El oficialismo apunta a fortalecer Alternativa Federal en horas determinantes para su estrategia electoral

La cumbre del peronismo y la convención radical serán claves para definir en qué condiciones intentará retener el poder en octubre

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A partir de este miércoles, el oficialismo comenzará a transitar horas decisivas para modificar o ratificar su estrategia electoral. Mientras termina de asimilar los alcances de la maniobra de Cristina Kirchner de ungir a Alberto Fernández como candidato a presidente, el primer foco de interés de los principales armadores de la Casa Rosada estará puesto en la cumbre que realizará Alternativa Federal  en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Como está planteado el escenario, en la mesa chica de Cambiemos hay una coincidencia: lo mejor que puede pasar para sus aspiraciones es el fortalecimiento de la tercera vía que encarnan Juan Schiaretti, Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey. La visita del gobernador cordobés a Balcarce 50 busca apuntalar esta idea.

El rol de Sergio Massa es una incógnita. En la alianza de gobierno están convencidos de que el líder del Frente Renovador está tejiendo alguna suerte de entendimiento con el kirchnerismo y si esa jugada se concreta sería negativo para sus intereses. Tienen medido que la intención de voto del ex intendente de Tigre se compone principalmente de un perfil netamente opositor que raramente podría inclinarse por una fórmula oficialista. A través de emisarios, Massa anticipó que sólo podría haber un acuerdo con Unidad Ciudadana si CFK declinara su candidatura a vice de Fernández, pero habrá que esperar hasta qué punto está dispuesto a ceder cuando se acerque el cierre de listas.

El segundo hecho trascendental para la estrategia oficialista ocurrirá el próximo lunes, en Parque Norte. El radicalismo realizará la convención en la cual definirá qué rol tendrá en Cambiemos. Las posiciones en la UCR se pueden agrupar en tres sectores: la de los dirigentes que están alineados detrás del liderazgo y la candidatura de Macri, la de quienes creen que hay competir con una lista propia en las PASO y la de aquellos que impulsan una postulación de María Eugenia Vidal.

Las últimas dos son dañinas para el mapa del gobierno nacional, por eso sus operadores comenzaron contactos con los principales referentes de la UCR para intentar saldar la cuestión antes del lunes. Mario Negri, Enrique "Coti" Nosiglia, y Alfredo Cornejo -entre otros- son testigos de los esfuerzos de la Casa Rosada para evitar una suerte de cadena en los canales de noticias de discursos enfervorizados contra el Ejecutivo.

Por esas preocupaciones se decidió que Macri, Vidal y Horacio Rodríguez Larreta inauguren el próximo lunes la obra más emblemática de la Ciudad de Buenos Aires: el Paseo del Bajo. Ayer se cortó la cinta en el corredor verde que se construyó en la superficie y este martes por la noche se pondrá a prueba la luminaria.

El lunes se reanudará además el juicio oral y público contra Cristina Kirchner, aunque es improbable que la ex Presidente vuelva a presentarse ante el Tribunal Oral Federal 2 porque no tiene la obligación de hacerlo.

¿Macri o Vidal? Por ahora
¿Macri o Vidal? Por ahora no hay Plan V, pero todo puede cambiar hasta el 22 de junio

Pese a los ruidos internos, hoy el candidato del oficialismo es Mauricio Macri. Hay algunos factores que comenzaron a alinearse para que esto no cambie antes del 22 de junio, el día de cierre de listas: el dólar está controlado, el riesgo país empezó a bajar y el índice de precios ingresó en una etapa decreciente. En otras palabras, la cuestión económica se corrió de la agenda. Habrá que esperar cómo impacta en los mercados el revés que sufrió YPF en los Estados Unidos. 

¿Hay tiempo para una sorpresa? Todo puede pasar hasta el cierre de listas. Sin embargo, en el entorno de María Eugenia Vidal repiten que a ella no le interesa la pelea por la Presidencia. Es más, le incomoda estar desmintiendo rumores todas las semanas. Está convencida que su suerte está atada a la de Macri. No se imagina un 2020 con un kirchnerista en la Casa Rosada y ella en la provincia de Buenos Aires. Tampoco cree que haya margen para que Cambiemos gane en el plano nacional si primero no festeja en territorio bonaerense. Simplificado: ganan los dos o pierden los dos. 

Lanús (Néstor Grindetti), Vicente López (Jorge Macri) y San Isidro (Gustavo Posse) continuarán bajo conducción de Cambiemos de acuerdo a las encuestas que maneja el oficialismo. Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Ramiro Tagliaferro (Morón), Julio Garro (La Plata) y Jaime Méndez (San Miguel) también tiene chances retener su intendencia. En Pilar (Nicolás Ducoté), Quilmes (Martiniano Molina) y General Rodríguez (Darío Kubar) la pelea será más difícil. Independientemente de qué distritos continuarán pintados de amarillo, a los expertos en números les preocupa cómo se achicaron las diferencias con Cristina Kirchner. Ella es la rival a vencer, creen que no cambia mucho si termina jugando Axel Kicillof o algún intendente peronista. 

Hay una única esperanza para quienes fogonean el "Plan V". Vidal aceptaría un cambio de figuritas sólo si se lo pidiera Macri agobiado por las encuestas. La posibilidad es muy difusa: el jefe de Estado está convencido de que puede ganar  las elecciones y hasta último momento mantendrá su candidatura. Para -eventualmente- acallar tensiones internas se reserva la candidatura a vice. Podría ser ofrecida como prenda de unidad al radicalismo o algún representante que signifique una verdadera ampliación de la coalición de gobierno. Los rumores que situaban en ese lugar a Urtubey no surgen del PRO: dicen que el gobernador salteño no aportaría mucho a la boleta.

 
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