La causa D'Alessio que se sigue en Dolores dio un giro insólito: la ex defensora de Leonardo Fariña pasó de ser querellante a acusada. El juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla llamó a declaración indagatoria a la abogada Giselle Robles y a su ex socio, Franco Bindi, para el lunes y martes de la semana próxima. El magistrado sospecha que, junto a una tercera abogada que dijo que "coacheó" a Fariña, participaron en la orientación de declaraciones en causas penales contra ex funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.
La hipótesis sobre armados de declaraciones en causas judiciales en la banda de Marcelo D'Alessio no es nueva en el juzgado de Dolores. De la propia documentación que se encontró en la casa del falso abogado aparecía una carpeta titulada "Capacidad de orientar contenidos de declaraciones de Leonardo Fariña en aras de procesar con prisión preventiva a Ricardo Echegaray" que podía la organización criminal investigada.
Sin embargo, la decisión de Ramos Padilla se aceleró en las últimos días cuando diferentes abogados comenzaron a desfilar por programas de televisión haciendo declaraciones que rayaban la autoimputación: aseguraban haber estado al tanto, participado o colaborado con el armado de la declaración de Fariña como arrepentido en la causa de la ruta del dinero K, que llevó preso a Lázaro Báez. Los dichos de Fariña impactaron en la opinión pública en los primeros meses del gobierno de Mauricio Macri, detallando cómo se habían llevado dinero al exterior y vinculándolo con la obra pública.
La figura de Leonardo Fariña estuvo inicialmente en el expediente. Su defensor, Rodrigo González, aparecía vinculado a D'Alessio, que hasta ese momento se presentaba también como abogado. Además, el nombre de Fariña aparece entremezclado con un frustrado intento de cámara oculta que D'Alessio y el fiscal Carlos Stornelli habrían querido hacerle al abogado Juan Manuel Ubeira. Ubeira es el defensor de Federico Elaskar, el financista que apareció en los primeros informes periodísticas diciendo que le habían robado "La Rosadita", el lugar de Puerto Madero en donde los Báez contaban dinero.
Elaskar junto a Fariña son parte de los acusados en el juicio por la ruta del dinero K. Ubeira se presentó como víctima en Dolores, mientras reclamaba el apartamiento de Stornelli en la causa de los cuadernos, donde también defiende a un ex funcionario.
Fue el ex espía Rolando Barreiro, mano derecha de D'Alessio y preso por orden de Ramos Padilla, el que contó que D'Alessio los había enviado a hacer distintas maniobras para intentar llevarse un auto que usaba la abogada Robles de un estacionamiento tras acordar un supuesto encuentro.
El nombre de Bindi saltó a la prensa a raíz de un pedido de captura internacional de Interpol por una causa de "sustracción de menores". Luego un cambio de carátula en agosto de 2013 le permitió regresar a la Argentina para enfrentar un delito menor, de carácter excarcelable. Robles, en tanto, fue la abogada de Fariña entre 2014 y el 30 de agosto de 2016. La relación terminó muy mal y Fariña la denunció, hecho en el que Robles se amparó para poder declarar contra su ex cliente.
Fue así que Robles se presentó hace unas semanas en el juzgado de Dolores a declarar y también en algunos medios de comunicación. Allí confirmó seguimientos sino también una serie de entrecruzamientos y mails . También habló de reuniones entre Fariña y el ministro de Justicia, Germán Garavano, apuntando a un supuesto guión sobre la declaración como arrepentido. El guión, dijo, le llegaba por una casilla de mails.
En su cuenta de Twitter, también afirmó que con Garavano se pactó "el alquiler de una casa en Devoto con Parrilla y jacuzzi – El apartamiento al Juez Rozanski – Continuar declarando en la misma línea". El ex juez de La Plata Carlos Rozanki, que renunció cuando avanzaba en su contra un proceso en el Consejo de la Magistratura por mal desempeño, también se presentó como querellante en Dolores.
Fariña, entonces, habló ante el tribunal oral que lo juzga junto a Lázaro Báez y sus hijos y afirmó que sus ex abogados mentían. También que trabajaban para el propio Báez.
