Durante su exposición en la Cámara de Diputados, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, sostuvo que la causa por presunta extorsión de Marcelo D'Alessio es apenas una porción "ínfima" de lo que está revelando la investigación que lleva adelante, y en ese sentido advirtió que junto a su equipo está poniendo la lupa sobre "una red de espionaje judicial de magnitudes".
"Soy el juez de la causa, voy a tomar todos los recaudos necesarios para preservar la investigación, para preservar la integridad y los datos reservados de las víctimas, y no voy a hacer conclusiones, sino que voy a exponer la información recogida hasta el momento", aseguró el magistrado en el comienzo de su intervención ante la comisión de Libertad de Expresión, presidida por el kirchnerista Leopoldo Moreau.
De la reunión de la comisión no participaron legisladores de Cambiemos con el argumento de que se iba a tratar de "una puesta en escena" del kirchnerismo.
En ese sentido, para Ramos Padilla, la trama de presunta extorsión y pedido de coima llevada adelante en nombre del fiscal Carlos Stornelli por el falso abogado D'Alessio, quien se encuentra procesado con prisión preventiva, sería una muestra de un cuadro mucho más grande que podría llegar a involucrar las relaciones exteriores de la Argentina con otros países.
"Lo cierto es que el caso que puede involucrar a un fiscal (en referencia a Stornelli), no a uno solo, sino a varios, a un periodista, a un juez, es ínfimo… Lo que estamos viendo puede perjudicar las relaciones con Estados Unidos, con Venezuela, con Israel y con la República del Uruguay, porque esta organización tuvo incidencia en distintos ámbitos de incumbencia de varios países", advirtió el juez.
Respecto de su investigación, comentó que tras ordenar la intervención telefónica de D'Alessio, "en solo 10 días de investigación" fueron detectados "varios hechos que daban cuenta de la posibilidad de que esta organización cometiera varios delitos de manera simultánea y de todo tipo".
"Estamos hablando de una organización al menos paraestatal, con vinculaciones de todo tipo", aseguró Ramos Padilla, que también alertó de que "muchos periodistas pueden haber sido afectados en su buena fe y haber formado parte de una maniobra de espionaje ilegal de la que ellos no tenían conocimiento".
Ramos Padilla también contó que "acá tenemos una fuente probatoria que es la que trae (el empresario Pedro) Etchebest, pero tenemos también muchísima prueba no contaminada que es aquella secuestrada en el allanamiento que nos permite verificar la actuación en profundidad de esta red de espionaje ilegal en la Argentina".
En esa línea, dijo que la metodología de la supuesta banda de espionaje implicaba la "recopilación de información, la producción de inteligencia y el almacenamiento de datos sensibles de manera paralela a las causas judiciales que se utilizaban para luego llevar a cabo acciones coactivas intimidatorias y extorsivas con la finalidad de influir en causas judiciales".
Por otro lado, el juez se refirió a un allanamiento que ordenó en la casa de D'Alessio, y en ese sentido destacó que la Prefectura le reveló que en la previa del operativo "se podía haber filtrado", por lo que se vio obligado a realizar el allanamiento él mismo junto a dos secretarios y funcionarios de la fuerza de seguridad. "Ahí es donde cambia el objeto de la investigación 180 grados", aseguró Ramos Padilla, en referencia al material hallado en el domicilio de D'Alessio.
Ramos Padilla precisó que en ese allanamiento se encontró "documentación, cuadernos sensibles, sobre hijos, esposas, allegados y las personas que eran objetivos". También halló "elementos de espionaje como cámaras ocultas, llaveros, drones" e incluso añadió: "Era tal nuestro grado de ingenuidad que dejamos cámaras ocultas que después nos dimos cuenta qué eran cámaras". Además encontraron un arma que para ingresar al país debería tener permisos especiales.