Como parte del trabajo del grupo de trabajo "Verdad y Justicia" impulsado en 2015 por el gobierno de Uruguay que apunta a esclarecer crímenes sucedidos durante la dictadura en ese país (1973-1985), el presidente uruguayo Tabaré Vázquez les pidió disculpas a dos familias argentinas por la desaparición de Rafaela Filipazzi (de origen italiano) y Agustín Potenza, dos jóvenes que fueron apresados en Montevideo en 1977.
Si bien trascendió en las últimas horas, el pedido de disculpas ocurrió en diciembre en un acto en la Embajada de Uruguay en Buenos Aires. La carta, fechada el 18 de diciembre y entregada tres días después, fue recibida por la hija de Filipazzi.
En la misiva Vázquez sostuvo que "los elementos de juicio permiten concluir que su madre fue objeto de desaparición forzada, en la cual existió un accionar ilegítimo de agentes uruguayos que operaban dentro del mecanismo de coordinación represiva del Plan Cóndor. Lamentamos y repudiamos esa participación en crímenes de lesa humanidad. Permítame acompañarla en su dolor al ser hija de una persona detenida desaparecida".
"Reciba mis más sinceras y sentidas condolencias de lo que nunca debió suceder", aseguró Vázquez en la carta, que fue entregada en el acto por integrantes del grupo de trabajo Verdad y Justicia. El pedido de disculpas por parte de Uruguay está relacionado con que de la desaparición de los jóvenes participó el Centro de Fusileros Navales.
En esa línea, Felipe Michelini, uno de los integrantes de la comisión que depende del Ejecutivo uruguayo, detalló que la pareja fue detenida en 1977 en el Hotel Hermitage de Montevideo y luego fueron entregados a la policía paraguaya. Ambos fueron asesinados en Paraguay.
Los restos de Potenza y de Filipazzi fueron identificados en 2016 por integrantes de la Dirección de Memoria Histórica y Reparación (DMHR) del Ministerio de Justicia paraguayo. De acuerdo a la reconstrucción de lo que sucedió, ambos fueron detenidos en Montevideo y trasladados a Paraguay, donde fueron vistos por última vez el 25 de junio de 1977.
Filipazzi, también conocida como "Giulianna", era militante socialista de origen italiano y tenía dos hijos. Según trascendió, trabajaba en una farmacia de Barrio Norte, y en 1977 huyó a Uruguay por temor a ser detenida junto a Potenza, un hombre que trabajaba en el Congreso de la Nación.
De acuerdo al semanario uruguayo Búsqueda, la mujer estuvo detenida en la cárcel de Asunción conocida como "El buen pastor", mientras que Potenza quedó preso en la prisión denominada "La emboscada".