Sinceramente, el libro de Cristina Kirchner: las frases más destacadas

La obra llegó a las librerías. Cuesta $600 y será presentado formalmente en la Feria del Libro el 9 de mayo. En esta nota, un adelanto

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Sinceramente, el libro de Cristina Kirchner (@CFKArgentina)
Sinceramente, el libro de Cristina Kirchner (@CFKArgentina)

Un día antes de lo esperado, Sinceramente, el libro de Cristina Kirchner, llegó a las librerías. Cuesta $600 y está estructurado en 10 capítulos y un epílogo.

El texto se mantuvo en estricto hermetismo hasta hoy. Incluso la editorial que lo publicó, Penguin Random House, mantiene bajo siete llaves la copia digital de la obra que suele distribuirse a modo de difusión entre los medios de prensa.

Infobae accedió a una copia y en esta nota resume algunas de las frases más importantes:

"Lo cierto es que más allá de los unos y los otros… soy Cristina. Una mujer… con todo lo que implica ser mujer en la Argentina. Con una vida en la que se cruzaron éxitos, y frustraciones, aciertos y errores, pero que fue honestamente vivida sin declinar convicciones".

"Muchas veces, después del balotaje, pensé en eso que finalmente no se dio:  yo, frente a la Asamblea Legislativa, entregándole los atributos presidenciales a… ¡Mauricio Macri! Lo pensaba y se me estrujaba el corazón. Es más, ya había imaginado cómo hacerlo: me sacaba la banda y, junto al bastón, los depositaba suavemente sobre el estrado de la presidencia de la Asamblea, lo saludaba y me retiraba. Todo Cambiemos quería esa foto mía entregándole el mando a Macri porque no era cualquier otro presidente. Era Cristina, era la "yegua", la soberbia, la autoritaria, la populista en un acto de rendición".

"Debo admitir que la cuestión de las cadenas nacionales fue todo un tema. Sí, el hecho de que yo hablara por cadena nacional -bastante seguido, es cierto- para comunicar la gestión de gobierno, obras, leyes, medidas, etc., tenía una razón objetiva: si yo no utilizaba esta herramienta, lo que nosotros hacíamos no aparecía en los medios de comunicación".

"Había tomado la decisión de no tener fueros, no solo por lo que dije que los argentinos debían descansar de mí y yo de ellos, sino porque no estaba dispuesta, cuando terminé mi mandato, a que dijeran que iba en una lista buscando fueros. Esa fue la única razón por la cual le dije 'no' a Daniel Scioli cuando me pidió que encabezara la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. Hoy, a la distancia, me pregunto: ¿hubiera ayudado a cubrir la escasa diferencia de votos que tuvimos en el balotaje si iba como diputada? ¿No me habré equivocado al decirle que no a Daniel? ¡Qué sé yo!…".

Daniel Scioli y Cristina Kirchner
Daniel Scioli y Cristina Kirchner

"Si tengo que decir qué es lo que más extraño de Néstor aún hoy es no tener una persona con quien hablar y discutir a fondo. Sé que puede sonar mal, o tal vez injusto, pero es la verdad: lo que podía sentir o tener de esas conversaciones con él, nunca más lo volví a encontrar con nadie. Además de haber sido mi pareja y el padre de mis hijos, Néstor fue mi mejor amigo".

"En la madrugada del 6 de enero de 1976, en Río Gallegos, nos detuvo la policía provincial por orden del Ejército, junto a una pareja de amigos, Oscar "Cacho" Vázques y su esposa Mabel Velásquez. Lo orden de detención era para Cacho, que había sido delegado de la Regional VII de la Juventud Peronista (JP), y para todo aquel que lo acompañara. Estuvimos presos diecisiete días. (…) Recuerdo que nos reencontramos con Néstor en la puerta de la vieja casa familiar de la calle 25 de Mayo. Nos abrazamos muy fuerte y le dije: "Tenemos que irnos del país, esto va a ser una masacre, nos van a pasar por arriba como una Caterpillar". El quiso tranquilizarme y me dijo: "No… no va a ser para tanto, va a ser como todos los golpes, los primeros dos o tres meses habrá que cuidarse y después todos se aflojan". Lamentablemente, la historia se encargó de darme la razón".

"Decidimos abrir el estudio jurídico y de a poco empezamos a tener clientes muy importantes de Santa Cruz, que eran amigos de su padre. Entre los primeros, Cayetano Drisaldi, concesionario de Citroën y agente oficial de YPF en Santa Cruz. También los dueños de la concecionaria Dodge-Chrysler: Pablo Sancho y Victoriano Manzanares; este último además fue nuestro primer contador y padre de Víctor Alejandro Manzanares, que años después no sólo fue síndico del banco de Santa Cruz sino también, cuando su padre se retiró, nuestro contador. Fue a partir de ese momento que comenzamos a crecer económicamente".

