Para reducir costos, el Gobierno introdujo cambios en la regulación de la navegación

Puerto de Buenos Aires (Getty)

A través del decreto 188/19, que se publicó este miércoles en el Boletín Oficial, el Gobierno flexibilizó los requisitos bajo los cuales distintos tipos de embarcaciones deben hacer uso del servicio obligatorio de practicaje o pilotaje, es decir, de aquellos profesionales que asesoran al capitán en la maniobra de entrada y salida de un puerto o en un canal.

El texto publicado determina que, por ejemplo, buques de más de 120 metros de eslora (largo), que hasta hoy estaban obligados a contar con los servicios de un práctico en sus maniobras de ingreso y amarre a los puertos de Buenos Aires, La Plata y Bahía Blanca, puedan ahora ingresar sin contar con estos profesionales siempre y cuando no superen los 140 metros de largo y tengan un calado (proyección del casco por debajo del agua) de hasta 6,10 metros.

Con el mismo criterio, el Ejecutivo amplió las excepciones al servicio de practicaje en los ríos Paraná y Uruguay. También fueron liberados de esta obligación los complicados "trenes de barcazas", que no son otra cosa que la unión entre sí de numerosas barcazas individuales, empujadas por un buque denominado "remolcador de empuje". Las dimensiones que alcanzan estos trenes de barcazas igualan en la mayoría de los casos a las de buques de gran porte aunque con un calado sensiblemente menor.

"La elevación de la eslora máxima de los buques eximidos de embarcar prácticos repercutirá en una mejora de los costos de operación para la flota argentina y contribuirá a mejorar la competitividad del transporte por agua en su conjunto", explicó el Gobierno en los considerandos de la norma.

Fue durante la gestión de Carlos Menem que se había modificado por última vez el reglamento del practicaje de la Argentina. Este servicio, si bien es de carácter público y en la mayoría de los casos obligatorio para buques nacionales y extranjeros que navegan por canales y amarran o zarpan de los puertos del país, es prestado por profesionales privados. Antes de que Menem impulsara la desregulación, los prácticos estaban bajo relación de dependencia de la Prefectura Naval, y su salario era equivalente al capitán mejor pago de la flota de YPF. Luego la situación cambió: los prácticos se transformaron en trabajadores autónomos que terminaron asociándose y conformando distintas empresas.

El ministro de Transporte Guillermo Dietrich (Matías Baglietto)

Con la llegada de Guillermo Dietrich a la cartera de Transporte y bajo la premisa de bajar los costos de los puertos argentinos, el Gobierno adoptó diversas medidas que, más allá de un efecto retórico, no han conseguido por el momento lograr la meta buscada, que no es otra que hacer que los costos de exportación de bienes disminuyan.

La medida dada a conocer hoy pone en discusión una vez más la delicada relación entre costos de operación y seguridad, ya que en especial para el caso de la peligrosa Hidrovía Paraná Paraguay, las fuertes corrientes, recodos y bajo fondos, tornan peligrosa la navegación para embarcaciones conducidas por personal poco entrenado.

La misma controversia se ha generado en el entorno portuario a partir de la colisión (casi sin consecuencias de daño a personas o bienes) que se produjo semanas atrás entre un buque de pasajeros que zarpaba de la dársena "B" del Puerto de Buenos Aires y otro que se encontraba amarrado. Ocurrió por efecto del fuerte viento y porque solo contaban con un remolcador de ayuda, en lugar de los dos que son de estilo.

En este caso, la reglamentación autoriza a determinados tipos de buque a prescindir de una de las naves de apoyo a cambio de contar con cierta tecnología en materia de propulsión. Sin embargo, los expertos sostienen que la seguridad que brinda un remolcador no puede ser igualada por las tradicionales hélices de proa con la que cuentan algunos navíos.

Las fuentes consultadas por Infobae aseguran que estas permisividades se traducen en una rebaja de las condiciones de seguridad. Dicen que estas modificaciones son riesgosas y que, además, no redundarán en ninguna ventaja para los agroexportadores locales. Muchos, por el contrario, aseguran que los fletes por cargas a granel puertos tales como Bahía Blanca y Rosario han aumentado en los últimos tres años de manera significativa.

Se espera en las próximas horas se expidan al respecto las distintas entidades que nuclean al practicaje y pilotaje nacionales.