El precandidato a presidente Alberto Fernández encabezó un acto en el club Ferrocarril Oeste, en el barrio porteño de Caballito, con un tono de campaña en el que aseguró que "este presente se parece a ese país en cenizas que recibimos en 2003, no tengo miedo de lo que hay que enfrentar, en todo caso deberemos entrar al mismo laberinto al que entramos alguna vez, y deberemos salir como ya salimos, ya sabemos por dónde se sale".
"Lo que queda por delante es muy difícil, no se trata de un líder que diga 'yo quiero'. Necesitamos de todos, de un pueblo entero. Otra vez vamos a levantarnos de las cenizas, y lo voy a hacer con Cristina y lo vamos a hacer con ustedes compañeros. Muchas gracias. Hoy empezamos", cerró su discurso Fernández, ante la atenta mirada de dirigentes cercanos al kirchnerismo como el diputado Felipe Solá, el ex ministro de Salud Ginés González García, el ex titular de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde, el diputado Daniel Filmus, el legislador porteño Carlos Tomada, el ex ministro de Trabajo Jorge Taiana, el ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen, el ex embajador en Vaticano Eduardo Valdes, el ex ministro de Seguridad Sergio Berni, el ex representante ante la ONU Jorge Argüello, la legisladora porteña María Rosa Muiños, el presidente del PJ porteño Víctor Santamaría y el titular del Nuevo Espacio de Participación (NEP) Juan Manuel Olmos.
"Es lindo estar un 25 de mayo aquí, es muy lindo que a Néstor lo recordemos un 25 de mayo, que no es un día cualquiera. Los primeros patriotas plantaron bandera y dijeron 'vamos a empezar nuestro propio camino como nación', se nos fue Jauretche, ese hombre enorme que nos llenó de pensamientos para ver los caminos a seguir para ser una sociedad más justa, y llegó Néstor", comenzó su discurso Fernández ante un público que estaba sentado en mesas compartidas en el patio del estadio de Ferro comiendo locro.
El precandidato a Presidente agregó: "Con todos ellos llegamos el 25 de mayo, fuimos ministros de Néstor, y el aprendizaje que nos dejó haber trabajado con él es enorme. El tiempo pasa y a veces nos olvidamos, pero el país estaba destruido. Había que construir sobre las cenizas".
"El mensaje que nos dio a todos fue trabajar, éramos un país claudicante, debíamos mucha plata y no había forma de levantarse, y era un país destruido. Uno de cada dos argentinos estaba debajo de la línea de pobreza, el 25% buscaba trabajo, el 60% de los trabajadores estaban en negro. Nos cruzábamos por las calles con genocidas, y la Corte Suprema había generado un mecanismo automático que solo dictaba sentencias para los poderosos", destacó Fernández.
En esa línea, resaltó: "No tienen idea lo que fue levantar eso, y lo hicimos porque estábamos convencidos de que había que salir del default, pero también que los argentinos no podía seguir pagando el costo de esa salida. Teníamos que crecer y desarrollarnos. Por ahí está Guillermo Nielsen que fue uno de los encargados de reestructurar la deuda".
Ayer, Fernández se reunió en San Antonio de Areco con una veintena de intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires y hoy por la tarde compartirá su primer acto de campaña con su compañera de fórmula, la ex mandataria Cristina Kirchner.
Del encuentro participó también el diputado e hijo de la ex presidente, Máximo Kirchner, quien organizó el encuentro en territorio del jefe comunal kirchnerista, Francisco "Paco" Durañona, con la idea de reforzar la presencia del peronismo en el interior provincial, donde el macrismo lo superó en votos en los comicios de 2015 y 2017.
En San Antonio de Areco estuvieron, además del anfitrión, los jefes comunales de Merlo, Gustavo Menéndez; de Avellaneda, Jorge Ferraresi; de Esteban Echeverría, Fernando Gray; de Hurlingham, Juanchi Zabaleta; de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; de San Martín, Gabriel Katopodis; de 25 de Mayo, Hernán Ralinqueo; del Partido de la Costa, Juan Pablo de Jésus; y de Ensenada, Mario Secco; entre otros.
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