A la espera de una resolución judicial que definirá desde hoy la investigación sobre los dos iraníes que ingresaron con pasaportes falsos a la Argentina, el Gobierno resolvió en las últimas horas dos canales concretos de acción: la expulsión automática de estas personas si la justicia no encuentra elementos para que sigan detenidos y, por otra parte, avanzar en un sumario interno sobre dos funcionarios de Migraciones.
"Todo está bajo análisis ya que se trata de un tema muy sensible. Pero aquí lo que hay que evaluar es que el sistema de detección funcionó aunque solo hubo una falla humana que fue la de un inspector de Migraciones que no entendió que debía llamar a la policía y detener a los iraníes con pasaportes falsos", expresó a Infobae un encumbrado funcionario del Gobierno.
A esta altura, se espera que el lunes temprano declaren ante la justicia el hombre y la mujer que el 12 de marzo pasado ingresaron a la Argentina desde Europa por el aeropuerto de Ezeiza y que en el control de Migraciones saltaron las alertas por los documentos de identidad que presentaron. El caso comenzó a ser investigado por agentes de la División de Lucha contra el Terrorismo de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) y ahora pasó a la órbita judicial.
Hasta ahora sólo se sabe que existe una confirmación de Interpol Israel de que los documentos que exhibieron las dos personas eran robados y que la pareja fue detenida en un hotel en el barrio de Abasto. De manera concreta, ambos pasaportes figuraban en los archivos de Interpol en la categoría "Robado/perdido por el portador".
Los sospechosos son Sajjad Samiel Naserani, ciudadano iraní, nacido el 1º de noviembre de 1991 (27 años) en la ciudad de Rasht, quien dijo ser fotógrafo, y Mashoreh Sabzali, también iraní, nacida en Mashhad, el 4 de abril de 1988 (30 años), de profesión arquitecta e ingeniera. Ambos ingresaron al país provenientes de España.
En el Gobierno señalaron que aún no se pudo identificar realmente la veracidad de esas identidades. Tampoco se sabe si los nombres son reales, aunque las huellas sí lo son. Estos dos ciudadanos iraníes detenidos no figurarían en las listas de terroristas que evaluó la AFI y el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich en coordinación con Interpol.
Así, el Gobierno espera que la justicia defina los pasos a seguir para determinar la verdadera identidad de los sospechosos. En medio de ello, se evalúa pedir datos a Irán y eventualmente, si la justicia determina que no existen elementos para que sigan detenidos en la Argentina, el Gobierno está dispuesto a expulsarlos automáticamente del país por tener una causa judicial y por haber presentado documentación falsa ante las autoridades migratorias.
"Existen delitos concretos de falsedad de documentación y desacato a la autoridad por lo que para las leyes de la Argentina estos ciudadanos extranjeros deben ser expulsados del país más allá de que la justicia decida que no sigan presos", explicó un funcionario de la Casa Rosada.
A la vez, en la Dirección de Migraciones ya elevaron un sumario interno a dos funcionarios que dejaron pasar a los dos iraníes con documentación falsa, y también fueron suspendidos. "Los sistemas funcionaron bien ya que se detectó que los iraníes cambiaron de documentación para ingresar a la Argentina. Lo que hubo en tal caso es una falla humana que hay que corregir", dijo una fuente de la Dirección de Migraciones.
"Este error humano se da en un contexto de incorporación y mejoramiento de la tecnología por los sistemas e información online implementados por el organismo en los últimos tres años, ya que antes del Gobierno del presidente Mauricio Macri muy difícilmente se habría podido detectar la irregularidad. Ahora se pudo relevar la falla humana y enmendarla. Se identificó a los sospechosos y Migraciones colaboró con las detenciones", explicaron desde el Gobierno.
Los iraníes tenían pasaportes israelíes a nombre de Netanel Toledano y Rivka Toledano, pero cuando las autoridades argentinas enviaron la información a Israel, resultó que los números de los pasaportes (31.523.592 y 31.526.354 respectivamente) correspondían a documentos que habían sido robados en Israel y que estaban registrados bajo otros nombres.
La aparición de los pasaportes robados en la Argentina también fue advertida por Interpol, ya que el sistema I24-7 lo reportó en cuanto ocurrió. Pero la situación fue puesta en conocimiento de la Justicia recién el jueves 14, luego de que hubo intercambio de información con Interpol Jerusalén. Desde entonces, 80 brigadas de la Policía Federal se lanzaron a buscar a los sospechosos, que pasaron por tres hoteles hasta que llegaron al apart hotel de Abasto, donde agentes del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) los detuvo el viernes a la noche.
Mañana la Justicia les tomará declaraciones y avanzará en la investigación. Pero en el caso de que no les encuentre nada igualmente el Gobierno tiene definido expulsarlos en función de la disposición migratoria por haber violentado la ley.
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