Roberto Sukerman quiere ser intendente de Rosario. Lo intentará por segunda vez. De familia peronista, el abogado constitucionalista que solía recorrer los programas de televisión rosarinos cuando era jefe del Anses, ahora quiere dar un salto en su vida política. Es concejal de la ciudad más poblada de la provincia y una de las más importantes del país. La misma localidad que quiere gobernar. Para eso deberá romper con 30 años de socialismo al mando del poder.
En una entrevista con Infobae, Sukerman elogió la gestión del socialismo – la fuerza política lleva tres décadas gobernando Rosario y 12 años Santa Fe – pero advirtió que está agotada. Se refirió al narcotráfico y las bandas criminales que mantuvieron a los rosarinos en vilo y explicó sus propuestas en materia de seguridad. En la antesala de las PASO, aseguró que el peronismo, en el contexto político actual que tiene la provincia, tiene la oportunidad de volver a gobernar y que no la puede desaprovechar.
-El socialismo gobierna Rosario desde 1989. Hace 30 años. ¿Cómo va a hacer para romper esa hegemonía?
-Hay un proceso natural. Yo soy profesor de Derecho Constitucional y les enseñaría a mis alumnos que 30 años en el poder de un mismo partido político no es bueno para la democracia. Son muchos años de una gestión que está agotada. Ha tenido momentos buenos. No digo que son los 30 peores años de la historia de Rosario.
-Le da méritos al socialismo en estos años de gobierno.
-Reconozco que en distintos momentos ha habido cosas importantes. Hermes Binner también fue un buen intendente. Generó un proceso de descentralización. y llevó adelante una profundización en materia de salud que había inicia Héctor Cavallero. Luego fue intendente Lifchitz y ahí empezó a agotarse este modelo. Los dos últimos modelos demostraron una saturación en la población.
-¿Cuál es su mirada sobre la ciudad? ¿Qué cambios quiere hacer?
-Muchas veces cuando alguien llega al poder, o pretende gobernar, dice que hay que empezar todo de cero. Yo no pienso eso. A Rosario no hay que refundarla. Lo que hay que hacer es mantener y acrecentar. Más y mejor de lo que hay. Y, por supuesto, ver todo lo que no se hizo. Todo lo que no está. Lo que hay que corregir.
-¿En qué hechos puntuales ve el agotamiento de la gestión?
-En la administración en general. Hay que reformular la gestión municipal. Es una gestión que dilapida recursos. No le alcanza nunca el dinero. Solo termina pagando sueldos. El 95% de la obra pública lo hace la provincia. Además, es una burocracia muy lenta, que ya no da respuestas. Hay poco personal en muchas áreas y mucho en otras.
-El socialismo no solo gobierna Rosario desde 30 años, sino que también gobierna Santa Fe desde hace 12 años. ¿Cómo se explica esa hegemonía en el tiempo?
-Son procesos. En el 2007 el socialismo empezó a gobernar la provincia después de 24 años de peronismo. En ese momento la crítica era porque había una gestión agotada del peronismo. El segundo gobierno de Jorge Obeid fue una muy buena gestión. Dejó una provincia con superávit y mil millones de dólares de reserva. Fue un gobierno muy reconocido, sin embargo la gente dio vuelta la página y dijo queremos otro gobierno. Es lo mismo que hoy está pasando en la ciudad de Rosario.
-¿A qué apunta usted con su proyecto político?
-Hace falta un nuevo liderazgo, pero que no sea personalista. No es de una persona. Acá no hay un Messi, un Ginóbili que se pasa a todos. Acá hace falta alguien que se encargue de coordinar, gestionar y acompañar las demandas de los distintos sectores. Ser el intendente de toda la ciudad. Queremos tomar las mejores ideas. No importan de que partido político vienen. Esto también se ha perdido. Porque 30 años de poder hace que te vayas encorsetando, no termines escuchando a nadie y creas que tus ideas son las mejores.
-¿Cuáles son los problemas que tiene Rosario?
–Hoy Rosario es la capital del desempleo. Tiene el desempleo más alto del país. Por eso propuse crear una secretaria de Trabajo que se encargue de esta tarea. Es también una foto que no vemos de la municipalidad. Los conflictos laborales los ve de costado.En ese sentido, el Estado tiene que cumplir un rol fundamental.
-Supongamos que gana la elección general y, finalmente, es intendente de Rosario. ¿Con qué ciudad cree que se encuentra? ¿Qué ciudad le deja Mónica Fein?
