Daniel Kroneberger habla desde adentro de un auto que lo traslada en uno de los últimos viajes del día. Aprovecha el tiempo muerto del viaje para marcar los motivos por los que los pampeanos deben votarlo el próximo domingo. Es el candidato radical que busca acceder a la gobernación de La Pampa después de 36 años y es el dirigente que protagonizó la primera derrota del gobierno nacional en el calendario electoral. En la interna de Cambiemos le ganó a Carlos Mac Allister, el ex jugador de fútbol que tenía el respaldo de Mauricio Macri.
En diálogo con Infobae, el candidato radical aseguró que en La Pampa necesitan regular el gasto estatal y fomentar empleo genuino. Representa un cambio de paradigma frente al rol del Estado dentro del plan de gobierno. Afirmó que no es el candidato del gobierno y que el radicalismo afronta una enorme responsabilidad en la convención que llevará adelante el 27 de mayo. "Hay que dejar de mirar netamente lo electoral, discutir políticas de estado y buscar coincidencias", sostuvo.
-Quedan dos días para las elecciones. ¿Puede dar el batacazo?
-Estamos en campaña desde diciembre. Estamos bien, mejores que en otras oportunidades. Somos competitivos. Hay un modelo agotado que es el que implementó el justicialismo y que no da para más. En los últimos 10 años creció un 40% el empleo público y el 9,5% el empleo privado. La ecuación no da. Si no apostamos a un programa de desarrollo integral no tenemos futuro. Tenemos que generar trabajo genuino. Estamos estancados.
-El peronismo gobierna La Pampa desde 1983. Hasta el momento los pampeanos lo acompañaron. ¿Por qué no lo harían este domingo?
-Hasta ahora les ha dado un buen resultado electoral pero el modelo del peronismo está agotado. El pampeano está agotado y se ha dado cuenta. Y ahora está apostando a un desafío distinto.
-¿Qué tiene de distinto?
-Es un proyecto armónico en base a la producción y el trabajo. Tenemos que congelar la entrada de gente al Estado. Eso no significa sacar gente, sino frenarla. También hay que generar beneficios crediticios y tributarios para el sector privado. El Banco de La Pampa es absolutamente financiero. Debe ponerse a disposición de la producción.
-En definitiva, cree que el problema está en el costo que le genera al Estado el sector público.
-En la provincia tenemos 100 empleos privados y 94 públicos. Ese es el resultado de la gestión peronista en este tiempo. Hay que crear fuentes genuinas de trabajo para ensanchar la ecuación. Es el gran desafío. La producción primaria genera 400 empleados y debería generar 20 mil. Hay un nicho que explorar.
-¿Usted es el candidato del gobierno nacional en La Pampa?
-No. Nosotros tenemos un frente amplio en la provincia. Competimos en una interna con el candidato del PRO que fue Carlos Mac Allister y ganamos. Soy de la UCR. El nuestro es un espacio amplio. No soy un candidato que esté discutiendo un proyecto de gestión nacional, sino provincial. Discuto lo que queremos hacer en La Pampa.
-La estrategia de los gobernadores ha sido separar la elección provincial de la nacional para que se divida también la evaluación de las gestiones por parte de los ciudadanos. ¿El desdoblamiento puede beneficiarlo?
-La provincia de La Pampa es la primera vez que va a desdoblada la elección. El objetivo es claro: que no se desdibuje la discusión provincial por la situación nacional. El candidato del oficialismo (Sergio Ziliotto) es reacio a discutir la problemática que tiene la provincia.
-¿Si gana la elección, qué provincia cree que le deja el gobernador Carlos Verna?
-Es una provincia dormida, aletargada. Una provincia que no está comprometida financieramente y no tiene deudas. Es ordenada. Pero tiene debilidades. Se han ido quitando prestaciones en los sistemas de salud y educación. Ese quite generó un deterioro en las más de 80 localidades que tenemos. Además, tenemos un problema energético. No se miró nunca como una política de Estado a largo plazo y es fundamental. Una provincia que no tiene energía, no tiene futuro.
-¿En la elección del domingo le puede afectar la crisis económica nacional?
-Puede ser que impacte. La estrategia del candidato del oficialismo es nacionalizar la elección. Creo que la gente va a saber distinguir que este domingo es una elección provincial y no nacional. No creo que sea un detonante. Nuestra propuesta es seria y tenemos un equipo serio. Además, nos juega a favor el resultado que logramos en la interna. Salimos fortalecidos.
-¿Y las 7 elecciones que perdió el gobierno después de las PASO en La Pampa pueden impactar negativamente en su desempeño?
-En el resto de las provincias el electorado presbicitó la gestión local. Tanto en Córdoba, como en Neuquén y Río Negro los que salieron fortalecidos fueron los gobiernos locales. De todas formas, puede ser que tenga incidencia. Pero estoy convencido que el ciudadano presbicita la situación local y no el proyecto nacional.
-¿Habló con el Presidente?
-No. Tengo comunicaciones normales con el Gobierno desde mi lugar en el Congreso. Hablamos con todos.
-¿Cuál cree que será la definición del radicalismo en la convención del 27 de mayo?
-Es incierto. El partido va a tener una gran responsabilidad porque estamos frente a una elección nacional. Tenemos que discutir el eje programático y salir de la coyuntura. Hay que dejar de mirar netamente lo electoral, discutir políticas de estado y buscar coincidencias. La Argentina necesita un gobierno de concertación nacional. Salir de la grieta. La gente termina pagando los platos rotos por la discusión de los dirigentes. Discusiones estériles. El país debe buscar un consenso generalizado.
-¿Un sector del radicalismo se puede ir detrás de la candidatura de Lavagna? ¿Es posible?
-No sé. Hay diferentes posturas dentro del radicalismo. Yo estoy enfocado en la elección provincial. El partido es orgánico. Lo dejó demostrado en la convención que se hizo en Gualeguaychú. El futuro lo debemos debatir en la convención.
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