"Cuando escucho hablar de los hijos del poder en referencia a Máximo y Florencia, no sé si reírme o ponerme a llorar. Nunca lo disfrutaron. Al contrario, siempre lo sufrieron y desde chiquitos".

"En nuestro primer viaje a Nueva York nos alojamos en una suite divina del Plaza Hotel, sobre la 5ta avenida. Años atrás, los Trump habían comprado el mítico hotel e Ivana -entonces esposa de Donald- lo había redecorado. Cuando nosotros llegamos ya se habían divorciado pero el dorado todavía sobrevivía. Era muy impresionante: la habitación de la suite era gigante, igual que el vestidor, con una cama con baldaquino y un baño inmenso desde el cual se podía ver la 5ta avenida. El estar tenía un hogar con piedras que simulaban brasas. Al principio nos encantó, pero a los pocos días lo empecé a sentir un poco impersonal y demasiado dorado, aunque debo reconocer que el bruch -esa costumbre americana de juntar desayuno y almuerzo los domingos- que ofrecían en el Plaza era insuperable. Nunca volví a ver nada igual".

"En las vacaciones de verano decidimos ir a Disney World, que también le gustaba muchísimo y disfrutaba viéndola a Florencia fascinada con los personajes y las princesa de Disney. ¿Quién iba a suponer que nuestra hija terminaría siendo una militantes feminista? Para mi gusta, un tanto talibana, pero al mismo tiempo una esperanza, ya que demuestra que los procesos culturales pueden ser revertidos. Lo cierto que es los pingüinos Kirchner, que los medios de comunicación hegemónicos trataron de presentar como dirigentes populistas antiamericanos, nos encantaba pasar nuestras vacaciones en Estados Unidos. Un país de la hostia, como decíamos. Nunca confundimos las cosas pese a los estereotipos que se venden por ahí y no pocos compran".

"Si me preguntaran qué fue lo que más amé de Néstor, contestaría que todo. Era un personaje. Al Teatro Colón, por ejemplo, Néstor decidió no ir jamás. Cuando en marzo de 2006 nos visitó la reina Beatriz de Holanda, acompañada por su hijo Guillermo de Orange y su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta, nosotros le ofrecimos una recepción en los salones de la Cancillería, frente a la plaza San Martín. Todavía no teníamos el Museo del Bicentenario, que él no llegó a ver inaugurado. Nos explicaron que luego, como retribución, la reina ofrecía una fiesta al presidente y a su gobierno y que para eso decidió alquilar el Teatro Colón. Pero el presidente… no fue al Colón. Y tuve que ir yo. No pude convencer a Néstor. Literalmente le rogué: "Néstor, por favor, tenés que ir". Él me retrucaba: "Al Colón no voy a ir, no se los voy a pisar". Le supliqué: "Néstor, tenés que entender que es una equivocación. El Colón es una de las salas líricas más importantes del mundo y es nuestra. ¿Por qué no vas a ir?". Me contestó: "No pienso ir ni loco al teatro de la oligarquía argentina, no se los voy a pisar, no les voy a dar el gusto".

"Para él, ir al Colón era como una ofensa a la autoridad popular; era como someterse a un territorio que en la historia argentina había sido identitario de la elite; como subordinarse a un poder ante el que siempre se había rebelado".

"Clarín juzgó que yo había mal usado el avión presidencial Tango 01 para buscar a mi hijo en Río Gallegos. A Máximo se le había agravado una infección en la rodilla derecha que ponía en riesgo su pierna y necesitaba un tratamiento urgente que no podía realizarse allí, según recomendación del médico presidencial, Luis Buonomo. Se decía que había sido un capricho de él para no atenderse en Santa Cruz, y se explotaba el desconocimiento de la sociedad respecto a que el avión presidencial, según la ley, incluye el traslado de los familiares directos del presidente de ser necesario. La nota sugería que no había necesidad, pero al realidad fue que Máximo debió ser internado de urgencia en el hospital Austral, donde fue intervenido quirúrgicamente el lunes 11 de junio de ese año, evitándose que se produjera un cuadro de septicemia generalizada. Sin embargo, en esos días se desató una campaña a través de las redes de los periodistas que comentaban en sets de televisión, afirmando que era drogadicto y se había inyectado en la rodilla. Un mes después, el diputado macrista Pablo Tonelli dijo que Máximo era un "drogadicto medio tonto". Pobre Máximo, que los únicos dos vicios que tenía era la Coca-Cola y el cigarrillo".

"Me acuerdo que varias veces, como legisladora, quise presentar un proyecto de ley decretando la obligatoriedad del análisis antidroga -rinoscopia- para todos los integrantes de los tres poderes del Estado -funcionarios, legisladores y jueces-, harta de escuchar hablar sobre la lucha contra el narcotráfico a personajes que hasta las piedras saben que son adictos. No lo hice porque Néstor era muy crítico sobre este tipo de propuestas. Decía que eran proyectos "fachos", aunque hoy no dudaría un instante en votarlo con las dos manos, se enoje quien se enoje".

