Luego de la detención de un hombre armado en la Casa Rosada, que ingresó esta mañana para pedir una entrevista con el presidente Mauricio Macri, se produjeron dos llamados anónimos después del mediodía para alertar de amenazas de bomba en el edificio presidencial y el anexo de la Cámara de Diputados.
Personal de la Brigada de Explosivos de la Policía Federal trabaja en la sede gubernamental de Balcarce 50 y el palacio legislativo para registrar las instalaciones en busca de paquetes sospechosos.
Según informaron fuentes policiales, los llamados no fueron al 911 sino que ingresaron directamente a los conmutadores de ambos lugares.
El primero tuvo lugar en la Casa Rosada, cerca de las 13 horas, y veinte minutos después se replicó en el anexo de Diputados.
Rápidamente, efectivos de la Policía de Ciudad se hicieron presentes en el anexo para ayudar a las personas que habían decidido autoevacuarse tras enterarse de la amenaza.
El lugar estaba colmado de gente ya que a pocos metros de allí se están velando los restos del diputado Héctor Olivares, asesinado en un confuso episodio en la esquina del Congreso de la Nación. El velatorio de Olivares se realiza en el Salón de los Pasos Perdidos de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, avenida Rivadavia 1850.
A raíz de estos dos episodios, la seguridad presidencial está en alerta. Sobre todo luego de lo ocurrido esta mañana. Fuentes oficiales explicaron a Infobae cómo fue el extraño suceso. Francisco Ariel Muñiz, de 36 años, se presentó en la puerta de Balcarce 78 y aseguró que tenía agendada una reunión con el jefe de Estado, que en el momento de la detención se encontraba en el interior, reunido con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Luego de verificar que su nombre no aparecía en los registros oficiales, el personal de seguridad le explicó al hombre que no podía ingresar a la Casa de Gobierno y lo invitó a retirarse.
En una actitud sospechosa, Muñiz tiró un portafolio plateado y salió corriendo, lo que activó los protocolos de emergencia de la Casa Rosada. El hombre fue apresado a pocos metros, en la boca del subte ubicada en Balcarce e Hipólito Yrigoyen.
Rápidamente se dio intervención a la Brigada Antiexplosivos que revisó el portafolio plateado -que quedó arrojado entre la reja y la puerta de la Casa de Gobierno- y constató que en su interior había un revólver Magnum, calibre 44, con el número de serie limado. El arma, confirmó la ministra Patricia Bullrich, no tenía municiones.
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