PASO en Chubut: el gobernador Arcioni fue el candidato más votado y un kirchnerista ganó la interna del peronismo

Cambiemos sufrió un durísimo revés. Unas 136 mil personas no votaron en las PASO.

Ricardo Sastre, candidato a vicegobernador, y el mandatario Mariano Arcioni. Ambos festejaron su desempeño en las PASO cerca de las 23.  (Twitter)

Mientras el gobernador Mariano Arcioni de la coalición Chubut Al Frente y alineado con el peronismo federal se impuso anoche por un muy amplio margen, con el 31,8 % de los votos en las PASO, el kirchnerista Carlos Linares, intendente de Comodoro Rivadavia, será el candidato que competirá en las elecciones generales en Chubut del 9 de junio.

Esos fueron los cómputos de la Justicia Electoral a partir del 98 % de las mesas escrutadas.

La interna justicialista se definió por un margen de cuatro puntos: Linares obtuvo el 16,6%, mientras el peronista moderado Gustavo Mac Karthy, de Trelew, concentró el 12,08%. La elección suscitó muy poco interés entre los empadronados y el faltazo de más de 130 mil personas a las urnas signó el comicio patagónico.

La adhesión justicialista, si se suman los votos obtenidos por los tres candidatos en las primarias, incluidos los del rezagado Omar Burgoa (3,6%), reunió una cantidad superior de votos que el oficialismo. La diferencia fue de poco menos de dos puntos: 33,02 % contra 31,84 % de los sufragios totales.

Si bien quedan dos meses de campaña por delante hasta las generales, resta cohesionar el sufragio peronista para que efectivamente se encolumne sin dispersiones detrás de Linares.

Carlos Linares y Claudia Bard, la dupla kirchnerista que competirá por la gobernación de Chubut (Twitter)

Frente a ese escenario, la principal contienda en junio se proyectaría entre la continuidad del mandato de Arcioni y el kirchnerismo, en negociada unidad con el peronismo.

Claro que en esta provincia los votantes justicialistas han sido históricamente erráticos. Más guiados por una cuestión territorial y por un voto pragmático y útil que el destinado a reforzar a los candidatos de la unidad justicialista, siempre esquiva en este distrito patagónico.

Por ahora nadie puede asegurar con certeza que la adhesión del PJ se discipline detrás de un candidato de profeso credo cristinista como Linares. No ha sucedido en elecciones anteriores con otras vertientes del peronismo, donde históricamente hubo una gran dispersión de votos.

"Ganamos por nuestra decisión y vocación de hacer prevalecer los intereses de la provincia y de los chubutenses frente al avasallamiento de la Nación con toda la quita de beneficios que trató de imponernos. La gente confía en nuestra gestión y sabe que defendemos a los chubutenses y a la Patagonia", dijo un exultante Arcioni en diálogo con Infobae. Su performance en este test electoral lo acerca a relegitimar su continuidad en la gobernación.

"Hacia las generales continuaremos con más gestión y en la misma línea", añadió. Y afirmó que su administración supo revertir el rojo heredado en las cuentas de la provincia de unos "800 millones de pesos mensuales" hasta "lograr el equilibrio fiscal", cumpliendo con los prometidos esquemas de pagos a los empleados públicos.

Arcioni es una figura relativamente nueva en la política. Saltó a la palestra provincial a partir de una sugerencia de Sergio Massa a Mario Das Neves en 2015 cuando el fallecido caudillo buscaba para su fórmula un vice de un bastión adverso electoralmente como Comodoro Rivadavia, distrito dominado por el kirchnerismo.

Sobre su pertenencia al peronismo federal, el mandatario señaló que a nivel nacional no se va a alinear con ningún candidato. "Chubut piensa primero en Chubut", subrayó.

Duro golpe para Cambiemos

La sorpresa de la elección fue sin dudas la débil performance de Cambiemos. El diputado nacional de origen radical, Gustavo Menna, quien aspiraba a reeditar los resultados de las legislativas de 2017, en las que salió segundo por una pequeña diferencia de 5800 votos frente a Arcioni, obtuvo esta vez menos de mitad de los votos que el gobernador: 14 %.

La derrota en Chubut se suma al poco acompañamiento que Cambiemos viene ostentando en la región patagónica: ayer también la coalición gobernante salió tercera en Río Negro al igual que sucedió en Neuquén.

El resultado de las PASO en Chubut, según analistas políticos, representa un tiro por elevación a la Casa Rosada en un territorio donde el Poder Ejecutivo Nacional cuenta con un muy amplio rechazo.

Los magros resultados de Menna podrían leerse, puntualmente, como una fuerte oposición a las políticas económicas que lleva adelante el presidente Mauricio Macri. Un tema agitado durante la campaña tanto por parte del oficialismo como del peronismo. "No hay otro factor que explique por qué Menna dos años atrás hizo una excelente elección con más del 30 % de los votos y ahora exhibe tan baja adhesión. Eso lo explica el voto castigo a Cambiemos", explicó un encumbrado analista político local. Los resultados logrados trazan un paragón con lo sucedido en Neuquén, donde Pechi Quiroga, el candidato de Cambiemos, quedó tan relegado como Menna. Ambos en un lejano tercer puesto.

Gustavo Menna estaba confiado en que podía reeditar los resultados de 2017

Aunque la elección general resulta aún todavía lejana, la misma fuente opinó que "es extremadamente difícil revertir una diferencia de 16 puntos para Cambiemos".

"Cuando ya la tendencia mostró la excelente elección que hizo, lo llamé a Arcioni para felicitarlo", contó Menna a Infobae. Adelantó que analizará junto a su equipo los números de la elección y corregirá lo que haya que corregir para seguir dando pelea en las generales.

"Ganamos en cinco distritos y si bien puede haber pesado la situación macroeconómica en nuestro desempeño, también creemos que el alto ausentismo en las urnas puede habernos perjudicado. Nuestro objetivo era alcanzar el 25% y llegar segundos. Claramente este resultado es una decepción. Pero vamos a seguir impulsando nuestra propuesta en la provincia", agregó Menna.

Tal como señaló el candidato de Cambiemos, una de las particularidades de la elección fue el alto ausentimo en las urnas, con un 30 % de electores que soslayaron la elección. Además, un 10% de los votos fueron en blanco o resultaron nulos.

Otra de las peculiaridades fue la parsimonia con la que se volcaron los datos oficiales. Pasadas las 3 de la madrugada estuvieron procesadas el 98 % de las mesas. En total, cerca del 30 % del padrón, unas 136.197 personas, omitió el acto eleccionario y los votos en blanco, nulos o impugnados, fueron más de 30 mil.