Sorpresivamente, una abogada que trabajó para el Estado contó primero en Página/12 y luego en C5N cómo un agente de la AFI, ya fallecido, la había contactado para dar clases sobre cómo se llevaba adelante la obra pública y el alumno resultó ser Fariña. Enterado de esas declaraciones, el juez Ramos Padilla llamó a indagatoria a la abogada, Florencia Guijo, y la escuchó sin la obligación de decir verdad. Allí confirmó lo que decía en los medios: que había ayudado a coordinar la declaración de Fariña, a cambio de una suma de dinero. Lo que nadie imaginaba fue que el viernes por la noche Ramos Padilla iba a ordenar un allanamiento en la casa de la letrada, en un departamento del barrio de Belgrano.
A Guijo se le imputó "haber realizado un aporte necesario en la maniobra de espionaje político judicial ilegales dirigida a orientar a las declaraciones de Jorge Leonardo Fariña con el objeto de involucrar a a diversos funcionarios o ex funcionarios en causas penales, y afectar de este modo la situación institucional y política del país .
La mujer afirmó que no conocía a Robles "y que su relación con Franco Bindi -abogado que no solo fue socio de Giselle Robles en el mismo estudio jurídico sino que también ejerció como defensor del coimputado Báez- se limitó a haber trabajado juntos en el Ministerio de Planificación Federal aunque en diferentes áreas". Afirmó que "nunca habló con Bindi respecto de Fariña" y que desconocía "hasta el momento que Bindi era su abogado". Según precisó Ramos Padilla, Guijo aportó su casilla de correo desde la que dijo haber enviado información a Fariña".
A pesar de lo dicho por Guijo, surge de la extracción informática del mail de la abogada, "intercambios de correos con Giselle Robles y Franco Bindi desde 2014 que denotan una relación de amistad y un trato frecuente con ellos, que intercambió en especial con Bindi numerosos escritos, punteos de prueba y documentos digitales -incluso cédulas de notificación electrónica" de la causa de la ruta del dinero k y de la causa de la obra publica que llevó adelante el juez Julian Ercolini y por la que enfrentará juicio oral la ex presidenta Cristina Kirchner.
"De las constancias detalladas precedentemente surge en primer término que tanto Robles como Bindi -al igual que Guijo- habrían efectuado aportes materiales en la maniobra de espionaje político-judicial ilegal con posible participación de funcionarios de la AFI y otros funcionarios políticos dirigidos a orientar las declaraciones de Jorge Leonardo Fariña con el objeto de involucrar a diversos funcionarios o ex funcionarios en causas penales, y a afectar de ese modo la situación institucional y política del país", dijo Ramos Padilla.
Surge además, añadió, que "esas tres personas se conocían al menos dos años antes de que se efectuaran concretamente esos aportes y que muchas de sus comunicaciones posteriores se encuentran estrechamente vinculadas a estas cuestiones". Frente a ello dispuso llamarlos a indagatoria para la semana próxima.
"Debe efectuarse una aclaración vinculada con la temporalidad de distintos sucesos. Esto es, los hechos ocurridos en 2017 que la tienen como posible víctima (a Robles) no impiden que sea convocada ahora para ser intimada de una posible maniobra ilícita ocurrida de modo previo, en 2016, mucho más si de estos hechos y de las características de la maniobra se tomó conocimiento concreto a partir de los elementos de prueba incorporados luego de aquel testimonio", señaló el magistrado.
El juez afirmó que "más allá de la discusión que pueda generar en torno a la responsabilidad que podría caberle a un abogado defensor en su actuación profesional, dicha circunstancia debe ser analizada en profundidad" a la hora de evaluar si queda procesada o no.
"Lo cierto es que Robles y Bindi habrían tenido una participación en dichos sucesos sobre los cuales es necesario escucharlos para que brinden las explicaciones que estimen oportunas en audiencia indagatoria", dijo el juez. Y añadió que lo mismo se hizo con el abogado Rodrigo González, el último defensor de Fariña y también indagado.
"Como consecuencia de esta convocatoria, habrá de dejar sin efecto la aceptación de Giselle Robles como parte querellante ya que la ley procesal no admite la posibilidad del ejercicio de roles contrapuestos en un mismo proceso por parte de un mismo sujeto. Asimismo, a fin de no afectar su derecho de defensa, se la relevará del juramento de decir verdad prestado al momento de recibirle declaración testimonial", añadió.