"¡Que no canten, que terminen de hablar!"; "Abal Medina es un cagón"; "Carlos Wagner es una basura" y "Para Cristina, ir presa es una cucarda".
Las frases forman parte del contenido de una llamada telefónica entre el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno y la esposa del ex ministro de Planificación Julio De Vido, Alessandra "Lali" Minnicelli, que difundió TN en la noche del martes.
Según ese medio, la conversación tuvo lugar en agosto de 2018 y se dio en medio del terremoto político y judicial que desató el inicio de la causa de los cuadernos de las coimas.
En la comunicación, Moreno y Minnicelli reaccionan a las consecuencias iniciales de la investigación, tales como la prisión preventiva de distintos ex funcionarios kirchneristas, y las primeras declaraciones testimoniales del ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina y el ex titular de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner.
Además, consideran la posibilidad de que la ex presidente Cristina Kirchner vaya presa en el marco de la causa y su potencial impacto político. Y, de acuerdo con Moreno, la necesidad de que los ex funcionarios que se encuentran tras las rejas "no canten".
"¿Qué mensaje les dieron a los que están presos? Yo el mensaje que di fue que no hablen. Que no canten. Que terminen de hablar. Que lo único que hacen es hablar boludeces. Ahora empezó el pelotudo de (Juan Manuel) Abal Medina y van a seguir los demás", fustigó Moreno.
La esposa de De Vido coincidió: "Abal Medina es un cagón, Guillermo. ¿Vos escuchaste la estupidez que dijo?", lanzó Minnicelli, cuyo esposo se encuentra en prisión preventiva desde octubre de 2017, pero en el marco de la causa por la mina de carbón de Río Turbio.
Ambos parecen estar haciendo referencia a la declaración indagatoria del ex jefe de gabinete, donde admitió haber recibido dinero en negro de empresas, pero aseguró que siempre entendió eran voluntarios y de ninguna manera exigidos bajo coerción".
Abal Medina realizó esta declaración ante el juez Claudio Bonadio luego de que dos pen drives previamente secuestrados a su ex mano derecha, Juan Martín Larraburu, revelaran un sistema detallado de ingresos y egresos de dinero para la campaña legislativa de 2013, cuando él ocupaba la jefatura de gabinete.
Minnicelli aseguró que el resto de "los nuestros" se mantenían firmes, pero que la situación no era la misma en otros casos: "Indudablemente están cagados todos los que están diciendo boludeces", dijo Minnicelli, quien luego apuntó su munición contra un blanco específico: Carlos Wagner.
"A Wagner se lo voy a cargar. Porque el tipo tiró el nombre que estaban buscando y lo tiró porque estuvieron extorsionando a todos por su libertad. Es una basura. Yo ahora voy a juntar todos los discursos donde levantaba a Julio, a Cristina, Néstor. Lo voy a hacer bolsa", dijo del ex titular de la Cámara de la Construcción.
La declaración de Wagner marcó un punto de inflexión en la causa porque contrastó con las de todos los arrepentidos hasta ese momento, quienes sostenían que no habían pagado coimas, sino hecho aportes voluntarios a las campañas electorales del kirchnerismo.
En su declaración, Wagner explicó cómo era el sistema de cartelización de la obra pública mediante el cual las empresas se quedaban alternativamente con los contratos y confesó que pagó coimas. Señaló que, producto de una negociación con De Vido, debían entregar como tales los adelantos de obra que pagaba el propio Estado nacional.
En otro pasaje de la conversación, los interlocutores consideran la posibilidad de que se detenga a la ex presidente en el marco de la causa. Minnicelli asegura que tienen que "estar movilizados y alerta" y salir a defenderla, porque "el peor escenario es que la metan presa el lunes".
Sin embargo, Moreno disintió. "¿Por qué sería el peor escenario? Y profundizó: "Al contrario, para ella es una cucarda". Entonces, el kirchnerista cuestionó que se estén "ordenando las cosas en función de las personas y no en función de la política", cuando debería ser al revés.
Ante el pedido de Moreno de que haya "un mensaje único", la mujer de De Vido lamentó: "Nadie tiene un mensaje único en este momento, ni único ni claro, ni siquiera hay valoración hacia todo lo que se hizo. Te lo digo sinceramente, salvo un empoderamiento berreta de los derechos humanos, para el resto de las cosas, no hay valoración".
En la misma línea, Moreno dijo que, si bien vienen hablando desde hace dos años y medio de unidad, "la que dividió la elección en la provincia de Buenos Aires fue Cristina". Y aseguró que "mientras convoque Nuevo Encuentro y todas esas estupideces" no se puede lograr la unidad del peronismo.
"Pichetto no va a ir ahí, Barrionuevo tampoco. Hay un montón que no van a ir. Hoy más de la mitad del peronismo no está ahí", analizó.