El salteño Pablo Kosiner se convirtió en los últimos años en uno de los hombres clave dentro de la Cámara de Diputados. Al frente del interbloque donde confluyen los diputados que representan a la mayoría de los gobernadores del PJ, tomó protagonismo en las negociaciones con el oficialismo para aprobar leyes extremadamente importantes para el Gobierno como el presupuesto nacional. Además, es uno de los armadores de Alternativa Federal, el espacio político que busca romper la polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo en el 2019.
En una entrevista con Infobae se refirió a la candidatura de Roberto Lavagna, al impacto en el escenario nacional de las elecciones en Neuquén, al rumbo del gobierno de Mauricio Macri y la posibilidad de discutir el código penal este año en el Congreso. Kosiner es también la voz de Juan Manuel Urtubey. Y por eso sus palabras repercuten en las estructuras políticas de la alternativa que construyen junto a Sergio Massa y los gobernadores.
-¿Qué mensaje dejó la elección en Neuquén?
-Que perdió la grieta. Que fallaron los pronósticos de la nacionalización de esa elección en relación a la discusión sobre si iba a ganar el candidato de Macri o de Cristina. También demostró que hoy el tema de las encuestas en Argentina hay que agarrarlo con pinzas. Hay cierta parte de la sociedad que va encontrando un camino en la búsqueda de alternativas para salir de esta polarización. Es un dato significativo que en esta elección la mayoría de los neuquinos no quisieron caer en esta grieta.
-¿Lo que sucedió puede ser un síntoma de lo que pueda pasar durante el año en el resto de las elecciones provinciales y en la nacional?
-Creo que sí. Un síntoma seguro es que al gobierno no le va a ir muy bien en las elecciones en cada provincia. Va a tener varias dificultades si siguen insistiendo con este plan económico. A medida que avanza el tiempo se va consolidando la idea que la mayoría de los argentinos no quiere votar ni a Cristina ni a Macri. Hoy Alternativa Federal es ese espacio que busca salir de la grieta y ser superador hasta del mismo peronismo.
-¿Qué le falta para lograr volumen a esa alternativa?
-Llegar al momento justo de la elección. Es un proceso. La gran mayoría de los argentinos no está mirando el proceso electoral. Pero tenemos una ventaja y es que tenemos candidatos. Lo está haciendo Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa, Miguel Pichetto. Caminan la Argentina.
-¿Cuándo dice "perdió la grieta" significa que perdieron Macri y Cristina?
-El candidato de Macri salió tercero. Y el candidato por el que la ex presidenta hizo un video también perdió. Los que buscaron nacionalizar la elección de Neuquén tienen que hacerse cargo del resultado. Los neuquinos no dijeron en los días previos: "acá se define la historia de la Argentina".
-Hubo fallas en los pronósticos de las encuestas…
-Curiosamente, en Argentina se da una paradoja. Después de cada elección se habla de la crisis de las encuestas, de la falta de credibilidad. Viene la otra elección y se pretende definir la realidad de lo que va a pasar por encuestas que fracasaron. Es muy loco. Hay que tener mucha cautela. Si querés definir lo que va a pasar en la elección de octubre por una encuesta de hoy, le vas a errar.
La Argentina va a buscar alternativas diferentes a las que ha conocido y Juan Manuel Urtubey es el único que no fue candidato a presidente
-Dentro de la política las candidaturas se suelen definir en base a los números que marcan las encuestas. Si las encuestas fallan, es difícil saber a quién hay que apoyar.
-Por eso los referentes políticos de este espacio, los gobernadores, decidieron que las PASO fueran el mecanismo para determinar al candidato. Lo que hoy transitamos en Argentina es mayor democracia en las instituciones. No hay nadie que con un dedo pueda decir este sí o este no.
-Roberto Lavagna, que blanqueó sus ganas de ser candidato, busca una candidatura con consenso amplio. Sin PASO. ¿Cree en las candidaturas por consenso?
–Por consenso, sí. Por imposición, no. Por condicionamiento tampoco. Por consenso quiere decir que todos se ponen de acuerdo en una candidatura.
-¿Considera que Lavagna quiere imponer su candidatura?
-No. El consenso es un trabajo desde abajo hacia arriba. Tenes que buscar un consenso y, en determinado momento, todos dicen "yo quisiera ser pero creo que aquel está mejor". Condicionamiento es decir "soy yo y el resto no es".
