Perfil de Alberto Fernández: el kirchnerista crítico que designó CFK para volver al poder

El precandidato a presidente elegido por Cristina Kirchner comenzó su carrera política en la presidencia de Raúl Alfonsín. Pasó por los gobiernos de Menem, Duhalde y de Néstor Kirchner. Su rol en el peronismo no K. Cronología de un dirigente dialoguista

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“Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula a presidente que integraremos juntos, él como candidato a presidente y yo como candidata a vice en las PASO”, dijo Cristina Kirchner para anunciar la fórmula del peronismo kirchnerista
“Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula a presidente que integraremos juntos, él como candidato a presidente y yo como candidata a vice en las PASO”, dijo Cristina Kirchner para anunciar la fórmula del peronismo kirchnerista

Alberto Fernández resumió su biografía en una red social en menos de 160 caracteres. Para narrar quién es, eligió: "Abogado, profesor de Derecho Penal en UBA, ex Legislador porteño, JGM [sic, por Jefe de Gabinete de Ministros] de Néstor Kirchner, fundador de PARTE. Amo a Argentinos Jrs. Un país en serio es posible". Ungido precandidato a presidente por su -ahora- compañera de fórmula, Cristina Fernández de Kirchner, un movimiento que descolocó el tablero político, cuenta con una carrera política plural.

Es porteño, hincha de Argentinos Juniors, su cumpleaños cae en fecha especial: nació el 2 de abril de 1959. De profesión abogado, es reconocido como un distinguido asesor en materia judicial, un área donde adquirió prestigio de astuto operador. Es también docente en la cátedra de Derecho Penal y Procesal Penal de la UBA.

Su bautismo en la gestión pública se produjo en la década del ochenta. Era activo partícipe en la Fundación para la Democracia en Argentina cuando en 1985 fue designado director en Sumarios y subdirector General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía durante la presidencia de Raúl Alfonsín.

Fue uno de los integrantes del Grupo Calafate, el protokirchnerismo que catapultó al por entonces gobernador de Santa Cruz a la presidencia (NA)
Fue uno de los integrantes del Grupo Calafate, el protokirchnerismo que catapultó al por entonces gobernador de Santa Cruz a la presidencia (NA)

Se desempeñó como asesor del Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires y de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina. En la gestión menemista, ejerció el cargo de superintendente de Seguros de la Nación de 1989 hasta la renuncia del por entonces ministro de Economía Domingo Cavallo en 1996.

En ese tiempo también fue presidente de la Asociación de Superintendentes de Seguros de América Latina, negociador por la Argentina en la Ronda Uruguay del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade, o en español Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles) y en el Grupo de Servicios Financieros del Mercosur, cofundador de la Asociación Internacional de Supervisores de Seguros, y vicepresidente ejecutivo del Grupo Banco Provincia.

En el plano personal, en 1992 fue destacado como uno de los "10 Jóvenes Sobresalientes de la República Argentina" por la Cámara Junior de Buenos Aires, junto a Gustavo Béliz, Martín Redrado y Julio Bocca.

Tuvo un acercamiento a Eduardo Duhalde al ser designado tesorero en la campaña presidencial de 1999, cuando finalmente ganó la elección el candidato de la Alianza, Fernando de la Rúa. Por aquellos años, conoció a Néstor Kirchner, por iniciativa de Eduardo Valdés, para comulgar ideas con el gobernador santacruceño que en ese entonces manifestaba discrepancias con el modelo político del presidente Carlos Menem.

El 18 de marzo de 1998 crearon en El Calafate una fundación para la formación política y la capacitación de la administración del Estado. El Grupo Calafate -así se lo denominó- era una reivindicación de la lógica peronista que Menem había, según su percepción, desprestigiado. Significó, con la derrota de Duhalde, el germen del kirchnerismo, la usina del armado político que depositó en 2003 a Néstor Kirchner en la Casa Rosada. En las reuniones coincidían Aníbal Fernández, Carlos Kunkel, Héctor Recalde, Carlos Tomada, Alberto Iribarne y Julio Bárbaro, entre otros.

Con Cristina Kirchner en 2006 cuando era senadora y primera dama en la apertura del “Encuentro Nacional por la Militancia”. Alberto ocupaba el cargo de Jefe de Gabinete de Ministros (NA)
Con Cristina Kirchner en 2006 cuando era senadora y primera dama en la apertura del “Encuentro Nacional por la Militancia”. Alberto ocupaba el cargo de Jefe de Gabinete de Ministros (NA)

Su única excursión política en comicios legislativos ocurrió a comienzos de siglo. Integró la lista que lideraba Domingo Cavallo como candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Gustavo Béliz como vicejefe. Fueron derrotados por la fórmula Aníbal Ibarra – Cecilia Felgueras pero Fernández obtuvo una banca en la legislatura porteña por la coalición denominada Encuentro por la Ciudad, cargo que asumió el 6 de agosto de 2000. Desde el recinto, se ocupó de acercar posiciones entre Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. El 25 de mayo de 2003 dejó su banca para asumir como Jefe de Gabinete de Ministros en el primer gobierno kirchnerista, lugar desde donde se edificó como un político articulador, dialoguista, recomponedor, versátil, interlocutor con la oposición, con los empresarios y con el establishment.

