En una ceremonia de máxima emotividad, el gobierno nacional y agrupaciones de ex combatientes rindieron homenaje a los caídos y veteranos de la Guerra de Malvinas en el cenotafio de Plaza San Martín, donde se colocó una de las placas de granito con la leyenda "Soldado argentino sólo conocido por Dios", retirada del cementerio de Darwin y donada a la ciudad de Buenos Aires tras el proceso de identificación de los soldados enterrados como NN.
El acto oficial se sumó a la ristra de homenajes a lo largo y ancho del país por el Día del Veterano y los Caídos de Malvinas que comenzaron anoche con la "Vigilia de Malvinas" seguida por miles de personas en la ciudad fueguina de Río Grande y continuó con la ceremonia que encabezó el presidente Mauricio Macri en la residencia de Olivos junto a familiares de los soldados recientemente identificados.
Allí también se colocó una placa con la leyenda: "Homenaje permanente del Estado Argentino a sus héroes de Malvinas e Islas del Atlántico Sur".
Si bien se trató de un acto protocolar, la ceremonia con honores militares en Retiro estuvo signada por la emoción visiblemente contendida en los rostros de cientos de ex combatientes y familiares, que desplegaron las banderas de guerra de las distintas agrupaciones militares, entonaron el Himno Nacional, la Marcha por Malvinas y colocaron ofrendas florales en el monumento que honra a los 649 soldados muertos en la contienda.
Luego se escuchó un estremecedor clarín, de la Banda de la Armada Argentina, con los sobrios acordes del minuto de silencio. Fue ese uno de los tantos momentos de recogimiento y donde el sentimiento nacional de irrenunciable soberanía sobre las islas del Atlántico sur cobró mayor intensidad.
El encuentro estuvo presidido por el ministro de Defensa, Oscar Aguad, canciller Jorge Faurie, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Teniente General Bari del Valle Sosa, junto a la plana mayor de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. También se sumaron autoridades nacionales, militares e invitados especiales.
En una breve intervención, el capellán militar Enrique Saguier Founrouge bendijo "a la gran familia de la gesta de Malvinas" y reconoció a los muertos y a los sobrevivientes allí presentes. "Todos vamos a ser juzgados por lo que hacemos y no por lo que decimos, sepamos entonces seguir su ejemplo", expresó al dirigir su mirada al sector donde permanecían los veteranos.
A su turno, el Teniente General Del Valle Sola, en el único discurso de la jornada, dijo que "nuestros veteranos de guerra son la expresión auténtica de dignidad y amor a nuestra patria. Tenemos la fortuna de ser contemporáneos de aquellos que estuvieron dispuestos a los máximos sacrificios. Algunos de esos héroes nos acompañan en esta ceremonia. Ojalá su ejemplo inspire en las jóvenes generaciones ese espíritu de solidaridad y entrega que es uno de los sustentos más valiosos que tienen las naciones".
Y continuó: "Como veterano de guerra, el sentir de esos días permanece intacto: orgullo por las acciones llevadas a cabo por quienes nos tocó combatir, tristeza por los camaradas que no volvieron y aquellos que nos fueron dejando con el paso de los años".
Más tarde, exhortó: "Aún con el doloroso saldo de la frustración que nos produce recordar la gesta, la Constitución Nacional nos obliga y convoca a recuperar nuestras Malvinas y demás islas. Es un compromiso y un mandato racional, maduro, absolutamente irrenunciable. Pero no bastan los puntuales y necesarios reclamos diplomáticos ni los merecidos homenajes a los caídos y a los veteranos. Es necesario también cultivar en las nuevas generaciones el conocimiento sobre nuestros derechos y un sentimiento de pertenencia, de respeto hacia un pasado que forma parte indefectiblemente de nuestro presente".