-Nos deja una ciudad que nos duele. Una ciudad que está muy resignada y con una gran apatía. Por los índices de ocupación, de falta de producción y de comercio. Que tiene que ver con una crisis nacional. Yo no puedo culpar a la intendenta de la crisis nacional. Pero no hizo nada para frenarla. Lo mismo que el gobernador.
-Es decir que la crisis nacional influyó, pero el socialismo tiene su responsabilidad como gobierno…
-Claro. Si critico los tarifazos de Macri, no puedo no criticar los tarifazos de Lifchitz o Fein. No generaron ninguna política para amortiguar esta crisis. Otra cosa. El socialismo nunca pudo conducir a la policía, ni la pudo sanear. La intendenta nunca quiso involucrarse en materia de seguridad. Y estamos cada vez peor. En el 2015 propuse una policía municipal y no se quiso hacer.
-¿Por qué no se pudo llevar adelante la posibilidad de una policía local?
-Porque no hubo voluntad política. Nosotros planteamos que al tener una policía viciada de corrupción, había que hacer una descentralización y especialización de la fuerza. No hubo voluntad política para aplicar proyectos míos sobre seguridad que estaban aprobados, que son ley. Propuse descentralizar fiscalías para que los vecinos denuncien directamente ante la justicia, propuse un sistema integrado de emergencia y seguridad. He hecho muchas propuestas y ninguna se escuchó.
-¿Y en la actualidad que propuestas tiene en materia de seguridad?
-Sostengo mi proyecto de policía municipal, pero también estoy trabajando con nuestro candidato a gobernador, Omar Perotti, para coordinar política en materia de seguridad. Y para que el intendente se haga cargo. Hay distintos modelos a seguir. Por ejemplo el de Colombia. Hay una policía única. El que decide el jefe policial y lleva adelante políticas de seguridad es el alcalde. Yo quiero eso para mi ciudad. Quiero ser el jefe de la policía que esté en la ciudad de Rosario. Poder gobernar a la policía.
-¿La policía es uno de los grandes problemas que tiene Rosario y Santa Fe en materia de seguridad?
-Es un problema y tiene que formar parte de la solución. El tema de seguridad y narcotráfico también es una cuestión social. Hay cuestiones de salud pública. Cuando hablamos de narcotráfico, hablamos de adicciones. Alguien compra la droga para consumirla. Nosotros tenemos que trabajar con las personas que tienen adicciones. Sino lo que estamos haciendo es tratando de frenar una parte, pero también tenemos que bajar el consumo.
-Rosario se hizo conocido a nivel nacional por los problemas con el narcotráfico y los enfrentamientos entre bandas. ¿Qué política llevaría adelante para poder combatir a los grupos criminales y el negocio narco?
-Tiene que ser un trabajo articulado con una fuerza de seguridad conducida por el gobernador. Y trabajar con fuerzas federales. La justicia federal en la ciudad de Rosario no tiene la capacidad para llevar adelante las investigaciones y el juzgamiento de delitos de narcotráfico. Juzga a los perejiles, a los soldaditos, pero no juzga a las grandes bandas. Para esto necesita más juzgados, más fiscales y decisión política. En la causa de Los Monos, que juzgó a la justicia provincial, mataron denunciantes y testigos, cambiaron declaraciones, amenazaron a personas. Necesitamos un engranaje que vaya en ese sentido.
-Los líderes de Los Monos están presos, pero el problema sigue.
-Está claro que la violencia social que tenemos en la ciudad también es una pelea entre bandas. Una pelea por el territorio. Tenemos que ser inteligentes y ver como el negocio va cambiando. Hoy, a lo mejor, no hay un búnker, hay un delivery o otra forma de venta. Hoy está claro que hay un montón de drogas que se comercializan y se trafican de manera habitual. Y no es solamente el negocio de la droga. Es también la diversificación de las inversiones de los narcotraficantes que invierten en distintos rubros.
-Adónde va a parar el dinero que ganan con la droga…
-Exactamente. El blanqueo del dinero sucio. El año pasado estuve en Colombia, en Medellín y Bogatá, hablando con funcionarios y ex funcionarios. Uno de los problemas centrales que ellos veían que estaba pasando en Colombia era el blanqueo. Como la economía informal terminaba siendo una economía formal. Eso generaba un poder muy grande y difícil de controlar.