Entonces…
Lavagna es un factor muy importante en este espacio, si decide jugar en este espacio. Un dirigente con mucha capacidad. Pero también hay otros, como Urtubey, Massa y Pichetto, que plantearon sus precandidaturas. Si queremos enriquecer el espacio, no podemos cerrar hoy un candidato. Hay candidatos que están recorriendo la Argentina. Hay que ser respetuosos de ese esfuerzo que están haciendo. Es un proceso de construcción colectiva.
-Parece haber dos caminos. Quienes creen en las PASO y otros, como Lavagna, que dice públicamente que es candidato solo si logra consenso detrás de su figura.
-Está bien. Pero eso no lo podes cerrar ahora. Estamos en marzo y la presentación de listas es en junio. Cómo te vas a privar de marzo, abril, mayo y junio de construcción política de un espacio por cerrar una candidatura ahora. Hoy lo que necesitamos es mayor participación, mayor debate y recorrer la Argentina buscando adhesiones.
-¿Lavagna está dentro Alternativa Federal?
-Ojalá que sí. Pero esa pregunta no la puedo contestar yo, la tiene que contestar él.
-Urtubey fue uno de los primeros en manifestar sus ganas de ser presidente. ¿En qué estado está la candidatura?
-En pleno crecimiento. En una etapa de consolidación. Juan Manuel es el único que no fue candidato a presidente. Es el único que viene del interior del país. Está en gestión. Con lo cual tiene mucho para aportar y para decir. Hay mucha gente que ahora está descubriendo lo que piensa.
No sé si el mundo está confiando tanto en Argentina como el Presidente cree
-¿En qué le cambia no haber sido candidato a presidente?
-En que la Argentina va a buscar alternativas distintas a las que ya ha conocido. Es un dirigente de una generación que todavía no ha tenido la oportunidad de conducir el país.
-Desde el kirchnerismo salieron reiterados pedidos de unidad en los últimos meses. El último fue en el Congreso del PJ Nacional. ¿Se puede lograr?
-Habría que preguntarle a Juan Schiaretti
-¿Por qué?
-Porque pregonan la unidad en un congreso y en Córdoba lo primero que hacen es plantar un candidato contra un gobernador. Hay que hablar con la realidad. Nosotros hablamos de algo distinto al acuerdo de dirigentes. Queremos que el peronismo vuelva a ser creíble ante la sociedad. Tenés que llegar a que te vote el 51% de los argentinos.
-En el kirchnerismo advierten que el sector del peronismo que representan va a ser funcional al triunfo de Macri si no se logra la unidad.
-¿Quién te puede decir funcional al gobierno de Macri? ¿Los que el 17 de octubre de 2015 inauguraban un busto de Perón con Macri? ¿Los que definieron una estrategia y que no consideraban que Scioli era el candidato ideal y lo llevaban a desgano? ¿Los que recién salieron a trabajar en el ballotage después de haber perdido la provincia de Buenos Aires? Ser funcional a Macri es seguir insistiendo con una estrategia en la cual Macri se sentiría cómodo para ir a una elección. Lo que lo pone incómodo a Macri es una disputa con una alternativa política que plantea una renovación por afuera de la grieta.
-¿Hay que entender al peronismo como una fuerza separada del kirchnerismo?
-Hay peronistas trabajando dentro del kirchnerismo, pero también hay gente que no es peronista y no quiere al peronismo que está adentro. Hay que superar esa discusión para entrar en el debate sobre lo que quiere la sociedad. La persona que sea presidente en Argentina, si insiste en la grieta como metodología de construcción política, va hacia el fracaso.
-Pareciera no concebirse la posibilidad de que haya otra alternativa política. Que todos tienen que estar juntos sí o sí.
-¿Qué paso en Neuquén? La visión de que todo es a través del sello del PJ, más el kirchnerismo y la unidad de los dirigentes, no alcanzó. Parte de la sociedad quedó afuera. Hay que empezar a ver como se está comportando la sociedad. Si crees que la unidad nacional es la unidad de los dirigentes, fuiste. Perdiste. Perdiste la posibilidad como país.
-Hay provincias en las que la unidad se empezó a cerrar. Incluso en territorios donde que conducen gobernadores de Alternativa Federal. ¿No es confuso plantear una alternativa a nivel nacional pero cerrar la unidad en las provincias?
-Cuando hablamos de ese tema dijimos que íbamos a ser federales en serio. Respetemos las construcciones en cada territorio. Hay lugares en donde hay gobernadores que sintetizaron con todos los sectores del peronismo. Otros que no. El desdoblamiento te obliga a que haya estrategias distintas.