Máximo Kirchner (Adrián Escandar)
Máximo Kirchner (Adrián Escandar)
 

"Nuestra familia es, para el Partido Judicial, una asociación ilícita formada por mí y por mis dos hijos, y -por supuesta, como no podía ser de otra forma- yo soy su jefa. Cuando le estaban tomando declaración indagatoria en el juzgado a cargo de Ercolini y le leyeron el auto del procesamiento firmado por el juez que dice que nuestra hija había entrado a la supuesta asociación ilícita el 27 de octubre de 2010, Florencia interrumpió y preguntó: "Perdón. ¿Qué dicen que estaba haciendo el 27 de octubre de 2010? Porque ese día murió mi papá y yo estaba en los Estados Unidos". Fue entonces que se miraron y se pusieron todos muy nerviosos. Se dieron cuenta que habían hecho algo más que escribir una barbaridad jurídica, habían firmado una aberración humana: Florencia no sólo no estaba en Argentina cuando falleció su padre, sino que ese 27 de octubre de 2010, por imperio del Código Civil argentino, no se había transformado en integrante de ninguna asociación ilícita sino en la heredera forzosa de Néstor Carlos Kirchner".


"El 5 de mayo de 2013, cuatro días antes de nuestro 38 aniversario de casamiento y cuatro meses antes de las elecciones parlamentarias, en un programa de televisión y en horario prime time,
Miriam Quiroga, una ex funcionaria, decía haber sido, durante años, la amante de Néstor Kirchner. Y eso no era todo. Por esa supuesta cercanía ella decía haber visto bolsos llenos de dinero que salían de la casa de gobierno con destino desconocido… ¡Bingo! Ese lunes, Carlos Zannini me dijo durante el almuerzo: "Te pido por favor, Cristina, que bajo ningún punto de vista vayas a creer la inmundicia que pasaron anoche en la televisión, porque te puedo asegurar que es mentira, es una basura". Estaba indignado. Repetía que no se podía creer ese nivel de difamación. "Carlos, no te hagas problema, es imposible que crea eso. Primero, porque me hubiera dado cuenta de una situación así. Es imposible que una mujer no se dé cuenta que durante diez años la han engañado, salvo que te hagas la idiota, cosa que suele suceder". Y riéndome, agregué para contribuir a mi bien ganada fama de soberbia: "Y segundo… Mirá si teniéndome a mí va a buscar a otra"".

"Se cansaron de decir que Néstor y yo habíamos llegado pobres al gobierno, pero nos fuimos ricos. No es así. Nunca llegamos pobres a ningún cargo de la función pública. Y menos a la Presidencia de la Nación"

"Hubo tres juicios por acusaciones de enriquecimiento ilícito: uno que se tramitó en el juzgado de Julián Ercolini en 2008, en el cual fui sobreseída; otro, en el juzgado de Norberto Oyarbide, en el cual se realizaron pericias con intervención del cuerpo de peritos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y en el que también fui sobreseída; y el tercero del juzgado de Rodolfo Canicoba Corral que concluyó en 2012, también con un sobreseimiento. Se entiende, ¿no? Siendo presidenta se hicieron tres juicios en mi contra por enriquecimiento ilícito, originados siempre en denuncias de la oposición, y todos finalizaron con sobreseimientos".

"Pero fue a partir de la llegada de Cambiemos y Mauricio Macri al gobierno que directamente se comenzaron a inventar causas en mi contra que aún se mantienen abiertas mientras escribo este libro: la referida al Memorándum de entendimiento con Irán; la decisión del Banco Central de la República Argentina de llevar adelante como medida, estrictamente de su competencia, la compra de dólar futuro para desactivar la última corrida cambiaria, previa a las elecciones presidenciales de 2015; la causa referida a los supuestos ilícitos en la realización de la obra pública de Vialidad Nacional en la provincia de Santa Cruz, durante mis gobiernos; las referidas al patrimonio familiar por el alquiler de nuestras propiedades en El Calafate y Puerto Madero: Hotesur S.A y Los Sauces S.A; y la causa por las fotocopias de los cuadernos -que nunca aparecieron- del chofer Oscar Centeno".

"¿Viste la tapa de Noticias?" El que me pregunta es Miguel Núñez, vocero presidencial, que entra a mi despacho con el rostro demudado. Lo recuerdo como si fuera hoy. Era julio del 2007, ya se sabía que iba a ser candidata a presidenta y en ese momento tenía una oficina en la Casa Rosada, atrás de Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia. "No, Miguel, no la vi, ¿qué dice?". "Que sos bipolar", me respondió, nervioso. "Quedate tranquilo que no soy bipolar; la que sí es bipolar es mi hermana. Pero no te hagas problema que los bipolares son muy inteligentes. Fijate que Newton y Einstein también lo eran", lo tranquilicé".