-¿Le parece exagerado cuando comparan a Rosario con México o Colombia, países que tienen localidades tomadas por el narcotráfico?
-Es absolutamente exagerado. Lo que no nos puede pasar es que por pensar que estamos lejos de eso, a nosotros no nos va a pasar. Pero no puedo compararlo con Colombia, que es un territorio que tiene militares, paramilitares, narcotraficantes y guerrilla. No es eso lo que tenemos en Rosario. Ni tenemos la cantidad de muertos. Es otra dimensión.
-En una entrevista con Infobae, el gobernador Lifchitz dijo que a Rosario se le ponía injustamente una lupa. Que en otras ciudades del país pasaba lo mismo, pero lo que impactaba de Rosario son los homicidios a la la luz del día. ¿Comparte esa visión?
-No. Si esas noticias no hubiesen llegado a los medios nacionales, en Rosario y en Santa Fe se seguiría sin hacer nada. El socialismo siempre ha tenido una coraza de los grandes medios que los han cuidado. No se sabían muchas cosas que pasaban.
-¿Usted cree que el conocimiento de esos hechos través de los medios nacionales fue lo que presionó al gobierno provincial para encontrar soluciones?
-O por lo menos empezar a dar respuestas. Nosotros hemos planteado políticas de seguridad en el año 2007. Siempre subestimaron el tema. Uno hace un repaso de Binner a la actualidad y se da cuenta de todas las políticas erráticas en materia de seguridad que tuvo esta gestión. A Bonfatti le balearon la casa y no impulsaron la denuncia. Nunca quedó claro ese tema. El socialismo, a lo largo de los años, se ha ido cerrando y negando la realidad.
-¿Qué otro punto débil le encuentra a la gestión socialista?
-Tenemos una situación de desigualdad enorme y falta de infraestructura por falta de inversión durante muchos años. Tenemos un sistema de transporte urbano de pasajeros e interurbano que no da respuesta y es carísimo. A la noche desaparecen los colectivos de los barrios. No entran más. Esto hace que si lo sumas al costo del boleto, la gente tenga problemas de movilidad. Rosario ha expulsado rosarinos.
-¿A que se refiere con que Rosario expulsa rosarinos?
-Expulsó rosarinos porque no les dio las condiciones para quedarse a vivir en la ciudad. Jóvenes familias, sobre todo cuando se dio el impulso del Procrear, se fueron a hacer sus casas a ciudades vecinas. Porque la municipalidad no promovió suelo para esas viviendas. Hoy tenes que esas familias les cuesta venir a la ciudad si no es en su auto particular.
-Impulsa la candidatura de Omar Perotti. Va a haber una interna con María Eugenia Bielsa. ¿Por qué no se logró la unidad?
-Yo creo que eso también es unidad. No se logró la unidad que se logró en Rosario, donde yo soy el candidato único. Lo cuál es un hecho histórico. La unidad es poder generar un frente y que después, como se suele decir, el que gana conduce y el que pierde acompaña. En el 2017 se dio un gran ejemplo en Santa Fe con Rossi y Rodenas que, al día siguiente de la elección, se sacaron una foto, se subieron a un auto y empezaron a recorrer la provincia juntos. Eso es unidad.
-¿Cree que va a pasar lo mismo con Bielsa?
-Uno aspira a que si. Estamos hablando de dos personas que tienen una trayectoria política muy importante y que son reconocidos por la población. Nosotros nos inclinamos por Omar porque ha tenido gestos de unidad mayores. De incluir a más cantidad de espacios. Hay muchos partidos y sectores que están apoyando a Perotti porque realmente fue muy generoso a la hora de conformar las listas, tratando de que la mayoría estén incluidos.
-¿Por el contexto político que existe hoy en Santa Fe, el peronismo tiene la gran oportunidad de volver a gobernar?
-Si. De poder recuperar el poder en Santa Fe después de 12 años y poder recuperar el poder en Rosario después de 46 años. La última elección que ganó el peronismo en la ciudad fue en el 73′. Yo tengo 44 años. No he podido vivir esa etapa. No va a ser solo el peronismo. Estamos hablando de un gran frente. De un frente amplio. Es un trabajo colectivo. Uno tiene la idea de que hoy Rosario es un colectivo que está parado. Nosotros lo que queremos hacer es subirnos a ese colectivo, arrancarlo y darle para adelante.
Fotos: Joaquín Pedroso
Entrevista completa