue designado al frente de la fiscalía federal 4, la misma que desde hace años ocupa Stornelli. Estuvo en esa fiscalía hasta 1988 cuando se fue a trabajar al estudio de Arslanián.

Y hubo otra. En 1998, cuando Eduardo Duhalde era gobernador de Buenos Aires, Arslanián fue designado ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y Beraldi fue secretario de Seguridad. En 2007 Daniel Scioli eligió como ministro de Seguridad a Stornelli.

Hoy Beraldi y Stornelli se saludan amablemente en los pasillos pero están enfrentados en el expediente judicial conocido como Caso Cuadernos: uno acusa a la ex presidente y el otro la defiende.

Una ex alumna define a Beraldi como "uno de los mejores penalistas, peronista, conservador pero siempre preocupado por las cuestiones sociales". Un juez que lo respeta señala que "combina su condición de penalista que litiga, escribe y presenta recursos que siempre son desafiantes con la de lobbista".

La sociedad que tuvo hasta 2013 con Arslanián -uno de los penalistas por excelencia del poder político y económico- y su propia red de contactos le otorgó una capacidad de llegada a despachos judiciales importantes envidiada por otros abogados. A eso Beraldi le suma el trajinar diario por las mesas de entradas de los juzgados.

Alguna vez, no hace muchos años, Beraldi defendió a un ex funcionario de Macri. En la causa iniciada por las escuchas ilegales en la que estuvo imputado el presidente de la Nación, Beraldi representó a Mariano Narodowski, quien fuera ministro de Educación de la Ciudad.

Hasta hace no mucho fue defensor de los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa, los dueños del Grupo Indalo que están detenidos. Los conoció allá por 2004 cuando los asistió en un caso iniciado en Comodoro Rivadavia. Ahora solo sigue con la defensa de De Sousa.

Alejandro Manzanares, ex contador de los Kirchner también fue defendido por Beraldi. En su declaración como arrepentido en el Caso Cuadernos, el contador aseguró que De Sousa dijo haber pagado una cifra millonaria en dólares para que el abogado se hiciera cargo de todas las defensas en los casos vinculados con los Kirchner. Cerca de Beraldi acusan a Manzanares-quien cambió de abogado-de farsante.

Beraldi sale de los tribunales de Comodoro Py detrás de Cristina Kirchner

Es profesor adjunto en la Faculta de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Dicta la materia llamada Régimen del Proceso Penal, un curso de cuatro meses que se desarrolla en la segunda parte de la carrera. Allí conoció al destacado alumno Ary Llernovoy a quien sumó a su estudio: el joven abogado es co-defensor de Cristina Fernández de Kirchner y estuvo sentado al lado de ella en la primera audiencia del juicio por el direccionamiento de la obra pública vial hacia empresas de Lázaro Báez.

Beraldi está casado, tiene dos hijas y en noviembre cumplirá 60 años. Entonces alcanzará en edad a Alberto Fernández, también penalista, con quien compartieron algunas semanas de trabajo allá lejos y hace tiempo, en los albores de la Democracia en la Cámara Federal. Fernández no participó del Juicio a las Juntas en el que Beraldi formó parte de los colaboradores de Arslanián.

Desde que Beraldi se hizo cargo de las defensas de Cristina Fernández de Kirchner, cuando la senadora pedía que lo contactaran por teléfono decía "Llamen a Alberto". Pero en los últimos tiempos que la ex presidente intensificó la relación con su ex Jefe de Gabinete y a quien hace días propuso como candidato presidencial, reinó cierta confusión cuando la senadora pedía que llamaran a Alberto.

El entuerto se resolvió de una manera simple entre los que rodean a la ex presidente: Beraldi es, desde hace algunas semanas, el "otro Alberto" de Cristina.