"Me llamaron loca, histérica, orgásmica, desesperada por el poder. Mientras escribo, pienso con dolor que a pesar de haber sido la primera mujer electa presidenta de la historia, no se alzó ninguna voz feminista para condenar el ataque por mi condición de mujer. Ojo, no digo para defender el gobierno, ni las políticas, ni a ninguna persona en particular, sino el género que era agredido como tal".

"Dijeron que no era abogada y me denunciaron por usurpación de título durante la campaña a la presidencia de 2007. Cómo se reía Néstor con ese tema del título. Él y Zannini me cargaban. La verdad que parecía un chiste, pero recuerdo que se tramitaron dos expedientes judiciales en Comodoro Py. ¡Increíble! Todavía debe haber alguno, o alguna, que sigue diciendo que no soy abogada. Cuánto mediocre suelto".

"Durante el conflicto con las patronales agropecuarias por la resolución 125 sobre las retenciones a la soja, me adjudicaron el apodo de "yegua". Los sojeros me hacían reír mucho por su extremo machismo y gorilismo. Sin embargo, lo que definitivamente sí me da pena es el odio de una mujer de clase media o clase baja. Los insultos de la clase alta no me afectan, hasta me divierten. Cuando Hugo Biolcati, siendo titular de la Sociedad Rural Argentina, fue a cacerolear a la residencia de Olivos, me pareció correcto que se mostrara tal cual es. Sus insultos me divertían, porque siempre eran los mismos: yegua, puta, montonera y chorra".

"Me cuestan entender racionalmente los agravios de la clase media aspiracional. Elisa Carrió es el perfecto ejemplo: quiere parecer lo que no es, pertenecer a donde no pertenece. Me recuerda a las costumbres de algunas clases acomodadas provincianas, que no llegaban a ser aristocracia en la época de los Luises, y que ansiaban conocer Versalles o soñaban con vivir allí, pero no podían. Ella me da esa impresión. Y es una pena que, justo ahora que concretó su aspiración y forma parte del gobierno que siempre vivió en Versalles, la crisis que provocaron está destruyendo al resto y las llamas se acercan al palacio. Para colmo, ella no vive en Versalles, solo la invitan, pero ni siquiera a dormir. La dejan ir a comer o a tomar el té, pero después se tiene que ir".

"Creo que Néstor pensaba en la alternancia, pero la verdad es que yo quería que nos fuéramos en 2011. Había quedado muy marcada por el enfrentamiento con las patronales rurales en marzo de 2008, y digo patronales rurales y no "el campo" porque construyeron esa imagen bucólica del campo, de la vaquita y el gauchito, pero se trataba de los grandes pools y monopolios agroexportadores. La batalla había sido con ellos".

"Me causa gracia cuando algunos afirman que instalamos la cuestión de los derechos humanos por conveniencia, como si hubiera sido un tema que en la Argentina de aquellos años diera rédito político. Al contrario, las dirigencias partidarias más relevantes miraban para otro lado frente a las leyes de impunidad, y los únicos que batallaban ese tema eran los organismos de derechos humanos".

"En plena campaña electoral de 2005, Lavagna decidió ir al programa de Mirtha Legrand y cuando ella entre plato y plato le preguntó: "¿A quién apoya usted?", Roberto contestó: "Yo no apoyo a nadie, la economía no va a elecciones". "Él, que era Ministro de Economía de nuestro gobierno, en plena disputa electoral con Duhalde, dijo que no apoyaba a ninguna de las dos candidatas… que las dos éramos bárbaras. Algo insólito; parecía casi una provocación; no lo podíamos entender y Néstor quería que se fuera. Recuerdo que lo frené para que no le pidiera la renuncia, porque estaba decidido a hacerlo en ese momento. Le pedí a Néstor por favor, casi llorando, que no echara a Lavagna, porque era destruirme a mí en medio de la campaña electoral. Bueno, lo cierto es que Néstor entró en razones después de un fin de semana borrascoso. Pero no dejó de tomarlo como un acto de deslealtad a su gobierno".

"La tregua duró poco. Ganamos las elecciones Un lunes llegó Lavagna con sus carpetas y mientras sacaba los papeles, Kirchner le pidió la renuncia. Con Roberto también teníamos una diferencia importante con el tema de las tarifas; parecía un lobista de las empresas de servicios públicos. Y no era el único… Duhalde tenía la misma posición".

Roberto Lavagna (Foto: REUTERS/Agustin Marcarian)
Roberto Lavagna (Foto: REUTERS/Agustin Marcarian)

"El gobierno de Macri es una catástrofe económica y una tragedia social, provocadas por las propias políticas programas y ejecutadas desde el 10 de diciembre de 2015. Nosotros sí que podemos decir que nos tocó enfrentar una crisis externa en serio".