–En su visita a Expoagro Mauricio Macri dijo que el mundo está viendo qué camino toma el país…
-Si el gobierno mira al mundo pero no a los argentinos, está complicado. ¿Qué es el mundo? ¿La calificadora de riesgo de un país? ¿los mercados? ¿los representantes de algunas empresas que están 10 cuadras alrededor de la Plaza de Mayo? Lo que tiene que ver el presidente es como están viviendo los argentinos, sin aislarse del mundo. El Gobierno centró casi todas sus expectativas de éxito en la confianza al presidente y el mundo no veo que esté respondiendo favorablemente a eso. No sé si el mundo está confiando tanto en Argentina como el presidente cree.
Si quieren definir lo que va a pasar en la elección de octubre con una encuesta de hoy, le van a errar
-En el mismo discurso el Presidente dijo que hay que salir de la incertidumbre política. El mensaje pareció hacer hincapié en el posible regreso de Cristina Kirchner al poder.
-Si después de tres años de gobierno solamente apostas a que los argentinos te voten por miedo a que no vuelva un determinado dirigente, es penoso. Te tendrían que estar eligiendo porque tus políticas tuvieron éxito. Si obligas a la gente a elegir entre los menos malos y fuiste presidente tres años, fracasaste.
-¿Está convencido que el gobierno de Macri fracasó?
-Sí. Porque hago un análisis objetivo y mido al gobierno por lo que Macri pidió que lo midan cuando asumió. Pidió que lo midan por la inflación y la inflación está descontrolada. Pidió que lo midan por los niveles de pobreza y no pudo iniciar el caminar hacia pobreza cero. Pidió que lo miran por la unidad nacional y tenemos una sociedad más fragmentada que nunca.
-¿Hubo intentos de cerrar la grieta?
-Por nuestra parte, sí. Y por eso nos cuestionaron. En el Congreso nosotros dijimos que queríamos construir una alternativa para ganarle a Macri pero no a costa de que el país se se destruya. Cuando el Gobierno dijo que había que reinsertarse en los mercados internacionales y resolver el default, aprobamos la ley. Pero para que vayan a buscar fondos, no para hacer la bicicleta financiera. Cuando había que aprobar la reforma política, acompañamos. Cuando había que discutir el presupuesto, lo hicimos porque queríamos dar gobernabilidad. Si hoy, con presupuesto, estamos como estamos. Sin presupuesto, esto hubiese volado en mil pedazos.
-El massismo presentó un proyecto del código penal con penas más duras y de cumplimiento efectivos. ¿Van a respaldarlo?
– Las penas no resuelven el problema de seguridad en Argentina si no tenes un proceso penal adecuado. Y lo que estamos pidiendo es que se ponga en funcionamiento el nuevo código procesal penal. Que es mucho más ágil, que es oral, menos burocrático y plantea un sistema de acusación de fiscales y juzgamiento con plazos más breves. El sistema penal juvenil no se resuelve por la edad de los menores, se resuelve con un sistema penal nuevo.
-¿Pero cuál es su posición con respecto a la baja de imputabilidad?
-Un sistema penal nuevo y un abocamiento del estado a la recuperación de los menores en donde para los casos de delitos más graves, como puede ser un homicidio, una violación o un secuestro, pueda haber una baja de edad de responsabilidad a los 15 años. Pero no en general. Si bajas la edad pero tenes el mismo sistema penal y alojas a los chicos en las mismas condiciones que un adulto, lo estas condenando a vivir en el delito toda su vida.
-En este tiempo el Gobierno ha hecho mucho hincapié en la liberación de los motochorros después de haber sido detenidos en el momento que cometían el delito. ¿Comparte los cuestionamientos?
-Coincido en que la política de eximición de prisión y de liberación de delincuentes tiene que tener un criterio mucho más uniforme en la justicia. Hoy es demasiado discrecional. Cuando detuviste a una persona cometiendo el delito, tenes que ser más restrictivo.
-¿Se va a poder tratar el código penal este año?
-Todavía no ingresó. Ojalá se pudiera. Para eso todos tenemos que hacer un aporte de no llevar al terreno electoral un código penal. Es muy importante. Estamos hablando de penas restrictivas de la libertad. Meter eso en el marco de una campaña es complicado.
-¿Le da la sensación de que el gobierno lo quiere utilizar?
-Hay algunas declaraciones que te dan esa sospecha. Ojalá que no. Son temas necesarios. Si el gobierno plantea que hay que debatir un código penal y un sistema penal juvenil, yo estoy de acuerdo en tratarlo. Algunos dicen que el gobierno manda esto para tapar la realidad del país. Es imposible. No hay tema que hoy pueda tapar la realidad de la Argentina
Fotos: Joaquín Pedroso
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