El Gobierno, de la tensión con la Corte Suprema al malestar con Alfredo Cornejo

El oficialismo arrancó la semana con un denso debate interno tras la derrota en Córdoba. Y había expectativa con el dólar y el anuncio sobre la inflación. El foco se corrió a Cristina y luego a la suerte de su juicio oral. El gobernador mendocino volvió las fichas a la interna

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Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y presidente de la UCR
Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y presidente de la UCR

Esta vez Alfredo Cornejo no sorprendió por lo que dijo sino por el momento en que lo dijo. Habló otra vez de una "reformulación" de Cambiemos y reabrió el tema de la candidatura de Mauricio Macri. Las frases del gobernador mendocino cosecharon en el Gobierno y hasta en dirigentes de la UCR desde malestar hasta resignado enojo, esto último por el autoimpuesto silencio para no calentar el debate hacia afuera. El eje político pasaba realmente por otro lugar: la vuelta a escena de Cristina Kirchner y la decisión de la Corte que frenaría el inicio del primer juicio oral a la ex Presidente.

Los dichos de Cornejo volvieron a darle cartel mediático a un clima interno que no había desaparecido de la noche a la mañana pero que se sentía al menos algo amortiguado, sobre todo externamente. La derrota electoral en Córdoba, alimentada pero no sólo explicable por la división de Cambiemos –según admiten algunas fuentes dentro y fuera del Gobierno-, estaba en el centro de la discusión desde el lunes, condimentada por las acusaciones de Elisa Carrió que parecieron limitadas a funcionarios para no afectar al Presidente. Un golpe en las urnas, con radicales en el centro a dos semanas de la Convención Nacional de la UCR.

Así había arrancado la semana, junto con las inquietudes sobre dos datos económicos básicos de fuerte impacto social y político: el dólar y la inflación. La nueva entrega de la disputa comercial entre Estados Unidos y China, y sus estribaciones, vienen poniendo a prueba la solidez del esquema basado en el recreado acuerdo con el FMI. En el Gobierno se registra una moderada satisfacción por el comportamiento del precio del dólar, pero con real o forzada cautela según la oficina.

Elisa Carrió acompañó a Mario Negri el domingo en Córdoba
Elisa Carrió acompañó a Mario Negri el domingo en Córdoba

En paralelo, se esperaba la anotación de la inflación de abril. Fue difundida ayer: 3,4 por ciento. Se venía de un número aún más fuerte: 4,7 por ciento en marzo. Algo de alivio. Por convicción o como consecuencia de costos previos por el fracaso de pronósticos en boca del Presidente, también en este rubro se manejaba la cautela. El punto, ahora, es si la baja se afirmará como tendencia sólida.

En el Gobierno, también en oficinas de La Plata y entre dirigentes de Cambiemos, la contención de los precios y el dólar son considerados vitales para sostener chances ciertas en las elecciones que vienen. No se habla ya de expectativas más amplias sobre la economía sino, se admite, de un piso o límite para poder dar pelea.

En esos puntos mínimos hay coincidencia. En cambio, la discusión sobre los procesos electorales en las provincias exhibe matices y hasta contradicciones. Las lecturas iniciales que atribuían todo a las condiciones o características de cada distrito están en baja o son interpretadas como una parte que no excluye los efectos de la crisis. Y las miradas se extienden no sólo ocurrido hasta ahora en territorios ajenos –en manos del PJ o de fuerzas provinciales- sino además al calendario que viene: en junio serán disputados 12 comicios, tres de ellos en manos radicales: elección general de gobernador en Jujuy, primarias en Mendoza y legislativas en Corrientes. Hay confianza, pero con la mirada puesta en la economía.

Antes, será escrito el capítulo de la Convención de la UCR, el lunes 27. Y en los renglones previos se anota lo dicho por Cornejo. Dirigentes radicales que siguen de cerca el punteo de convencionales, distrito por distrito, dicen que el encuentro no será fácil, que habrá pelea, pero que no se romperá Cambiemos. El proceso es seguido de cerca y activamente también desde la jefatura de Gabinete.

Macri, la última vez que cenó con los gobernadores radicales.
Macri, la última vez que cenó con los gobernadores radicales.

Tema central de la Convención será el funcionamiento real y las características del frente actual, la amplitud de la convocatoria hacia delante y hasta el sentido de coalición de gobierno que debería pensarse si las urnas responden. Visto así, lo del gobernador mendocino sonaba al menos extemporáneo, en primer lugar porque ya está anticipado el rechazo de peronistas y algunas fuerzas provinciales para el corto plazo de las PASO y la primera vuelta.

La interna –además de la economía, se ha dicho- dominaba el arranque de esta semana en el oficialismo, con el impacto esperado y ampliado de la elección cordobesa. Sin embargo, dos hechos corrieron el foco y lo colocaron sobre la ex presidente, el otro factor real y a la vez decisivo en el tablero de campaña que imagina el oficialismo.

Primero fue una demostración con sello CFK 2019. Volvió a la sede del PJ después de una década y media, para reafirmar su proyecto de frente electoral y tratar de correr a un segundo plano el triunfo de Juan Schiaretti en Córdoba. Fue un mensaje al peronismo federal, en la disputa que irá creciendo en sentido territorial.

Con el antecedente cercano del lanzamiento de Sinceramente y la presentación en la Feria del Libro, el acto en el Consejo del PJ afirmó la idea de su candidatura y también la voluntad de darle batalla al peronismo federal, ahora personalmente y de manera pública, ya no sólo con operaciones o negociaciones provincia por provincia.

Cristina Kirchner en la cumbre del PJ
Cristina Kirchner en la cumbre del PJ

Eso resultaba más previsible. Pero el segundo y más potente factor llegó desde otro frente: la decisión de la Corte de solicitar la causa sobre el manejo con obras públicas que iba a sentar a la ex Presidente por primera vez ante un tribunal oral, el martes que viene.

La resolución del máximo tribunal volvió a alimentar especulaciones políticas sobre la Justicia y, más grave, la sensación de ritmos atados a los tiempos electorales. Macri y de manera más directa Marcos Peña, Germán Garavano y otros funcionarios sumaron cuestionamientos a la Corte. Hubo sintonía plena: además de Elisa Carrió, la UCR difundió un comunicado bajo el título "La demora es una reconocida forma de asegurar impunidad". En conjunto, un punto de tensión con la Corte.

A esa altura, las referencias a la impunidad parecían para la ex Presidente un costo mayor que la postergación de la primera foto de esta naturaleza, junto a ex funcionarios y ante un tribunal. Como siempre, en el cálculo más sencillo, se podría decir que difícilmente le reste votos aunque es posible que la cierre sobre su público. El punto, en todo caso, sería cómo impacta en el resto del electorado, en general y en términos de polarización.

En un terreno políticamente modificado en pocas horas, con movimientos de sus principales actores –gobierno, kirchnerismo y PJ federal- y sin poder sacarle la mirada a la economía, el término sorpresa adquirió otro matiz dentro del oficialismo y frente a las declaraciones de Cornejo. La mesura, de todos modos, parecía el mejor remedio táctico.

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