El Senado convirtió en ley el proyecto que determina que el acoso callejero es una forma de violencia contra la mujer, y dio media sanción a otro que establece la ilicitud de la violencia política. Respecto de la primer iniciativa, los legisladores presentes aprobaron de manera unánime la modificación de la ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, para así incluir la tipificación de esta conducta.
En concreto, el proyecto establece penas contra las ofensas a las mujeres que tengan lugar "en espacios públicos o de acceso público, transportes y centros comerciales" y la define como "aquella ejercida contra las mujeres por una o más personas a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia, o generen un ambiente hostil u ofensivo".
"La mayoría de las mujeres hemos sido víctimas de acoso sexual callejero por parte de varones que tratan a las mujeres como simples objetos de deseo", afirmó la presidenta de la Banca de la Mujer en el Senado, Norma Durango, a la hora de fundamentar su voto.
De esta manera, el acoso callejero comenzará a formar parte de artículo 6 de la ley, el cual define las distintas formas a través de las cuales se manifiestan los distintos tipos de violencia contra la mujer. La violencia doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstetricia y mediática son las que ya se encuentran contenidas en el mismo.
La iniciativa, presentada por la entonces diputada Diana Conti, había sido aprobada por la Cámara de Diputados en septiembre de 2017. Y las últimas cifras publicadas acerca del tema confirman que la problemática no cede.
De acuerdo a un estudio realizado por el Banco de Desarrollo de América Latina sobre la seguridad personal de las mujeres y el transporte público, en 2017 del total de personas que expresó haber sufrido dos o más situaciones de acoso callejero en el último año el 89% son mujeres.
Más aún, el Observatorio Ni Una Menos indicó que el 100% de las mujeres experimentaron algún tipo de acoso a lo largo de sus vidas.
Respecto del acoso callejero en concreto, al menos en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, las denuncias por acoso sexual callejero en la Justicia porteña crecieron más de 50% en 2018 con respecto al año anterior, mientras que las vinculadas a exhibiciones obscenas aumentaron más de 40%.
El proyecto aprobado establece también la implementación de una línea telefónica gratuita de asesoramiento para esos casos, destinada a la contención y a la elaboración de estadísticas en el marco del Consejo Nacional de las Mujeres.
También "insta a las fuerzas de seguridad a actuar en protección de las mujeres en espacios públicos cuando se vieran afectadas por este tipo de delitos".
En tanto, la iniciativa referida a la violencia política define a la conducta como aquella que "mediante métodos de presión, persecución, acoso y/o amenazas, impide o limita sistemáticamente el desarrollo propio de la vida política o el acceso a derechos y deberes políticos, desalentando o menoscabando el ejercicio político o la carrera política de las mujeres.
La mayoría de las mujeres hemos sufrido o presenciado violencia política. Estamos buscando ser escuchadas con la misma fuerza que son escuchados los varones", indicó la senadora de Cambiemos Gladys González sobre la propuesta, también modificatoria de la ley 26.485, y que será enviada a la Cámara de Diputados para su aprobación.
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