"Convencieron a los argentinos que comprar dólares era un derecho humano y entonces nos insultaban porque no los dejábamos comprar todos los dólares que querían. Sin embargo, llegamos a escuchar al Gobierno, a través de Aranguren, diciendo que el acceso a la energía no es un derecho humano. Qué paradoja, ¿no? Además, me pregunto… ahora en el gobierno de Macri, ¿cuántos argentinos y argentinas pueden ahorrar dólares? Creo que eso es parte del envenenamiento, de la mentira".

"Vino Lousteau con Gastón Rossi, su asesor, a explicarnos el tema de las retenciones móviles que se basaban en el criterio de la renta extraordinaria. No me pareció mal, porque es un criterio que comparto. Me acuerdo como si fuera hoy de aquella reunión. Estábamos los tres: Alberto Fernández, Lousteau y yo. El jefe de Gabinete le pregunta: "¿Estás seguro que no habrá problemas con eso?". Y Lousteau, muy seguro de lo que decía, contestó: "No, a ellos la soja no les interesa". Juro por la vida de mis tres nietos y mis dos hijos, que es lo que más quiero en el mundo, que dijo eso".

"Los cuatro meses del conflicto fueron fatales, absolutamente destituyentes. Pero también absolutamente fundantes para definir el perfil de nuestros gobiernos, las adhesiones y las críticas. La verdad que sí, sentí mucha angustia durante todo el conflicto. Miedo no, porque la sensación del miedo es el de la dictadura; el miedo a perder la vida brutalmente".

"Hasta último momento, Néstor pensó que el vicepresidente que él había elegido para acompañarme en la fórmula no votaría en contra de su propio gobierno como finalmente lo hizo. Yo le había dicho: "Me voy a dormir. No voy a perder tiempo, va a votar en contra. Olvidate". Me desperté a las cinco de la mañana, me di cuenta que él no estaba en la cama y bajé al comedor. Alberto Fernández ya se había ido hace rato y Néstor estaba con un par de compañeros, muy angustiado. Cobos ya había dado su voto "no positivo", volteando la ley de retenciones móviles de nuestro gobierno y pese a que la presidenta era yo, al que lo veía destruído era a él. Lo vi muy mal, y para colmo, ese mismo día murió a la madrugada uno de sus mejores amigos y testigo de nuestro casamiento, Oscar "Cacho" Vázquez. Cuando Néstor se enteró, lloró desconsoladamente como nunca lo había visto llorar. Me pareció que ese día lloraba por todos: por Cacho, por nosotros, por el país, por él, por la historia… qué se yo".

Protesta del campo contra las retenciones móviles (NA)
Protesta del campo contra las retenciones móviles (NA)


"Cuando dije que la soja era un yuyo…Es cierto, tal vez lo dije despectivamente y me interpretaron mal. Siempre me pregunto esas cosas. O cuando hablé de los piquetes de la abundancia. Creo que sí, los interpelé porque cuando lo dije les molestó muchísimo".

"Creo que el gobierno de Macri expresa a un 30 por ciento duro, o tal vez menos, que son antiperonistas. Son los que están en contra de los derechos humanos y de que los ricos paguen impuestos o la soja retenciones. Ese porcentaje, que tiene prejuicios por ignorancia, desinformación y contrainformación y despotrica contra la política y contra un Estado que administre la distribución de la riqueza de todos los argentinos. Ese grupo que durante la crisis por las retenciones me gritaba "yegua" o "puta", y que fue clave en el triunfo de Macri de 2015, también es racista, tiene tirria a los "negros"."

"Recuerdo que a Néstor tampoco le entusiasmaba la idea de Tecnópolis, me decía permanentemente: "Cortala con Tecnópolis. Ya salió bien lo del Bicentenario, ¿para qué vas a hacer lo mismo otra vez? Él era un tipo que no entendía mucho de esas cosas, la cultura y el arte no eran su fuerte".

"El 13 de noviembre de 2012 el Banco Mundial publicó un informe que revelaba que la clase media en Argentina se había duplicado en la última década y que se destacaba como el país latinoamericano con el mayor aumento de su clase media como porcentaje de la población total (…) Y pensar que me tuve que fumar que dijeran que no habíamos combatido la pobreza… ¡Justo a nosotros, que duplicamos la clase media! O sea, una parte importante de los argentinos y las argentinas dejaron, durante nuestros gobiernos, de ser pobres… y no lo digo yo, lo dijo el Banco Mundial. Aunque también, a pesar de ello, una porción importante de esa misma clase media terminó votando a Mauricio Macri. Ahora, cuando estoy escribiendo estas líneas y veo lo que está pasando en la Argentina en este 2019 que recién despunta, con precios de los alimentos prohibitivos para las grandes mayorías y donde la clase media es el gran pato de la boda, de la catástrofe económica y social que vivimos producto de las políticas del gobierno de Cambiemos, me pregunto qué hicimos mal para que la gente eligiera a un presidente como Mauricio Macri ¿Que los medios de comunicación hegemónicos tuvieron un rol fundamental en el engaño y la confusión de la sociedad? Sí, absolutamente… eso es indiscutible. Pero también hubo y hay algo en nuestra sociedad, en nosotros los argentinos y las argentinas que nos impide la construcción de un país perdurable y vivible… ¡Qué sé yo!"


