La idea se le ocurrió a Nava Rubenzadeh, representante de la Asociación de Amigos de la Universidad Ben-Gurión del Neguév en la Argentina, cuando se enteró que el Instituto Nacional de Educación Técnica (INET) tenía una sala conocida como "salón de las banderas", inaugurada en 1997, que alberga las banderas de los países que integran el Mercosur y también la de Australia. Podían hacer un acto entregando la bandera del Estado del Israel, que ella vio nacer, como forma de homenajear los sólidos lazos culturales entre ambos países.
Lo contó Leandro Goroyesky, director ejecutivo del INET. "Nava, nacida en Jerusalén, suele recordar el día en que las Naciones Unidas anunció una votación favorable a la creación del Estado y salieron en su barrio todos los vecinos a festejar, cantar y bailar, y cuando junto a su madre y hermano estaban en la calle, vieron llegar a su padre, que había sido liberado por los ingleses de la prisión".
Claro que al poco tiempo, esa algarabía se transformó en corridas por el ataque de los países árabes vecinos y ella y su madre fueron parte de los que asistieron a los heridos, usando los tirones de sus propias sábanas como vendaje, lo que también le brindó una templanza y resiliencia particular desde que llegó a la Argentina, donde con constancia y creatividad viene participando en distintas instituciones educativas y benéficas y, desde hace 12 años, la presidencia de la AAAUBG del Neguev en Israel.
Con calidez, Nava fue la encargada de entregarle la bandera al ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien en agradecimiento destacó la admiración por el pueblo judío y su excepcional capacidad para revertir adversidad, transformándolas en fortalezas.
"¿Cuál fue el valor diferencial que destacó a Israel respecto del resto del mundo? La educación, y que ésta se dedicó al desarrollo del país. Nosotros debemos admirar esa apuesta de Israel a la educación y continuar el trabajo conjunto que venimos realizando porque la educación permite reconocernos en la mirada del otro", destacó Finocchiaro.
Antes, cuando habló el embajador israelí en la Argentina, Ilán Stulzman, no se olvidó de destacar el fenomenal paso que a las 22 PM, hora argentina, estará dando Israel, que demostrará su capacidad tecnológica al demostrar que es capaz de aterrizar en la Luna la sonda Beresheet, convirtiéndose en el cuarto país en llegar al satélite terrestre con un vehículo.
Beresheet, que en hebreo quiere decir "génesis", es un aparato de 585 kilos que es impulsado mediante un cohete Falcon 9 de la firma estadounidense SpaceX . Lleva dibujos de niños e imágenes de símbolos israelíes, además de recuerdos de un sobreviviente del holocausto y una Biblia, y está previsto que recoja elementos que profundicen el conocimiento científico de la luna.
Stulzman, además, dijo que "la educación como herramienta que puede unirnos como países. Ustedes, los argentinos, tienen un capital humano tan valioso como el nuestro. El capital humano es más valioso que el oro y el gas y, es allí, donde está el futuro de nuestros países". El evento contó con la presencia del embajador argentino en Israel, Mariano Caucino.
El acto contó con una destacada presencia que arrancó con el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, hasta el titular de la Cámara de Comercio Israelí, Mario Montoto, pasando por el ex presidente de la DAIA Alberto Indj, el director general del Archivo de la Nación, Emilio Perina, la productora Mirta Romay, el vicepresidente del Museo del Holocausto, Guillermo Yanco, al académico Oscar Oszlak y la historiadora Rosa Pelz y el director de la Agencia Judía de Noticias, Daniel Berliner, entre otros.
Fotos: Adrián Escandar