El diputado nacional Héctor Olivares y su amigo, el funcionario Miguel Yadón, fueron atacados a tiros a metros del Congreso de la Nación. Olivares fue trasladado de urgencia con heridas graves y Yadón murió en el acto.
El atentado generó una fuerte conmoción en todo el arco político. El presidente Mauricio Macri, la ex jefa de Estado Cristina Kirchner y referentes de distintos espacios se solidarizaron con las familias de las víctimas.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, difundió este jueves al mediodía las primeras imágenes de las cámaras de seguridad del hecho. En los registros a los que accedió Infobae se observa que los sicarios se encontraban dentro de un auto gris -un VW Vento, patente LYS 656-, que estaba estacionado sobre Avenida de Mayo, junto a la Plaza del Congreso, detrás de un micro.
Los atacantes efectúan los disparos desde el interior del Vento cuando observan que Olivares y Yadón vienen caminando por la vereda, sentido hacia el Congreso de la Nación. Los allegados a las víctimas informaron que los amigos vivían en un edificio de la zona y solían repetir la misma caminata todas las mañanas, de ahí que se sospecha que los estaban esperando para dispararles.
Tras la balacera, un hombre que estaba en el asiento del conductor se bajó del rodado y observó la situación. Se lo ve intercambiar unas palabras con Olivares, que estaba tendido en el suelo a escasos metros, solicitando ayuda a los pocos transeúntes que estaban en la zona. Eran las 6:50 y todavía no había amanecido. Yadón ya no reaccionaba; yacía sobre la vereda.
Pocos segundos después, otro hombre vestido de negro desciende del auto también desde la puerta delantera izquierda y deja la escena del crimen caminando. Cruza avenida Rivadavia y desaparece del cuadro.
Por la sucesión de hechos, los investigadores creen que el blanco era Yadón, no Olivares. Es que de haber querido, los atacantes podrían haber asesinado al diputado nacional y no lo hicieron.
En medio de la tragedia, surge un detalle insólito: un policía de la Ciudad se acerca al lugar del ataque y no atina a reaccionar contra los asesinos cuando aún estaban allí. Se quedó paralizado. El primer hombre que había bajado del auto gris volvió al rodado y lentamente emprendió fuga.
Fuentes de la investigación aseguraron que el Vento quedó estacionado en un garage de la calle Bartolomé Mitre. En un principio se sospechó que se había fugado rumbo a la Autopista Buenos Aires-La Plata porque en el sistema de infracciones aparecieron varias multas con fecha de hoy, pero el dato fue rápidamente desmentido.
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