"Si algo aprendí después de Néstor – porque, como pocas cosas, el dolor enseña- fue que la vida cambia de golpe, da giros rotundos, como también puede cambiar la Argentina. Eso fue lo que me hizo esperar hasta último momento para decidir y comunicar que iba a ser candidata nuevamente. No fue la especulación, sino el duro aprendizaje de que todo cambia en un segundo. ¿Qué fue lo que me hizo presentar una vez más? Pensar qué habría hecho él en mi lugar".

"El legado de Néstor se proyecta en los jóvenes que tomaron las mismas banderas con firmeza y que hoy resisten para que la patria no vuelva a estar de rodillas. Pienso que tal vez ese sea mi rol, el de ser un puente entre las nuevas generaciones y las anteriores; nosotros tomamos la posta de otros para construir la Argentina y, a pesar del fuerte revés que nos acecha, serán los y las jóvenes quienes deberán seguir adelante"

Amado Boudou (Matias Baglietto)
Amado Boudou (Matias Baglietto)

"Alberto Fernández siempre me criticó mucho por haber elegido a Amado (Boudou) como vicepresidente. Cada vez que todavía me lo recuerda, le digo: 'Vos y Néstor lo pusieron a Cobos, así que callate la boca. Boudou no votó ni hizo nada en contra de nuestro Gobierno"

"Bodou era una persona que manejaba los fundamentos de la economía. Y no solo por tener un título universitario. Conocía y entendía la economía real. (…) Era una persona que venía de otro palo, del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA) (…). El CEMA es la expresión más liberal de la economía en la Argentina. ¡Qué paradoja! Y, que muchas veces fui tildada como 'izquierdista', fui quien llevó de candidato de vicepresidente a un integrante del think tank del liberalismo"

"Durante un viaje a Qatar conversé mucho con Florencia; recuerdo que cuando estábamos en el avión, rumbo a Medio Oriente, le pregunté: '¿En caso de tener la posibilidad de ser reelecta, a quién te parece que tendría que elegir como candidato a vicepresidente? En ese momento no me respondió nada, pero cuando ya habían pasado varios días de aquella pregunta e íbamos juntas en el auto que nos trasladaba en Qatar -las dos calladas mirando por la ventanilla- de pronto, sin mirarme, dijo: "Amado Boudou". ¿Qué pasa con Boudou?, le pregunté. 'Tu candidato a vicepresidente tiene que ser Amado Boudou', me respondió. Me impresionó el momento, la forma y la seguridad con la que me lo dijo".

"Cuando Boudou fue denunciado y acusado de comprar la firma Ciccone Calcográfica, fue un golpe muy fuerte para nuestro Gobierno. Por eso no dudé ni un instante en mandar un proyecto de ley al Congreso pidiendo la expropiación de esa empresa que era vital, para el Estado y su soberanía, en la impresión de nuestra moneda: allí se imprimían nuestros billetes".

"No recuerdo en la historia ningún juicio oral por la firma de un formulario 08, es decir, por la transferencia de un auto, como al que fue sometido Amado Boudou, un tema por el que además fue absuelto. ¿Un juicio a un vicepresidente por un 08? ¿Por la transferencia de un auto muchísimo antes de ser vicepresidente? ¿Después de los megacanjes, del estado de sitio y treinta muertos en la Plaza de Mayo? Por favor… ¡Qué país! Considero que todo eso fue una brutal represalia por lo de las AFJP. No tengo ninguna duda".

"Imagino que después de la muerte de Néstor tendría que haber pensado en alguien para cubrir la parte que hacía él con el peronismo, con el PJ, con los dirigentes. Aunque razono que inclusive estando Néstor podría haber pasado lo mismo, porque a él también muchos dirigentes lo abandonaron. A veces creo que debería haber intentado que Moyano no se enojara pero, en todo caso, pensarlo ahora es contrafáctico"

"Cuando escucho a veces a Moyano hablar de Néstor, siento que allí reside parte del problema que tuvimos, el machismo, que es un signo distintivo en vastos sectores del sindicalismo argentino, porque en realidad es a mí a quien conoció mucho antes y fui yo la que no le dio quórum a la primera reforma laboral, la de Erman González, en 1998".

"Lo que le reconozco a Hugo Moyano, aún después de todos los enfrentamientos que tuvimos, es que él nunca traicionó a los trabajadores de su gremio. Algo que sí han hecho otros dirigentes. Considero que Moyano, después de Saúl Ubaldini, fue el último gran secretario general que tuvo la CGT".

