Aunque criticada por sus posibles fallas de seguridad, la boleta única electrónica (BUE) resistió a sus detractores y se implementará por primera vez en toda la provincia de Neuquén, que celebrará sus elecciones locales el próximo domingo 10. Ese día, los votantes no solo estrenarán una nueva forma de votar, si no que inaugurarán los primeros comicios del año que definirán cargos electivos provinciales.
Neuquén ya había tenido una experiencia piloto en la capital provincial, pero esta será la primera vez que los neuquinos definan su próximo gobernador por este mecanismo.
Los comicios serán similares al de otras elecciones llevadas adelante con la BUE, como las de la Ciudad de Buenos Aires de 2015 -cuando ganó Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno– o en Salta, que fue pionera en el país y ya tuvo cuatro rondas electorales desde 2011 bajo este sistema.
Entre las cuestiones que se repiten, el grupo MSA volverá a ser la empresa proveedora del servicio. La compañía fue el único oferente cuando el gobierno neuquino lanzó la licitación. El acuerdo económico implica un costo por elector que participe en los comicios, pero se calcula que la gestión representará un esfuerzo aproximado de 94 millones de pesos.
Hay unos 493.760 personas habilitadas para participar de la elección, de los cuales alrededor del 8% (más de 34 mil votantes) lo harán por primera vez. Según las reglas electorales de Neuquén, el voto es obligatorio para los ciudadanos que tienen entre 18 y 75 años y es optativo para los jóvenes de 16 y 17 y mayores de 75 años.
En este turno electoral, no se definirán todos los cargos que le corresponden a nivel provincial. Los comicios están desdoblados. Algunos municipios elegirán intendente recién en octubre, en conjunto con las elecciones presidenciales. En ese grupo de intendencias que "no votan" está la estratégica capital provincial, que gobierna y fue gestionada durante tres períodos por Horacio "Pechi" Quiroga, integrante de Cambiemos.
Así, las pantallas de las máquinas impresoras de la BUE tendrán dos cargos para elegir en gran parte del territorio petrolero: gobernador y diputados provinciales. En las que definan jefes comunales, habrá tres categorías y se incorporará la de intendente.
Además, las máquinas contemplarán algunas particularidades del sistema electoral de Neuquén. El gobernador es elegido por voto directo y no hay ballotage. Pero puede contar además con el apoyo de una pluralidad de listas "colectoras" para los cargos legislativos.
El debate en torno a la BUE
Pese a que existe un intenso debate entre politólogos e informáticos sobre las debilidades y riesgos de las "tecnologías electrónicas de votación", provincias como Neuquén y Córdoba resolvieron avanzar a paso decidido con la aplicación de este tipo de boletas electrónicas.
En los últimos meses, la polémica no estuvo ausente en Neuquén. Sectores de la oposición cuestionaron a la jueza electoral, Alejandra Bozzano por "manipular" la boleta electrónica e "introducir cambios inexplicables en su diseño" sin notificar a los partidos políticos.
La controversia se originó por la decisión de incluir que los candidatos aparezcan con su respectiva foto en las pantallas. Para cada cargo habrá una sola foto del principal aspirante. Por ejemplo, el rostro del candidato a gobernador estará garantizado, pero el vicegobernador quedará fuera. También habrá imágenes ilustrativas para quienes encabecen las listas de diputados o intendentes.
Para la oposición, esos cambios de último momento favorecen a carrera reeleccionista del Movimiento Popular Neuquino (MPN), que es liderado por el gobernador Omar Gutiérrez. Tanto Cambiemos como el kirchnerismo coincidieron con esa postura. "Si están dispuestos a manipular descaradamente la boleta electrónica, están dispuestos a cualquier cosa para no perder el gobierno, incluso manipular los resultados", señaló Darío Martínez, el compañero de fórmula del candidato a gobernador Ramón Rioseco (Unidad Ciudadana-Frente Neuquino).
En el mundo solo hay cuatro países que aplican este tipo de votación en todo su territorio nacional: Brasil, República Democrática del Congo, India y Venezuela. Y en Estados Unidos, solo el 35% del padrón elige a sus representantes con esta tecnología.
A comienzos de mandato, el presidente Mauricio Macri impulsó una reforma electoral que incluía, entre otros puntos, la instalación de la boleta única electrónica en todo el país. El proyecto logró la media sanción en 2017 en la Cámara de Diputados, pero no pasó el filtro del Senado.
En el caso de Neuquén, la sanción del nuevo Código Electoral fue en 2016, antes de que se produzca el revés del oficialismo en el Congreso. En aquel momento, a fines de ese año, terminó igualmente votada también una reforma política con un sistema de votación electrónico en Córdoba. Este año, la BUE también hará su estreno bajo el auspicio del gobernador peronista Juan Schiaretti para los cargos electivos provinciales.
Durante la discusión legislativa nacional, un informe a cargo de expertos informáticos solicitado por el Ministerio del Interior de la Nación al Conicet recomendó no avanzar con la boleta única electrónica. "Existen resultados teóricos donde se demuestra la imposibilidad de satisfacer simultáneamente tres de los atributos requeridos para el sistema (secreto, auditabilidad e integridad) y esto genera un compromiso entre estos atributos, que se vuelve crítico durante la fase de emisión de voto si esta fase está mediada por una computadora", señalaba el reporte.
Ante el naufragio de la iniciativa, especialistas y legisladores opositores respaldaron con fuerza la sanción de la boleta única de papel, que ya se utiliza en las elecciones provinciales de Santa Fe. Ese método, según sus defensores, garantiza la transparencia del sistema y evita un problema clásico de las contiendas electorales en Argentina: el robo de boletas.
Cómo se vota con la BUE
Al igual que en la Capital Federal o Salta, en el cuarto oscuro habrá una máquina frente a una pared. El proceso se inicia con la entrega del DNI a las autoridades de mesa, que le dará al votante una boleta a la que le cortará un troquel.
Luego, se requiere que la papeleta sea ingresada en la máquina impresora y esta, a través de la pantalla, ofrecerá al votante hacerlo por lista completa o por categorías. Tras tomar esa decisión, se elige la opción y luego se imprime el voto.
Como las máquinas no almacenan datos, el recuento de votos se hará de manera manual, con las boletas impresas presentes en cada urna.
Sin embargo, la votación continuará siendo bajo la tradicional boleta de papel para los municipios más pequeños (los denominados de "tercera categoría") y comisiones de fomento.
Más allá de su formato electrónico o papel y sus distintos subtipos, la forma de votación importa para los partidos y dirigentes políticos. En la Ciencia Política es un consenso que los métodos de sufragio no son inocuos y que su elección produce efectos electorales.
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