Luego de 28 meses de obra, la construcción del Paseo del Bajo entró en su etapa final. La inauguración será alrededor del 15 de mayo, aunque la fecha exacta todavía no está definida. El proyecto demandó unos USD 650 millones y es una de las cartas más fuertes del oficialismo porteño para la campaña electoral, aunque también contará con el estreno de los viaductos Mitre y San Martín, y las tres nuevas estaciones de la línea E de subte, entre otras.
Entrando lentamente en modo de campaña, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, recorrió este miércoles en bicicleta unos 5 kilómetros del corredor (que tiene 7 en total) junto al ministro de Transporte nacional, Guillermo Dietrich, el ministro de Desarrollo Urbano porteño, Franco Moccia, el jefe de Gabinete de la ciudad de Buenos Aires, Felipe Miguel, y el secretario de Transporte porteño, Juanjo Méndez.
"Esta obra es una demostración de que se puede cambiar la Argentina. Se anunció hace más de 50 años y ahora se convirtió en una realidad", dijo el alcalde porteño en una conferencia de prensa improvisada al final del recorrido. La inauguración de obras será la columna vertebral de su campaña, que por el momento prevé una victoria sin sobresaltos dados los altos niveles de aprobación de su gestión y los modestos números de sus posibles competidores (hasta el momento Mariano Recalde y Victoria Donda).
Desde Desarrollo Urbano explicaron a Infobae que la inauguración de la megaobra será antes del 30 de mayo, posiblemente a mediados de mes, y que todavía se está evaluando qué tipo de actividad se realizará más allá del tradicional corte de cinta a cargo de los funcionarios. Tras el éxito de la reapertura de la calle Corrientes (recientemente peatonalizada), desde la Ciudad analizan cuál es la mejor forma para que "la gente pueda participar". Un desfile de autos o incluso una maratón son algunas de las posibilidades que se barajan.
El Paseo del Bajo es un corredor vial que unirá el norte con el sur de la ciudad de Buenos Aires y permitirá que tanto los camiones de carga como los micros con pasajeros crucen la ciudad en menos de diez minutos, lo cual mejorará la circulación en toda la zona. Se extiende desde la avenida Brasil y la bajada de la autopista 25 de Mayo hasta el peaje Retiro de la autopista Illia, con un ramal de ingreso a la estación de ómnibus y otro al puerto de Buenos Aires.
La mayor parte del corredor ya se encuentra asfaltado y los obreros trabajan las 24 horas para terminar con la instalación de las luminarias y los paneles acústicos que reducirán los ruidos.
Por otro lado, el Paseo del Bajo será el primer corredor donde se implementará el sistema "free flow". En lugar de las tradicionales barreras de peaje, una serie de pórticos con cámaras y sensores leerán en forma automática los telepases (o las patentes de quienes no lo tengan instalado) para que nunca se interrumpa la circulación.
El ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, Franco Moccia, destacó que el primer proyecto de la por entonces llamada "Autopista Ribereña" data de la década del 60. "Nosotros lo vamos a inaugurar en apenas 28 meses, tal como lo habíamos planeado en 2015", aseguró.
Además de mejorar la circulación, calculan que el impacto de la obra se sentirá en los costos del transporte y la logística ya que los camiones con contenedores tendrán un acceso más rápido y simple al puerto de Buenos Aires, el principal punto de entrada y salida de mercaderías del país.
"Esta obra va a marcar un antes y un después en la Ciudad", se entusiasmó el ministro Guillermo Dietrich, quien también remarcó la sintonía con el Gobierno nacional. "Fue un proceso que empezó con Mauricio Macri, con Horacio como jefe de Gabinete, en una ciudad que estaba prácticamente abandonada", dijo.
El Paseo del Bajo incluirá también 60.000 metros cuadrados de nuevos espacios verdes para recreación y deportes. No obstante, no todos estarán completados para la inauguración, que se centra específicamente en las vías para circulación de vehículos.
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