El papa Francisco y Cristina Kirchner
El papa Francisco y Cristina Kirchner

"En el primer almuerzo, recuerdo que conversamos sobre Néstor y yo le dije: 'Sabe qué creo que pasó entre ustedes, Jorge… -porque le digo Jorge cuando hablamos de y no su santidad y él, obviamente, me dice Cristina-. En el fondo creo que la Argentina era un lugar demasiado chico para ustedes dos juntos'. Los hombres tienen un concepto del ejercicio de la jefatura totalmente diferente a nosotras, las mujeres. Yo no tengo ningún problema con que el otro parezca tener más o menos poder que yo, si hace lo que quiero. ¿Cuál es el problema?".

"Todos le decíamos a Néstor: "Tenés que ir a ver a Bergoglio". Él respondía: "No, que venga él a verme a mí a la Casa de Gobierno". Del otro lado, Bergoglio contestaba: "No, que venga él a la Catedral". En definitiva, ellos nunca se vieron porque ninguno quiso cruzar la Plaza de Mayo. Después ya fue demasiado tarde".

 "Estoy convencida que Bergoglio tiene una especie de antena con la cual sabe hasta dónde puede ir y hasta dónde no. Obviamente, en cuestiones como el matrimonio igualitario o el aborto, que tienen que ver con el dogma de la Iglesia, tiene una posición tomada. Pero durante el conflicto por la 125 seguramente se activó esa especie de 'chip peronista' que le dijo: "No, se trata de la Sociedad Rural".

"Se podrá decir cualquier cosa de nuestro gobierno, menos que no fuimos respetuosos de las instituciones y de las leyes, todas nuestras decisiones siempre fueron sancionadas o ratificadas por el Congreso y ni uno solo de los legisladores oficialistas puede decir: 'Tuve que votar una ley en contra de mis convicciones o perjudicando a la gente'. Todo lo que se votó durante nuestra gestión fue a favor del país y de los argentinos. No hubo una sola ley de la que puedan decir: 'Esta fue una ley de ajuste'. Mirando los tres años de gestión del gobierno de Mauricio Macri y Cambiemos, plagado de DNU violatorios de la Constitución y de la sanción de leyes de ajuste, la imagen del espejo invertido se patentiza una vez más al recordar las promesas electorales de 'nadie va a perder nada de lo que ya tiene'.

"Me causa gracia hoy escuchar a Mauricio Macri hablar de Vaca Muerta . Peor aún es escuchar o leer en letra de molde que algunos se preguntan qué haríamos con Vaca Muerta si ganáramos las elecciones. Ridículo, ya lo hicimos, la recuperamos, convocamos a inversores internacionales y celebramos importantes convenios con ellos. Todavía recuerdo las críticas de todo el arco político argentino, incluso de mi querido amigo Rafael Correa, por nuestro acuerdo con Chevron".

"Yo antes era una persona que decía "no soy feminista, soy femenina". ¡Qué estupidez! ¡Qué inmensa estupidez y lugar común! En la marcha de 2018 salieron las adolescentes de 13, 14 y 15 años. Eran decenas de miles que salían de los colegios, religiosos inclusive -porque les veías los uniformes-, se sacaban la camisa y se ponían pañuelos verdes. Ahí me puse a pensar… dentro de quince años yo voy a tener 80, voy a ser una vieja y Helenita va a estar en quinto año, María Emilia va a estar en cuarto y les van a preguntar las compañeritas: 'Che, ¿qué votó tu abuela?'. Y ellas van a contestar: "Esa vieja votó en contra". ¡No, señor!… Eso no me lo voy a permitir".

"Cuando escribo estas líneas, Héctor Timerman, canciller de Argentina desde el 2010 y hasta el 9 de diciembre del 2015, ya no está más entre nosotros. Sufrió muchísimo por las acusaciones que nos hicieron con motivo de la firma del Memorándum de entendimiendo con Irán. Creo que se enfermó de cáncer por los agravios, por las mentiras, por los ataques que recibió por parte de los dirigentes de su propia comunidad y quiero que ellos lo sepan, que carguen toda la vida con eso".

"Todas las difamaciones que le profirieron a partir de la denuncia del Memorándum convirtieron a Héctor en una sombra. Estaba obsesionado con ese tema. Recuerdo que me decía: "¿Cómo pueden decir esto de nosotros?". Yo le contestaba: "Dejá, Héctor, dejalos". Pero él no podía. y volvía una y otra vez sobre el tema. "Pero no, ¿cómo me van a hacer esto a mí?". Él sufría por su doble condición de funcionario y judío. El golpe final se lo dio el sicario – Claudio Bonadio-cuando nos acusó de…"traición a la Patria". Increíble. Un disparate jurídico y político, apoyado sin embargo por las instituciones de la comunidad judía".