Desde ese rol, además, fue designado armador político en la ciudad de Buenos Aires, históricamente esquiva con el peronismo. En el 2007, estuvo a cargo de la campaña a jefe de Gobierno que encabezó el entonces ministro de Educación Daniel Filmus, campaña en la cual el PJ local no logró una unidad con Jorge Telerman (entonces a cargo de la administración porteña tras la destitución de Aníbal Ibarra luego de la tragedia de Cromañón), división que facilitó que Mauricio Macri sea electo Jefe de Gobierno.

En ese año, 2007, fue proclamada presidente Cristina Fernández de Kirchner. Alberto mantuvo su cargo, pero no por mucho tiempo. En 2008 se desató un conflicto con el campo y sus organizaciones representativas por la Resolución 125, una norma que establecía un nuevo sistema de retenciones móviles a la exportación de granos. La había anunciado el entonces ministro de Economía Martín Lousteau el 11 de marzo. Fueron 129 días de tensión hasta la sentencia del voto "no positivo" del vicepresidente Julio Cobos en el senado. El 23 de julio, Alberto Fernández se despedió del kirchnerismo a efectos de oxigenar la gestión. La última palabra en su carta de renuncia era manuscrita y premonitoria: "Sinceramente", el título del libro de Cristina Kirchner.

Alberto Fernández estuvo en la primera fila en la presentación de “Sinceramente” el libro de Cristina Kirchner en La Rural (Nicolás Aboaf)
Alberto Fernández estuvo en la primera fila en la presentación de “Sinceramente” el libro de Cristina Kirchner en La Rural (Nicolás Aboaf)

Lo sucedió en el cargo Sergio Massa, con quien años después montaría una plataforma política. A partir de su salida, comenzó a mostrarse crítico hacia la gestión de CFK. "Cuestioné su ley de democratización de la Justicia, su ley de medidas cautelares, el modo como sacó la ley de medios, prácticamente sin debate. Cuestioné todas esas cosas", advirtió en 2015.

Dijo, además, que Cristina tenía una enorme distorsión de la realidad y que, de haber seguido en el gobierno, habría tenido que pertenecer al séquito de obedientes cuando para él "la política es reflexión y debate", y que en el segundo mandato de la ex presidenta lo único virtuoso que pudo encontrar fue en ciencia y tecnología. "Cuando fue lo del campo, ella sintió que había una suerte de confabulación general en su contra. Y a partir de allí no pudo volver más, ella percibió que cada crítica era parte de esa confabulación", disparó.

Aunque confesó haber votado por la reelección de CFK en 2011, mantuvo encendidos cruces con el kirchnerismo más radicalizado, con Guillermo Moreno, Aníbal Fernández y Carlos Kunkel, y se permitió disentir en políticas públicas como el cepo cambiario y el tratamiento de la Tragedia de Once. Su relación cordial con sectores vinculados a empresarios, inversionistas, intelectuales, periodistas, además del diálogo con dirigentes políticos opositores y su amplitud a todo el arco peronista fueron factores de desconfianza en el seno del kirchnerismo más duro.

Es autor del libro “Políticamente incorrecto. Razones y pasiones de Néstor Kirchner”, publicado por Ediciones B pocos días después de la asunción del segundo mandato de la ex presidenta en 2011
Es autor del libro “Políticamente incorrecto. Razones y pasiones de Néstor Kirchner”, publicado por Ediciones B pocos días después de la asunción del segundo mandato de la ex presidenta en 2011

En una reciente entrevista con Página 12, el ahora precandidato presidencial recordó: "Nos reencontramos en diciembre del 2017. Pasaron nueve años sin vernos, casi 10, ese tiempo hizo que el reencuentro haya sido un reencuentro donde recuperamos la amistad que habíamos tenido, el afecto, donde saldamos todo lo que nos cuestionamos, lo que nos permite trabajar con mucha confianza el uno con el otro. Me emocionó mucho, mucho, el ofrecimiento de Cristina (…) Fue muy cruel lo que nos pasó. Yo no la pasé bien estos casi diez años, pero el reencuentro fue enorme. Todos hicieron la lectura del reencuentro político y nadie hizo la lectura del reencuentro humano. Eso es lo que más valoro y me encantó ayudarla en este tiempo a salir del lugar en la que la estaban poniendo".

En 2012 fundó su propio partido, el Partido del Trabajo y la Equidad (PARTE). Al año siguiente, se integró al Frente Renovador para ser el armador de la candidatura presidencial de Sergio Massa en 2015, pero luego de esos comicios comenzó de nuevo a separarse, esta vez del ex intendente de Tigre. Para las elecciones de medio término de 2017, asumió como jefe de campaña del ex ministro del Interior Florencio Randazzo por el Frente Justicialista Cumplir, en unos comicios legislativos donde compitió contra su actual compañera de fórmula y Esteban Bullrich.

Alberto Fernández en pocas palabras: militante de Néstor, crítico de Cristina, jugó en diferentes elecciones con Massa y con Randazzo, y coqueteó con el sciolismo antes de sumarse a la reconversión del kirchnerismo (ahora dentro del PJ) para abrigar su deseo más íntimo: ser presidente de la Nación.

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