Juan Manuel Urtubey (49) sonríe mientras monta su caballo Motape Cardal. Estamos en los alrededores de la residencia del gobernador de Salta, en la Reserva Provincial Finca La Costa, un predio de 10 mil hectáreas ubicado a 17 km del centro de la capital salteña y a 10 minutos del aeropuerto local. Con la torpeza típica de un porteño, siempre citadino, logro subirme al caballo que me asigna Urtubey para galopar por la reserva. Le pregunto si puedo tomar esta imagen como una metáfora de un posible acercamiento suyo a "la yegua". Me responde: "Los dos son caballos, a propósito. La yegua quedó allá lejos".
La idea original de la entrevista se ve rápidamente frustrada por motivos climáticos. Una regular lluvia impide extender nuestra cabalgata más allá de unos minutos. Nos vemos obligados a reemplazar la locación a cielo abierto por el hall de la casa. Con el imponente escenario de las sierras de fondo, comienzo el cuestionario.
—Te hago una pregunta basada en el más estricto academicismo de la ciencia política. ¿Cuán hinchado las pelotas estás de que Lavagna no confirme si va ser candidato y si va a ir a una PASO?
—(Risas) Académicamente te diría que jode.
—¿Le decís a Lavagna, "dale, ponete las pilas"?
—La que manda es la realidad. Si hay alguien que indudablemente es el mejor candidato, nadie lo discute. Pero como eso no sucede, hay que competir.
—Me fijé en Google cuáles son las principales búsquedas que la gente hace de vos y una de las más recurrentes es "¿De qué partido es Juan Manuel Urtubey?"
—¿Cómo de qué partido? Yo soy peronista.
—Está bien, yo te digo lo que busca la gente.
—Presido el Partido Justicialista en Salta.
—¿Por qué creés que la gente tiene esta duda sobre vos?
—Porque el 80% de los argentinos no tiene ni la menor idea de la política, ni de los partidos políticos.
—¿Sos el peronista más Macrifriendly de todos?
—Todos los gobernadores peronistas, salvo dos o tres, hemos ayudado al Gobierno desde el primer día y lo vamos a ayudar hasta el último. ¿Sabés por qué? Desde que existe el peronismo, cuando gobernó otro y le fue mal, la culpa era nuestra porque supuestamente no los dejábamos gobernar. A este gobierno le está yendo mal. No puede decir que le va mal porque nosotros le pusimos palos en la rueda. Nosotros hicimos todo lo que pudimos para ayudarlos.
—(Risas) Muy bien. Si pusiésemos la creatividad argentina para laburar, lo bien que nos iría.
—¿Cuál es tu escena favorita de una película?
—Una de El Padrino III. Está sentado el viejo padrino y Andy García, que es el sobrino, le dice que va a vengar la muerte de alguien. "Yo al tipo lo odio" dice. Y el padrino, que ya estaba grande, lo agarra fuerte y le dice "nunca odies a tus enemigos, eso te hace vulnerable". Eso me quedó grabado para siempre.
—¿Aplicás esa enseñanza en la política?
—Sí, habitualmente. El odio te quita fuerza.
—¿De El Padrino se puede aprender a hacer política?
—Es el libro de cabecera. (Risas)
—En estos doce años de gobernador, ¿qué aprendiste del ejercicio del poder?
—¿Qué aprendí del ejercicio del poder?
—¿Que está bueno ejercerlo?
—(Risas) Yo siempre fui medio desapegado de eso.
—Ahora. Cuando no estés, sabés cómo lo vas a extrañar ¿no?
—Sinceramente, ansío el momento en el que deje de tener responsabilidad política y pueda estar un poco más tranquilo.
—Hagamos un Urtubey for kids. Tenés que responder a la siguiente pregunta para niñitos y niñitas de 6 años ¿Por qué desde su sanción en 2006 fue tan difícil aplicar la Ley de Educación Sexual Integral en Salta?
—Nosotros estamos aplicando la ley. Y si el chico de seis es de Salta, sabe porque lo ve en la escuela todos los días. Hay una enorme tarea que hay que hacer que tiene que ver con capacitar a los docentes. Esa tarea de capacitación para educadores nos ha llevado un tiempo. Pero estamos trabajando en todas las escuelas.
—Pero vos estuviste doce años para capacitar a los docentes…
—La educación sexual se da en Salta.
—¿Pero se da en todas las escuelas?
—Claro.
—Estos últimos días en redes sociales, estuvo circulando un desafío viral que era mirar una zapatilla y ver qué color tenía. Había mucha gente que la veía verde, mucha gente que la veía rosa. Te propongo hacer el mismo desafío pero con esta imagen donde estás vos: ¿qué ves acá?
—Es una asamblea legislativa, nada.
—Te digo qué veo yo. Veo que estás corto de mujeres.
—En mi gabinete tenemos un 30% de mujeres.
—Te faltan 20 para el fifty-fifty entonces.
—Me faltan 20 para el fifty-fifity. Pero Salta es la primera provincia que tiene 50 y 50 en cargos electivos.
—¿Qué pensás de la consigna "Iglesia y Estado asunto separado"?
—Que es obvio, estamos en el siglo XXI.
—Te van a prender fuego.
—Ya me lo prenden. No tengo problema.
—Si sos presidente, ¿impulsarías un nuevo debate por la legalización y la despenalización del aborto?
—Sí, pero antes impulsaría un debate en el Congreso para llamar a una consulta popular. La única manera de que todos aceptemos una decisión es que lo decida la gente.
—¿Cuál es tu posición personal al respecto?, ¿estás a favor o en contra de la despenalización y legalización?
—A favor.
—Vamos con La pregunta emoji. No podés utilizar ninguna palabra, solo podés responder con emojis. ¿Sos progresista a nivel nacional y conservador en tu provincia?
—¿No sé?
—Es que es exactamente al revés. En Salta me critican por progresista, y a nivel nacional me critican por conservador. Paradójicamente, para los parámetros de muchos de acá, yo soy un zurdito.