"Aquella acusación de traición a la patria fue demasiado para Héctor: lo demolieron, literalmente. Pienso que en su cabeza estaba también la historia de su padre, Jacobo, acusado de traición a la patria por la dictadura genocida de 1976. ¡Qué destino, Dios mío!…"

Macri y Michetti la visitaron en Olivos en octubre de 2013 (post elecciones)
Después de aquellas elecciones, Mauricio Macri, que en ese entonces era el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y Gabriela Michetti, que era diputada nacional, vinieron a verme en diferentes ocasiones, ambas sin aparente conexión. Con Michetti fue una reunión un tanto insólita en la que me vino a aconsejar que no 'peleara tanto'. La impresión que me quedó fue que había venido a advertirme -sin poder decírmelo expresamente aunque me pareció sincera, debo decirlo- que me cuidara porque me querían destituir o me querían hacer algo. Entendí que ella me decía que me cuidara. Fue una reunión muy extraña. Cuando se fue pensé: 'Las cosas que debe estar escuchando esta mujer sobre lo que me quieren hacer'.

"El encuentro con Macri no fue tan raro. Al recordar hoy lo que hablamos entonces, pienso que él realmente creía que cuando asumiera como presidente de la Argentina iba a recibir la tan anunciada 'lluvia de inversiones' y que gobernar el país no era una cuestión demasiado compleja. Estaba preocupado y enojado, porque él lo había llevado a Massa como único candidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires a cambio de que apoyara su candidatura presidencial en el 2015. Después de las elecciones en las que resultó ganador, Sergio no cumplió el pacto y lanzó su propia candidatura presidencial para el año 2015. Macri estaba enfurecido. Tal era su enojo que me pidió una reunión, a la cual obviamente accedí: 'Quiero hablar con usted presidenta', me dijo cuando vino a Olivos e inmediatamente empezó a criticarlo a Massa, Le contesté: '¡Pero si usted lo llevó como candidato, ingeniero!'".

"Lo interesante de ese episodio es que ya en 2013 Macri estaba convencido de las medidas que tomó a partir de diciembre de 2015. Sin vueltas, me había dicho que el gran motor que mueve la economía argentina es el campo, que si le daba libertad total al campo, el crecimiento económico era indetenible e inexorable. Ahora que lo pienso en retrospectiva, me parece que esas ideas venían por el lado de los Blanco Villegas, la familia terrateniente de su madre. Le advertí que con esas medidas los precios de los alimentos se iban a disparar e impactar negativamente en toda la cadena avícola, porcina, vacuna, y que además el modelo agroexportador no alcanza en un país con 40 millones de argentinos. Fue inútil".

"Si alguien me pidiera que definiera a Mauricio Macri en una sola palabra, la única que se me ocurriría es: caos. Si… Mauricio Macri es el caos y por eso creo firmemente que hay que volver a ordenar la Argentina. Como se dice por ahí: que cada cosa esté en su lugar; la heladera en la cocina y el inodoro en el baño. Esto exige a cada uno de los argentinos y las argentinas, cualquiera sea su lugar en la sociedad, una primera decisión casi actitudinal que permita encarar los problemas que el gobierno Mauricio Macri nos está dejando y que no existían en el 2015".

"Recuerdo que a las 11.30 de ese 1 de marzo -en pleno discurso de Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa- me entró un mensaje al celular. Era Máximo, que me preguntaba: "¿Vos estás escuchando?". Conociéndolo pude advertir que estaba perplejo por lo que estaba viendo y escuchando. Cuando bajé de la cinta de caminar, le contesté: "Absolutamente. Desencajado y a los gritos. Muy bien para la Bombonera…. de la que nunca debió haber salido". Porque sinceramente… pinchados los globos amarillos y sepultada por la realidad "la revolución de la alegría", aparecía el verdadero Mauricio Macri".

"Al ver que el juicio (por la AMIA) se volvía cada vez más brumoso, Nisman se fue acercando más y más a Stiuso, dado que era la única forma de despegarse de lo que estaba ocurriendo con la investigación. A Stiuso lo vi una sola vez en mi vida, cuando un grupo de miembros de la Comisión Bicameral de seguimiento de la AMIA fuimos a la ex SIDE para escuchar y hacer preguntas a los funcionarios y las funcionarias que estaban a cargo de la investigación".

Nadie puede dudar con honestidad intelectual de lo que pusimos y lo que hicimos para que la causa AMIA avanzara. El mismo empeño, la misma convicción que pusimos también contra el terrorismo de Estado.

El 19 de enero del 2015, en su departamento, en el edificio Le Parc de Puerto Madero, apareció muerto el fiscal Alberto Nisman, titular de la UFI-AMIA. Ese día, volví a sentir el peso del atentado terrorista más grande que se produjo en la Argentina y el rol que jugó y juega esa tragedia en el ajedrez de la política internacional y obviamente, también, en el de la política nacional.
Para mucho, para muchas, la palabra y el silencio tienen dueños en la Argentina y ellos determinan cuándo hay que callarse y cuándo se puede hablar. El problema que tuvieron es que conmigo nunca pudieron.

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